jueves, octubre 27, 2005

Formas de enseñar la danza oriental.

Los bailes folklóricos en general, sean de donde sean, se bailan de una manera y de ninguna más: cuando se bailan sevillanas, nadie se inventa pasos nuevos. Las sevillanas son lo que son, aunque cada bailarín tenga su estilo. La polka y el vals, lo mismo. Me imagino que esto pasa en todo el mundo de una forma parecida. Algunos bailes de Oriente Medio y el Norte de Africa son así: tienen una sola coreografía.

Cuando nos salimos de esta definición de baile folklórico, tenemos dos maneras de entender la danza oriental (dicho en sentido muy amplio). Podemos tomarla como una especie de ballet, o podemos quedarnos con la idea, los principios generales: así tenemos profesoras conservadoras o innovadoras. Ambas son armas de doble filo si se van a los extremos.

El ballet clásico tiene una serie concreta de posturas y movimientos. Después de un par de siglos de estudio, cada posición y movimiento tiene nombre y una técnica concreta. Una coreografía de ballet clásico se puede describir con un lenguaje universal. En la danza oriental, es posible hacer esto también: se considera que unos movimientos son clásicos, propios de un estilo, y todo lo demás no existe. Un movimiento fuera del catálogo hace que aquello que se baila ya no sea danza oriental. Un movimiento del catálogo debe hacerse con una técnica y no con otra: por ejemplo, hay movimientos que parecen iguales pero el impulso para hacerlos proviene de una zona del cuerpo u otra. Hay profesoras que insisten en esto. El peligro de la profesora conservadora es que puede aburrir a los alumnos repitiendo eternamente los mismos gestos, que deberían salir de dentro. Si las alumnas lo que quieren es novedad, será imposible que bailen bien por muy puristas que sean. Además, si es mala profesora, puede insistir en que hagan cosas que les duelen o les pueden provocar lesiones. Si esta profesora no tiene mucha imaginación y carisma, su forma de bailar puede volverse aburrida por tener un repertorio cerrado de movimientos.

Otras profesoras parten de que cada bailarina tiene su propio estilo, y que lo más importante es comunicar algo con tu baile, y que eso sólo puedes hacerlo si te lo estás pasando bien. Puede que estas profesoras crean que es una misión imposible transmitir lo que es la danza oriental en su forma auténtica sin irse a vivir a Egipto, y prestan más atención a que el baile de la alumna sea fluido, agradable de ver, buscando alternativas a los movimientos que a la alumna se le hacen difíciles o peligrosos (porque exista un problema de espalda, articulaciones, etc). También puede ser que estas profesoras tengan mucha imaginación como bailarinas, y piensen que un movimiento inventado por ellas se base en los mismos principios que la danza original, y por tanto es aceptable (si se pueden hacer deslizamientos diagonales de la caja torácica, ¿por qué no ochos diagonales con la cadera? Si hay ochos hacia arriba y ochos adelante, ¿porqué no combinarlos?). El resultado no es danza oriental, es fusión. Puede que esta profesora baile de forma pura y auténticamente oriental, pero su forma de entender cómo enseñar la danza es flexible. El peligro de esta profesora es que puede crear alumnas conformistas, que piensen que todo vale, y que no sean conscientes de la tradición cultural de la que proviene su maestra.

Yo empecé con una profesora de esta última categoría. Después he aprendido (puntualmente en seminarios y ahora de forma continuada) con expertas en la primera. Elegir es una cuestión de gusto, y si la maestra es buena, ambas formas didácticas son muy útiles. Depende ante todo de qué es más importante para ti: acercarte al ideal, a la auténtica danza oriental si es que existe tal cosa, o pasarlo bien y encontrar tu propio estilo.

lunes, octubre 24, 2005

Estilos de danza: Un baile masculino, raks assaya

Ya he dicho de forma superficial que hay muchas cosas diferentes debajo de la etiqueta “danza oriental”. Un tipo de baile que originariamente era masculino es bailar con un bastón (Raks es bailar y Assaya, bastón). En el sur de Egipto, hay pueblos ganaderos que guían los rebaños con un cayado largo, y los hombres utilizan ese bastón para bailar.

He visto a un hombre bailar con bastón una sola vez. Giraba, pisaba con fuerza, hacía rebotar un extremo del bastón en el suelo. Era una exhibición de “aquí estoy yo, mira lo fuerte que soy”. El bailarín mantenía una expresión seria; no estaba intentando resultar ni seductor ni divertido. Los movimientos no tenían absolutamente nada que ver con el flamenco, pero la actitud del hombre sí me recordaba a la del flamenco cuando baila un hombre solo.

De este baile deriva otro femenino. El bastón de las mujeres es como el que conocemos en Occidente, el que se usa como muleta, siempre con el mango curvo. Las mujeres que bailan con bastón parodian a los hombres. Es una actitud pícara, coqueta y juguetona, pero no sexy. Los movimientos femeninos derivan de los masculinos, con el añadido de mantener en equilibrio el bastón en diferentes partes del cuerpo, sobre todo sobre la cabeza. Muchos admiradores de esta versión de danza oriental desconocen su origen en una danza masculina.

jueves, octubre 20, 2005

Reseña de DVD: Instructional Bellydance de Jillina

Continúo haciendo reseñas de Vds que no están disponibles en español, porque como el mercado americano es bueno, o por lo menos variadísimo, y no es necesario saber mucho inglés para utilizarlos, espero que mis reseñas sean orientativas y útiles.

Jillina es una bailarina americana que tiene tres DVDs no especializados: Instructional Bellydance 1, 2, y 3. Este DVD tiene un defecto: engaña, porque es el primero de una serie, pero no es apto para principiantes, aunque nada en sus instrucciones lo advierte. Todo lo demás es impecable. Pero claro, no puedo dejar la crítica aquí sin más, porque es cuestión de gustos y quien se gaste los 30-a-50 euros del DVD querrá saber algo más.

Se divide en cuatro secciones: movimientos básicos, combinaciones, coreografía y actuación. ¿Cómo!? ¿¡No hay calentamiento!? Pues no. La bailarina que lleve más de algunas semanas practicando la danza del vientre ya debería saber cómo calentar, y puede hacer el mismo calentamiento de sus clases, o quizá algunos estiramientos seguidos de cinco minutos de vibraciones.

Los “movimientos” son una especie de post-calentamiento. Son instrucciones bastante detalladas para hacer los movimientos que Jillina considera básicos; algunos de ellos son fundamentales, es decir, forman parte del vocabolario de cualquier profesional, pero no son básicos, es decir, no son fáciles: por ejemplo, el camello, un tipo de ondulación de la parte superior del cuerpo. Por otra parte, Jillina da explicaciones detalladas, como para quien empieza a aprender desde cero, sobre cómo mover los hombros. Sólo enseña un tipo de vibración, la vibración egipcia, en la que vibra todo el cuerpo a partir de un rápido movimiento de rodillas (a quien esté acostumbrada a la vibración de caderas le resultará difícil el cambio). Resumiendo, esta parte es sólo una preparación al estilo de danza de Jillina, pero de ninguna manera una introducción adecuada a la danza del vientre.

Jillina tiene un estilo propio, su versión particular del llamado “American Belly Dance”. Las mejores bailarinas occidentales/americanas han tenido una formación previa en ballet, en danza contemporánea o el bailes estilo musical de Broadway, y a Jillina se le nota muchísimo en la forma de girar y en que su baile no tiene raíz popular, folklórica (por eso no me gusta la posición que enseña para las manos, que es bastante fea, y su forma de girar las muñecas, que no tiene gracia). El estilo americano es atlético, virtuosista (hacer más y más movimientos difíciles es más importante que tener gracia, encanto), a veces sexy, y en el caso de Jillina, influenciado por el estilo “egipcio clásico”.

Las “combinaciones” del DVD son series que agrupan unos pocos elementos. Primero sin música, con algunas instrucciones que no son suficientes para una primeriza total, hasta tres veces, y luego con música, otras tres veces. Algunas son más sencillas que otras y es un trabajo equilibrado de caderas, brazos, pasos y vibración. La coreografía enlaza las combinaciones, adaptándolas, y con algunos cambios. La actuación final incluye la misma coreografía que se ha aprendido, y varias más.

La edición y el montaje son buenos. Jillina está en un estudio, con un espejo detrás, de forma que puedes ver todos sus movimientos. Nunca te quedas sin entender algo porque la cámara no vaya a donde debe. Ahí quien falla es Jillina en ocasiones contadas, dando instrucciones demasiado rápido.

Resumiendo: este vídeo no es recomendable para principiantes totales y para quienes prefieran estilos más auténticos (propios del Norte de Africa) o más folklóricos. Es muy bueno para cualquier otra interesada. De mi colección de DVDs, es el que uso más a menudo. Yo le pondría un siete y medio.

viernes, octubre 14, 2005

Historia de una cadera.

Hay información promocional sobre la danza del vientre que habla de forma vaga pero entusiasta de sus beneficios para la salud. Yo prefiero dar muchos detalles muy concretos. Ya he hablado un poco del suelo pélvico, que es una zona problemática para mujeres mayores y para quienes hayan estado embarazadas, y hoy voy a hablar de un problema de espalda y articulaciones bastante común.

Cuando tenía unos catorce años, se descubrió que tenía una pierna un par de centímetros más corta que la otra. Por eso, tengo una cadera más alta que la otra, y el fémur no encaja en la articulación como debería (imagina intentar meter una llave en una cerradura con la llave haciendo un ángulo: entra mal). Por eso también tengo una desviación de columna (vista desde atrás, mi columna traza una S). Casi todo esto se vio cuando yo ya había terminado de crecer, así que cualquier rehabilitación iba a ser muy lenta y difícil. Hay algún detalle más, pero éstos son los más importantes y fáciles de describir.

Desde los doce años más o menos, si no hago ejercicio, o si lo hago mal, me duele la espalda, o el cuello, o las caderas (me duele la cadera sana, porque trabaja el doble). Algunos problemas son musculares y por eso corregibles; el de la cadera es un hueso que ha crecido con una forma rara y por eso, en teoría, no tiene remedio. Hasta ahora.

Antes de descubrir la danza del vientre, llevaba una plantilla para compensar la pierna más corta. Después de unos nueve meses y tras un fin de semana particularmente intenso, dejé de necesitarla. El ejercicio de las caderas ha fortalecido tanto todo lo que no es hueso (músculo, ligamento), que son el apoyo que esa mitad del cuerpo necesita, sin plantilla. Y eso, después de siete años de probar con otros deportes y actividades físicas variadas.

La danza oriental no es la panacea: mi punto flaco son las lumbares, otro problema de la desviación de columna. Hay movimientos que me tensan y arquean la zona cuando se supone que deberían contribuir a flexibilizarla. Me lo tengo que tomar con tranquilidad: hago pocas repeticiones de los movimientos, sustituyo las ondulaciones difíciles por otras sencillas, y hago una sesión larga y relajada de estiramientos después de las clases.

domingo, octubre 09, 2005

Oferta estupenda en Sevilla

Samah, mi profesora, organiza cursos intensivos periódicamente. El primero de esta temporada es una introducción a la danza oriental y tendrá lugar en Sevilla, Sala Endanza, en la calle San Luis (a cinco minutos del Arco de la Macarena y 10 de la Alameda). El día, el domingo 23 de Octubre de 11 a 14 h. El precio, 40 euros (que es razonable comparado con el precio medio de un mes de clases en las escuelas de Sevilla)

Este cursillo me parece una ocasión perfecta para cualquiera que quiera ver si la danza del vientre es lo suyo. En un rato, compruebas si te divierte, si te gusta el estilo de Samah, y te haces una idea de cómo puede ser ir a clases regulares un par de horas a la semana. ¡Es más cómodo que apuntarse a un mes de clase porque al ser intensivo, te has ahorrado el transporte!

Así que ya lo sabes, si estás en Sevilla y te interesa puedes pedirle más información a Samah en este email: samah_sevilla arroba hotmail punto com.

jueves, octubre 06, 2005

Sobre brazos, manos, y flamenco

Lehahiah en un comentario pregunta:

Ayer comencé con mi primera clase, y, bueno... aunque parece que no se me va a dar mal, la profesora me comentó ayer que el hecho de estar acostumbrada a bailar sevillanas puede suponerme un inconveniente a la hora de mover los brazos, ya que algunas tienden a moverlo como en el flamenco. ¿Te ha ocurrido a ti?


Pues sí y no. Yo empecé a bailar danza del vientre en Estados Unidos, en una clase llena de chicas de origen más o menos anglosajón, es decir, gente para la que cualquier baile donde se mueva algo más que los pies es "étnico". Y yo sabía bailar sevillanas y el pseudoflamenco que se baila en Sevilla con el pop aflamencado. Por eso, yo ya sabía colocar los dedos en la posición requerida por la profesora: hacer como si estuviéramos sosteniendo algo pequeño y frágil con el dedo pulgar y el dedo corazón (¡yo sigo imaginándome que tengo ahí un pastelito de hojaldre!). Aprendimos a hacer giros de muñena exactamente iguales que los de las sevillanas. Hasta ahí el parecido, porque los brazos no se mueven casi nunca de la misma manera que en las sevillanas. Para quienes no las conozcáis porque no estéis leyendo desde España, la sevillana es un baile muy popular en el que un brazo traza un círculo en el aire y el pie del mismo lado del cuerpo hace un movimiento.

El movimiento de los brazos de la sevillana no es lo que me ha dado conflicto con la danza oriental, porque como lo que más se ve son las caderas, el problema de la principiante suele ser que como te concentras muchísimo en aprender a mover la zona central del cuerpo, te olvidas de dónde tienes los brazos y no los mueves nada, o los mueves sin gracia.

Un principio fundamental de algunos palos del flamenco, incluida la sevillana en la versión que yo conozco, es que la cadera se mueve con gracia de forma lateral (es decir, una sola cadera cada vez), y arrastra armónicamente al resto del cuerpo. El principio fundamental de la danza oriental es que cuando la cadera se mueve, es la Reina del Universo y el resto del cuerpo hace algo que llame la atención hacia la cadera, como por ejemplo quedarse quieto. Ahí sí que me costó aprender a separar el movimiento de la cadera del de los pies.

Sobre flamenco vs. danza oriental, y movimiento de las manos, se podría escribir un tratado, pero espero que con esta explicación sea suficiente de momento. Y Lehahiah, puede que tu forma de mover los brazos no sea auténticamente oriental pero eso puede ser parte de tu personalidad de bailarina y de lo que te haga especial, ¿por qué no?

miércoles, octubre 05, 2005

Bailar con o sin zapatos.

Cuando he hecho búsquedas en español en Google sobre danza oriental, me he encontrado foros en los que se debatía sobre si es "auténtico" o no bailar con zapatos o sin ellos. Esta es mi opinión:

La danza del vientre tiene su origen en danzas populares, algunas de las cuales se crearon bailando en la calle. En la calle, sólo vas sin zapatos si eres muy, muy pobre. Si la danza tiene un “estilo vulgar” y un “estilo refinado”, si se baila descalza hay que bailar con el estilo menos refinado posible; lo contrario no sería “auténtico”, resultaría una contradicción como El Lago de Los Cisnes en vaqueros.

Bailar con tacones altos es propio de los estilos de danza del vientre creados a propósito para el gusto occidental; estos estilos tienen aproximadamente un siglo de vida. Si vais de vacaciones a Egipto o Turquía y vais a una sala de fiestas o un hotel con bailarinas, probablemente lleven tacones altos. Por eso no se debería bailar nada que queramos llamar folklórico o popular en tacones.

Bailar con sandalias, zapatillas parecidas a las de ballet, o algún otro zapato plano y discreto es un compromiso, un término medio aceptable entre bailar descalza y bailar con tacones. Casi todos los estilos excepto algunos casos de "tacón obligatorio" admiten zapato plano.

Al bailar, hay mucha diferencia entre cada tipo de zapato. Descalza, sólo estás verdaderamente cómoda en un suelo que resbale un poco, por ejemplo, de madera barnizada o de parqué. Con sandalias o zapatillas de ballet, giras mejor. Con tacones, bailar es mucho más difícil: el tacón desequilibra la pelvis, la inclina hacia delante, aumenta la curvatura dorsal, y es como aprender a bailar otra vez desde el principio. Además, si bailas sobre plano, puedes ponerte de puntillas cuando quieras, y dar más elegancia a un movimiento ocasional; ésa es una variación que en tacones, se pierde, porque siempre estás de puntillas.

Resumiendo: nadie puede observar la diferencia entre bailar descalza y con zapato plano; las dos cosas tienen muchísimas posibilidades estilísticas. El tacón alto se nota, marca algunos estilos concretos y excluye los demás.

sábado, octubre 01, 2005

Kidda (Natasha Atlas)

Natasha Atlas es una cantante nacida en Bélgica de origen egipcio, palestino y marroquí. Hace una música de "fusión", mezcla de ritmos norteafricanos/Oriente Medio y música électrónica a la europea. Es maravillosamente bailable, si no se la toma uno demasiado en serio. Una de sus canciones más conocidas (y mi favorita) es Kidda, que significa "así". Alguien llegó a este blog buscando las palabras "habibi lish", así que imagino que buscaba la letra de kidda sin saber el nombre de la canción. Así que aunque sea con retraso, aquí está la letra en transcripción fonética y en una adaptación libre al español. No entiendo el árabe así que he tenido que utilizar una traducción al inglés que ya no puede encontrarse por internet.

Hasta donde yo sé, las danzas de oriente medio siempre son canciones de amor. Es como en el pop occidental, están las canciones que dicen "mira qué chica más guapa", las canciones que dicen "te quiero", y las canciones que dicen "Tú no me quieres y yo sufro". Como ésta.

ya leil
ah lish ya habibi
habibi lish
habibi lish kidda w'ana ba hibbak

lish
habibi lish
habibi lish kidda w'ana bahibak
habibi lish kidda w'ana bahibak

lish
Ana, ana aarifak bit hibini
lish ya zaman

ya rouhi
My soul
ah fein el adelah, ya saadet el adi
ah ma feesh rahma fi yiddak
w al mout indak aadi

ah lish
habibi lish kidda
w'ana bahibbak

Inta khaletni ahibbak
lish lish lish
ya sayedni
ah lish
ah habibi
fi yom, ha tiwagih massirak wa totlob rahhma min elhami
ah rouhi
aazeyt, aazeyt, aazeyt
ma feesh rahma fi yaddik
w'il mout indak aadi


oh noche
¿por qué, mi amor,
por qué eres así de cruel si yo te quiero tanto?

¿por qué?
¿por qué, mi amor,
por qué eres así de cruel si yo te quiero tanto?
¿por qué, mi amor,
por qué eres así de cruel si yo te quiero tanto?

¿por qué?
Sé me que quieres
¿Por qué? Ay, el tiempo que pasa.

Mi alma
¿dónde está la justicia, y el juez, tu honor?
No tienes compasión
No te importa mi sufrimiento.

¿por qué?
¿por qué, mi amor,
por qué eres así de cruel si yo te quiero tanto?

hiciste que te quisiera,
¿por qué, por qué, por qué?
mi amo,
mi amor.
Un día te alcanzará el destino y serás tú quien me pida a mí clemencia.
Ay, mi alma
Ay qué pena, pena, pena
No tienes compasión
ni te importa mi sufrimiento.