Si no lo digo, reviento.
No tengo nada en contra de los programas de talentos. A veces me gustan, a veces no. Sin embargo, odio ese estilo de danza pseudo-contemporánea, pseudo-fanqui, pseudo-rapera, que es la constante en los programas de talentos para bailarines. No la soporto. Es repetitiva, aburrida, y casi siempre inexpresiva. Que no. Me gustan las fusiones, pero esta no es ni chicha ni limoná.
Te doy la razón.
ResponderEliminarCaso aparte también son los programas de talentos variados, como tienes talento y similares, en los que las televisiones rellenan parrilla con buenas actuaciones sin pagar un duro a los artistas que van a concursar.
yo creo que como todos los programas de televisión (ya busquen cantantes, bailarines o bomberos) terminan por ser eso, programas de televisión, con lo que se olvidan de lo demás y se centran en enganchar al espectador, que como espectador se traga casi lo que sea.
ResponderEliminarun abrazo :-)
Pues sí, Leo, supongo que ese estilo insulso de danza parte de la necesidad de que un coreógrafo o dos creen entre 5 y 10 coreografías a la semana, con música necesariamente de moda, y para bailarines de habilidad y tiempo limitados. Conclusión: fanqui descafeinado con sacarina.
ResponderEliminar