miércoles, enero 20, 2010

Estrés

Estoy haciendo un curso en el que me han enseñado un modelo, un esquema, sobre cómo funciona el estrés. Una parte del cuadro me resultó muy interesante para bailarinas, y voy a intentar explicárosla.

Primero, venimos con un nivel de estrés o una capacidad de hacer frente a las cosas. Depende de muchos factores: nuestra salud, si hemos dormido bien esa noche, si estamos más o menos contentos, el grado de estrés previo, en fin. Nuestro estado anterior a que nos venga un hecho estresante.

Llega ese hecho estresante. Puede ser algo como una actuación, que te pone nerviosa, un atasco que te hace llegar tarde a clase, un desequilibrio en tus gastos del mes que te hace elegir entre comprarte un velo o pagar el mes. Pueden ser problemas que puedes resolver (que no te sale el camello se arregla ensayando) o que no.

Entonces se pone en marcha un mecanismo, que es una sencilla resta:

Nuestra medida de la gravedad del problema. Llegar tarde te importa más o menos, actuar en público te pone malísima o no.....

- nuestra valoración de nuestra capacidad de hacer frente al problema. No es realmente unestra capacidad, sino la que creemos que tenemos.

El resultado de la resta es la medida de nuestro estrés ante un hecho concreto. Por ejemplo:

Te piden que actúes pasado mañana en una tetería. Es un reto, porque te preocupa tener que improvisar la distribución en el espacio de tus números, y nunca has bailado tan cerca del público, y no vsa a tener tiempo de ensayar.

Hay tres maneras de reducir el estrés de esta situación. La más difícil es fortalecer el punto de partida. Es decir, asegurarnos de dormir bien, comer bien, no relacionarnos con personas que nos amarguen el día, etc. Vivir con un nivel de "estrés grado cero" lo más pequeño posible. La manera que parece más directa y evidente es fortalecer nuestra capacidad de resistencia al estrés: nuestra autoconfianza; reflejos; capacidad como bailarinas; medios, apoyos y ayudas si delegamos algo en otra persona, pues menos estrés). La manera más indirecta es procurar que las distintas cosas estresantes de la vida nos parezcan... pues menos estresantes.

Es decir: frente a esa invitación a bailar podemos afrontar mejor el problema si:

- Delegamos en otra persona cosas que nos van a quitar tiempo para ensayar.
- Vamos a la tetería por lo menos una vez para ver el tipo de público.
- Pedimos a amigas o alumnas que asistan al "estreno" para tener apoyo moral.
- Hablamos con el dueño para que nos deje hacer un ensayo en el local, aunque sea cortito, por ejemplo justo antes de que abran.
- ¡Ensayamos!

Todo eso es fortalecernos frente al estrés. Pero para cortarlo de raíz, es necesario una estrategia muy diferente y que puede variar con cada persona, algo tan fácil de decir como "tomárnoslo con calma". Este tipo de estrategias se pueden construir. Igual que ensayar aumenta nuestra confianza y los estiramientos nos protegen de las lesiones, algo tan simple como las técnicas de relajación, sobre todo si no las dejamos sólo para un momento en el que necesitemos descargar mucha tensión, puede servir para que tengamos reacciones menos estresadas.

A lo mejor puede ser útil incluir relajaciones (como ejercicios de respiración o visualizaciones) en los calentamientos.

2 comentarios:

ahlam dijo...

muchisimas gracias por compartir esta información! pasate por mi blog http://pink-pony-pink.blogspot.com/

natalia_paperblog dijo...

Buenos días Nia,

Quisiera disculparme, pero no he encontrado otra manera de contactarte que a través de los comentarios.

Me pongo en contacto contigo tras haber descubierto tu blog Solo cuando bailo para invitarte a conocer Paperblog, http://es.paperblog.com, un sevicio de difusión cuya misión consiste en identificar y dar a conocer los mejores artículos de los blogs inscritos. El tuyo se adapta a nuestros criterios de calidad y creo que tus artículos resultarían muy interesantes a los lectores de la temática Danza.

Espero que encuentres el concepto interesante y te motive. Mientras, no dudes en escribirme para conocer más detalles.

Un saludo,
Natalia