miércoles, noviembre 30, 2005

Dificultades 2

Como ya dije, hay movimientos que son más o menos difíciles porque necesitan coordinación, memoria, elegancia y aptitudes para bailar (como cuando aprendemos bailes de salón), y otros que son más o menos avanzados porque necesitan que la bailarina esté en buena forma física, como en el ballet, la gimnasia de exhibición (rítmica, artística) o muchos deportes. Esto es algo que me encanta de la danza del vientre, porque la hace muy completa, pero hace que sea necesario tener mucha paciencia cuando un movimiento no sale a la primera. A continuación doy un ejemplo de un elemento que a mí me resultó especialmente difícil, aunque cuando se incorpora al baile no lo sea tanto.

Un "camello", que también podéis encontrarlo descrito como una “ondulación de la caja torácica” o una "ondulación frontal de cuerpo entero" supone elevar el esternón hacia arriba y hacia fuera, de forma ligeramente circular, dejar que vuelva a su posición relajada inicial contrayéndolo hacia dentro primero, y acabar contrayendo la pelvis hacia adelante. Es decir, trazamos un círculo fuera-arriba-dentro-abajo con el esternón y el resto del cuerpo se ondula de forma elegante, nada sexy o provocativa.

Yo tardé unos cinco meses de práctica en hacer este movimiento. No en hacerlo bien: en hacerlo. Aún ahora, después de casi un año, a veces me sale y a veces no. Esto está relacionado con mi condición física más que con la dificultad del movimiento en sí.

Primera fase: Recordatorio: las costillas y el esternón están fusionados (no hay articulación), pero la caja torácica está completamente articulada en la columna vertebral y aún es más flexible la conexión caja torácica-hombros. Todos sabemos sacar pecho, pero nadie sabe hacerlo sin tensar los hombros ¡y algunos, sin arquear la espalda! Esto de puede desaprender. Sacar pecho sin ayuda de los hombros utiliza músculos de la espalda y los costados que no estamos acostumbrados a usar. También se usan los abdominales.

Segunda fase: empezamos a conseguir un control razonable de esos músculos de los costados; intentamos la primera mitad del círculo. Como sacar pecho, pero en vez de “arriba”, es “afuera-arriba”. Los hombros quieren ayudar, y si nos empeñamos en que no, se enfadan y se tensan hasta el cuello. Aquí yo, al principio, no podía hacer más de dos intentos fallidos seguidos, porque al tercero el cuello se tensaba y sabía que si continuaba, me dolería todo el día. Hacía dos intentos en clase por la mañana y dos en casa por la tarde, todos los días.

Tercera fase: vamos controlando la fase anterior, pero la caja torácica tiene que hacer un trabajo mucho más profundo ahora que los hombros no ayudan. Piensa en el peso de tus costillas, empujado por unos músculos blanditos que se pasan todo el día encorvados frente al ordenador. ¡Los músculos no entienden en qué lío los estás metiendo! Las flexiones tradicionales ejercitan la parte superior de la espalda, pero por debajo de los omóplatos, y en la zona lateral, lo único que yo conozco es la natación, quizá. En esta fase, yo tampoco podía hacer más de tres o cuatro intentos al día porque me cansaba.

Cuarta fase
: El cuerpo ya tiene la condición física necesaria para comenzar a aprender a hacer el movimiento de forma fluida y elegante. Esta es la fase en la que empiezan quienes se dedican a otras clases de baile, por ejemplo de salón o latino, que en eso nos llevan ventaja.

Quinta fase: una vez que el movimiento se domina, puede utilizarse en desplazamientos. Adelante, atrás, en zigzag o de lado. También es el momento en el que se empieza a aprender a no tener los pies siempre en la misma posición. Mi primer paso en este sentido fue aprender a desplazarme de lado con esta ondulación, y ahora me resulta más fácil hacerlo así que quieta en el sitio. Aún no soy capaz de hacer un "camello" si no tengo un pie ligeramente adelantado. Y de dónde coloco los brazos mientras me concentro en no contraer la espalda ni poner cara de preocupación, mejor no hablamos.

Esta pelea mía personal con el "camello" no es un simple testimonio, sino un ejemplo de que pasos concretos de la danza del vientre pueden hacerse difíciles por las características de la bailarina. Es sólo cuestión de seguir practicando para fortalecer, y de alternar con los movimientos que sí te salen bien, para no desanimarte.

domingo, noviembre 27, 2005

Origen y significado de la danza oriental

Voy a volver a repetirlo porque creo que no hay nada más importante en el mundo de la danza oriental o del vientre que entender esto.

Las danzas de oriente medio tienen un origen folklórico o popular demostrable. Su antigüedad es desconocida, pero tienen como mínimo varios siglos, si no milenios. Es sencillo: todos los pueblos delmundo tienen bailes populares y lo que llamamos danza oriental o danza del vientre son versiones de las danzas populares de Oriente Medio. Que, como cualquier otro baile popular, las baila la gente normal, en su casa o en la calle, en ocasiones apropiadas como por ejemplo una fiesta. El origen de la danza del vientre es similar al de la polka, la danza irlandesa o el flamenco, por poner ejemplos occidentales.

El origen o aspecto religioso, ritual o esotérico de la danza oriental es, hasta donde yo sé, indemostrable. No falso: pura especulación. No niego sus aplicaciones contemporáneas en este sentido, pero si hay datos concretos y fiables que hagan pensar que hace más de 150 años esas aplicaciones ya existían, que alguien me lo diga, por favor.

La danza del vientre como espectáculo en el que una mujer baila para divertir o excitar a uno o más hombres es un invento occidental que tiene aproximadamente 150 años.

Reseña: Intensivo de velo con Laila Rangel

Como ya dije, Samah organizó para este fin de semana un curso intensivo dividido en tres módulos. Finalmente, me decidí por el de velo, que tuvo lugar ayer sábado, por la mañana.

Un intensivo es muy diferente a una clase normal. En primer lugar, es habitual que las asistentes quieran que se les enseñe una coreografía de principio a fin, y por eso la profesora debe tener su plan de clase muy organizado para que explicar un paso no le quite tiempo a explicar la coreografía entera. Tiene que adaptarse a alumnas de absolutamente todos los niveles, desde profesionales a curiosas. Y tiene que conseguir que varias horas seguidas de baile repetitivo (porque aprender una coreografía es repetitivo) no sean aburridas.

El intensivo de ayer estuvo muy bien en todos estos aspectos. La coreografía era estupenda, y sencilla pero interesante. Tenía una característica que también es propia de Samah, mi profesora: coreografía el estribillo y la mayor parte de seciones de la música, y deja algunas para la improvisación. Esto permite que la principiante atada a seguir a la profesora pueda empezar a bailar suelta (sentir la música y simplemente bailar es mucho más difícil de lo que parece si estás acostumbrada a aprender y memorizar pasos). Y me imagino que ayuda a las bailarinas avanzadas adaptar a su gusto una coreografía aprendida. Ésta en concreto incluía una gran cantidad de vueltas, así que sirvió para aprender una técnica muy útil y necesaria con y sin velo. Personalmente, no me gustan los giros, no me gusta aprenderlos, no me gusta practicarlos, no me gusta perder contacto visual con el público (real o imaginario), y nunca los haría por iniciativa propia, pero bueno, son un componente importante de la danza y es como decir que no me gusta hacer el calentamiento. Hay que hacerlo, y si te gusta, mejor.

Sigamos con Laila. Su técnica para enseñar es muy efectiva: Imitación, explicación, imitación. Imitación: ella baila, las alumnas la siguen como buenamente pueden. Explicación: Laila detalla uno de los movimientos o secciones, o corrige algo que las alumnas están haciendo mal. Imitación: a repetir a ver si ahora lo hemos captado. Como si fuera una clase bien organizada... ¡de lenguas extranjeras! primero imitar, luego explicar, luego comprender. Dio tiempo sobrado a aprender (más o menos) toda la coreografía, y a que Laila nos explicara algunos movimientos muy espectaculares, típicos del trabajo con velo, que no formaban parte del plan inicial. Eché en falta una cosa: hacer estiramientos como parte del calentamiento, y que éste fuera más largo.

Creo que de un intensivo hay que salir con la sensación de habérselo pasado muy bien y de haber aprendido técnicas importantes que te vendrán bien aunque nunca vuelvas a repetir la coreografía que acaban de enseñarte. De los intensivos que he hecho, esto ha sido así de la mitad, y uno de ellos fue el de ayer. Hace algunos días le decía a una compañera de clase que quiero aprovecar todas las oportunidades posibles de bailar con velo, y ella dijo que en su caso se trataba de aprovechar todas las oportunidades de bailar con Laila. La entiendo perfectamente.

Laila va a tener una web que ahora está en proceso de construcción. Cuando esté accesible, aviso.

viernes, noviembre 25, 2005

Dificultades 1: los brazos.

A mí me parece que cuando se están aprendiendo movimientos individuales de danza oriental, hay dos dificultades distintas: una es aprender un movimiento nuevo, igual que cuando aprendemos un baile de salón. Otra es ejercitar los músculos, porque la danza oriental utiliza zonas del cuerpo que normalmente no trabajamos, o que no utilizamos aisladamente.

El ejemplo más sencillo son los brazos, que deben moverse con fuerza y elegancia. Mis primeras fotos bailando danza oriental son pésimas, porque los movimientos de los brazos no estaban coreografiados y no sabía dónde ponerlos. Es un vicio bastante común extenderlos demasiado, y mover los brazos sin relajar los hombros estropea cualquier movimiento.

Después de unos tres o cuatro meses de clases, mi profesora empezó a señalar dónde podíamos poner los brazos o las manos en momentos en los que el centro de atención eran la zona central del cuerpo. Dejamos de tener un problema para tener otro: mantener los brazos elevados y moverlos al ritmo de todo lo demás, ¡cansa muchísimo! ¿recuerdas el típico castigo escolar de los brazos en cruz? Sostener el peso de los brazos durante más de unos segundos es sorprendentemente difícil. La bailarina oriental primeriza pasa por algunos días o semanas de tener que aprender el movimiento de los brazos, como dije al principio, pura coordinación y memoria, como en los bailes de salón. Pero luego se encuentra con que la condición física también es muy necesaria para que no se queden colgando sin gracia. Esta es una característica que la danza del vientre comparte con el ballet y con muchos deportes, más que con otras formas de baile.

martes, noviembre 22, 2005

Danza del vientre, DVDs y precios

En respuesta a una pregunta de Rocío: no sé si los DVD de danza oriental de los que voy haciendo reseñas están disponibles en sistemas de descarga como el eMule. Yo personalmente, no sabría si descargármelos, por una cuestión de principios. De momento, los DVDs de danza oriental no son editados por grandes compañías discográficas ni productoras de cine y vídeo (Sony, Warner, etc), sino por distribuidoras independientes relativamente pequeñas. Algunas se dedican a los vídeos de gimnasia o baile y la danza del vientre es una más de sus especialidades. Otras se dedican exclusivamente a danzas orientales, o en el caso de IAMED, a lo que las americanas entienden por danzas orientales. Resumiendo, si copias ilegalmente un DVD de una peli de Hollywood, estás haciendo que una megamultinacional pierda dinero, lo cual no me quita el sueño, pero si copias un DVD de danza oriental estás haciendo que una asociación de bailarinas pierda dinero. Es cierto que los vídeos son muy caros, que es la única pega que les encuentro: no veo razón para que puedan valer hasta 50 dólares. Pero me da pena copiarlos.

sábado, noviembre 19, 2005

Reseña de DVD: 21 shimmies and 1001 variations

Éste es uno de mis DVDs favoritos, pero sólo sirve para complementar el resto de tu formación. “Shimmy” quiere decir vibración, y este DVD se trata de eso: vibraciones y más vibraciones.

En unos pocos días o semanas de clases, yo me quedé con la idea de tres shimmies básicos: vertical de caderas (caderas arriba y abajo), “twist” u horizontal de caderas, y el de los hombros. Más adelante aprendí otros tres (pélvico, de todo el cuerpo, y de puntillas). Imaginad la sorpresa de cualquier principiante que conoce entre tres y siete vibraciones cuando ve en la carátula de un DVD que hay por lo menos 21!

La mayoría de vídeos bien hechos de danza del vientre incluyen un calentamiento, la parte en la que se aprenden movimientos nuevos, una coreografía que incorpora esos movimientos y te enseña a llevarlos con la música, y una actuación de la profesora con un traje bonito (¡los trajes son siempre un aliciente!), a veces grabada en directo y a veces no, a veces con una coreografía muy parecida a la que te han enseñado y a veces no. Éste video es diferente porque enseña una técnica muy especializada, así que no incluye ni coreografía ni calentamiento.

No todas las vibraciones son útiles para todas las bailarinas, porque además de movimientos de danza oriental se incluyen algunos de bailes africanos (la verdad es que no puedo juzgar en absoluto si Leyla los ejecuta bien o mal, o si son auténticos u occidentalizados), algunas técnicas poco habituales como la vibración de las manos, y tres vibraciones que sólo pueden hacerse de rodillas. Una de las mejores cosas del DVD, además de esta variedad que incluye detalles para todos los gustos, es que sirve tanto para la principiante total (el DVD enseña a hacer el giro de cadera más simple) como para la bailarina más avanzada, porque verdaderamente tiene de todo. Esto también me hace pensar que es un DVD muy apto para hombres curiosos (e inteligentes, porque un hombre que quiera aprender danza oriental merece toda mi admiración).

Leyla Jouvana me parece mejor profesora que bailarina, la verdad, aunque quizá sea culpa de la actuación que el DVD incluye al final. No me gusta la coreografía, que incluye demasiadas vibraciones, mezclando muchos estilos. Lucir el punto fuerte de la bailarina (las vibraciones en este caso) es una cosa, pero mezclar un montón de estilos diferentes resulta artificial. En cualquier caso, la actuación final es una guinda, un añadido a lo que importa, y como vídeo para aprender, éste es de los mejores.

Para hispanoparlantes, hay que añadir que Leyla es yugoslava residente en Alemania, y tiene un acento muy fuerte cuando habla en inglés. A mí me parece muy fácil de entender, probablemente mucho más que los vídeos hechos por norteamericanas.

miércoles, noviembre 16, 2005

Es posible bailar danza del vientre sin enseñar la cintura (1)


Como ya he dicho en alguna ocasión, la danza oriental se practica con la cintura al aire desde hace más o menos un siglo, no antes. Y hace unos cincuenta años que es ilegal llevar la cintura al aire en Egipto. Algunas bailarinas egipcias usan una especie de malla de cuerpo entero como la de los bailarines de ballet, pero que es opaca en el torso y en las piernas y de rejilla en la zona central. Lo más normal es bailar con trajes muy largos, muy ceñidos, y con muchísimos bordados. He visto a bailarinas usar estos vestidos con y sin cinturón, dependiendo de su gusto y del traje; algunos incluso traen flecos de pedrería colgantes y ya no queda bien poner un cinturón encima.

Bailar con un vestido que no te deja separar mucho los pies te hace bailar de una forma un poco diferente, para mi gusto más elegante. Creo que un vestido de aire egipcio (no necesariamente auténtico) es lo mejor para una principiante: te parece que vas vestida de forma más discreta que si llevaras la cintura al aire, con lo cual hay menos miedo escénico. Creo que favorece a las bailarinas bajitas (como yo) porque no divide el cuerpo en tres pedazos, y a las que son anchas de cintura y pero no de cadera (como yo). Además si estás empezando a fantasear con la idea de bailar en público pero de momento no vas a hacerte profesional, puedes buscarte un vestido de noche muy ceñido, largo, y de un color fuerte y ponerle un cinturón encima (que es lo que hago yo).

¡No sé si se nota que tengo debilidad por este tipo de trajes! Tienen un encanto muy especial aunque no tengan nada que ver con la espectacularidad chillona del traje “cabaret”. Eso sí: no es que sean exactamente un invento occidental, pero sí son recientes, como de 50 años o un siglo para acá, y nacieron para satisfacer la demanda de trajes que gustaran a los turistas (los turistas viajan buscando encontrarse tópicos, y la población local se los da para que se queden contentos, hasta que el tópico falso se vuelve una realidad). Para bailar en un espectáculo, se ha convertido en una necesidad llevar ropa ajustada con la que se noten todos los movimientos del cuerpo (pero no los de las piernas: por eso nadie baila danza del vientre con falda corta o pantalones ajustados). En su contexto original, que es con toda seguridad folklórico y quizá también ritual/religioso, los bailes de Oriente Medio y el Norte de Afica suelen bailarse con ropa holgada que es la versión de fiesta de la ropa de todos los días. En otra entrada os pongo ejemplos.

domingo, noviembre 13, 2005

Estilo de danza: el Karsilama turco

Esto es dificilísimo explicarlo sin música. Ahora que nadie me oye lo puedo decir: ¡odio el Karsilama! Me gusta verlo pero es algo que no bailo, sino que hago los pasos, que no es lo mismo.

Cualquier música tiene lo que se llama un compás, que es un ritmo. Los más normales son 3/4 y 4/4 (tres por cuatro, cuatro por cuatro), porque se pueden seguir con un ritmo que marca “un, dos tres, un dos tres”, o “uno, dos, tres, cuatro; un dos tres cuatro”. El vals es siempre 3 por 4. El rock puede ser cualquiera de los dos. "Michelle", la de los Beatles, es de 4/4. La música dance electrónica casi siempre es 4/4. Piensa en cualquier canción que te guste bailar y comprueba si puedes seguir el ritmo contando hasta tres o hasta cuatro.

Estamos acostumbrados a bailar así, y casi todos los estilos de danza del vientre que conozco son 4/4 u 8/4 (que es parecido). Pero el karsilama, que hasta donde yo sé es propio de los gitanos de Turquía, no es así, oh no. Eso sería demasiado fácil. El karsilama es un ritmo de 9/8. Y se cuenta “un-dos, un-dos, un-dos, un-dos-tres”. Eso en la práctica quiere decir “un-dos-tres-cuatro-¡hop!” El “hop” es que si estás bailando con una coreografía, vas un segundo rápida, y si estás simplemente siguiendo la música, pierdes el paso cada nueve segundos. No hay sentido del ritmo que lo aguante. Por eso digo que yo no bailo Karsilama: si estoy con una coreografía, sigo los pasos.

Un ejemplo: un giro en 4/4 es: abre con pie derecho, gira con pie izquierdo, endereza con pie derecho, termina de enderezar/pon una pose. Un giro en 9/8 se acaba antes de tiempo: tienes que terminar de enderezar y entonces hacer una pose o algún movimiento muy, muy breve. La coreografía que tengo más a mano hacía un giro en tres pasos, no cuatro, con lo cual las piernas quedaban muy abiertas porque no daba tiempo a enderezar juntándolas, y a continuación nos inclinábamos, esperábamos medio segundo, y nos erguíamos rápido (melenas al viento). Espectacular si sale bien, un desastre si no llevas este ritmo diabólico en los genes.

Todavía no sabes qué pinta tiene el Karsilama turco. Pues es... energético. Es como una exhibición de fuerza. Suele ser rápido, los gestos de las manos son a veces hasta violentos (se dan puñetazos al aire y se hace el gesto de dárselos a una misma en hombros y caderas). Se hacen ondulaciones laterales y ochos grandes con las caderas; la idea es mostrar fuerza y energía. Es un estilo en el que me encantaría ver bailar a hombres, porque es totalmente lo contrario a la actitud “delicada ninfa del Nilo”. A pesar de que el año que pasé en Estados Unidos vi bailar a unas cincuenta bailarinas diferentes, sólo una (y sus alumnas, claro) practicó este estilo, así que no sé hasta qué punto lo que vi era auténticamente turco. Esta bailarina era casualmente mi profesora, y aunque agradezco la oportunidad de haber podido probar con ella cerca de diez estilos de cinco países diferentes, ¡prefiero cualquier cosa que no sea Karsilama!

jueves, noviembre 10, 2005

Fantástico cursillo intensivo en Sevilla.

Samah organiza otro cursillo de fin de semana, el segundo de esta temporada. Esta vez no lo imparte ella sino Laila, otra de las pioneras de este arte en España.

El plan es:
Día 26 de Noviembre (sábado) de 11 a 2, una coregrafía con velo.
Día 26 de 5 a 8, una coreografía con bastón.
Día 27 (domingo), de 11 a 2: Nivel iniciación, apto tanto para cualquier nivel desde principiantes totales a estudiantes avanzadas que quieran un repaso de técnica. La experiencia me dice que cada profesora explica el mismo movimiento de diferente manera así que cambiar de profesora ocasionalmente es muy útil para refinar detalles.

Los dos cursos del sábado salen a 45 euros cada uno y el del domingo, a 40. En esta ocasión es imprescindible hacer reserva, y podéis pedir más información sobre el curso y sobre cómo hacer reservas en este email: samah_sevilla arroba hotmail punto com.

Yo no me decido entre apuntarme a la coreografía con velo o con bastón. El velo es más difícil, más bonito, más elegante, y tengo un velo nuevo que pide que lo use. El bastón es folklórico, y por ello más energético, más divertido, y por otro lado, más fácil en teoría, aunque a mí me intimida, porque no sé por donde cogerlo (no me preguntes porqué no tengo esa sensación de que el velo no hay por dónde cogerlo). Aunque los bailes folklóricos van más con mi estilo y mi personalidad, y Samah dice que la coregrafía de velo es lenta, y a mí me cuesta mucho trabajo bailar lento..... ay, que no me decido. Pero lo que sí tengo claro que al menos uno, no me lo pierdo.

viernes, noviembre 04, 2005

Gitanos y danza oriental

El pueblo, etnia o raza gitana tiene un origen legendario, porque su cultura es oral. Forman parte indisoluble de la historia de las danzas de Oriente Medio que llamamos “del vientre” u “oriental”.

Simplificando mucho, se sabe con cierta seguridad que los gitanos provienen de la India, y que hay variantes de danzas y de otras manifestaciones culturales que pueden rastrearse en un movimiento de este a oeste y de sur a norte, como las ramas de un árbol puesto en horizontal. Los gitanos llevan viviendo siglos en casi cualquier país entre España y la India, y desde el norte de Europa hasta el sur de Egipto, eso naturalmente sin contar la emigración a América de un siglo para acá. Los gitanos se llaman a sí mismos también romaníes, y a su cultura, Roma o Rom. Normalmente son nómadas, pero no siempre, y se han dedicado a la ganadería, y a la herrería u orfebrería, además de a la música y al baile. Al ser itinerantes, nunca han tenido una nación propia y en ocasiones han mantenido una relación tensa con la población mayoritaria del país en el que vivieran.

En los países en los que hay danza oriental y población romaní, el estilo romaní forma parte de los folklóricos, los menos refinados. No son estilos que quieran ser elegantes, sino dar apariencia de improvisados, alegres, a veces sexys, y muy llenos de energía. El más famoso es el Ghawazee egipcio, popularizado en Estados Unidos por bailarinas a las que atrae el aire de autenticidad de un baile popular, y también el estilo de los trajes, sin escotes, ni demasiada piel al aire, ni lentejuelas. No todo va a ser purpurina en esta vida.

En el éxodo de los romaníes puede estar la respuesta al origen del flamenco. Hay quien piensa que el flamenco proviene de los bailes tradicionales indios, que los romaníes trajeron hasta España. Y hay conexiones intrigantes: en Junio conocí a Nursel (me alegra inmensamente ver que tiene una página web, y no es mala), una bailarina eslovena de origen macedonio. Estábamos en Estados Unidos, donde yo llevaba un año y ella estaba de gira. La vi bailar Chocek, el estilo especial de Macedonia, y luego estuvimos en una fiesta donde todas las invitadas éramos bailarinas de danza oriental. Pues bien, el estilo de baile “privado”, improvisado, sólo por diversión, ese estilo que todos tenemos sin pensar, de Nursel, era extraordinariamente parecido a lo que bailamos en el sur de España cuando la música pop lleva elementos flamencos o latinos. Los mismos movimientos de brazos, pies y caderas. ¡Y que conste que Nursel no sabía flamenco!

martes, noviembre 01, 2005

ya que estamos hablando de complementos

A muchas bailarinas de danza oriental les gusta llevar muchos complementos, especialmente pendientes y pulseras. En mi escaparate virtual podéis ver muchos diseños diferentes, unos más discretos y otros más llamativos. La web está en inglés pero las instrucciones son sencillas; podeís hacer encargos y preguntas en la dirección de email que encontraréis allí, o aquí en los comentarios.

Más sobre vestimenta

De momento he hablado de qué prendas puedes usar en las primeras clases antes de decidir si te vas a tomar las clases tan en serio que quieres ropita, y sobre bailar con o sin zapatos. Ahora el paso siguiente: has decidido dejar de bailar con ropa que parezca de aerobic, pero no te vas a comprar un traje profesional (por lo menos, de momento no).

Lo primero es algo para la cintura. En mi ciudad se pueden encontrar pañuelos con monedas y cuentas bordadas a cualquier precio entre 15 y 50 euros. Si no estás en España, es casi lo mismo que en dólares americanos, y para que veáis lo que significa en relación al coste de la vida, un CD en una tienda vale de 15 a 20 euros y un sueldo un poco escaso pero suficiente para vivir sería unos 600 euros al mes. Naturalmente, tanta diferencia también es diferencia de calidad y de abundancia de bordados.

Hay dos formas de pañuelos: triangulares y rectangulares. Los triangulares les sientan mejor a las mujeres con caderas anchas y cintura estrecha. Los rectangulares, al revés, a las mujeres de cintura ancha. La mayoría tiene monedas, y llaman mucho la atención, y hacen ruido cuando te mueves, pero tienen un inconveniente: el borde de las monedas corta el hilo, y al bailar vas desprendiendo una moneda de vez en cuando. Si encuentras algo que te guste que tenga pedrería y flecos, sin monedas, será menos ruidoso pero más práctico.

Otro artículo interesante para ir a clase bien vestida son los pantalones bombachos, que a veces se llaman “pantalones de harén”. Si son de tela un poco elástica, como punto por ejemplo, no hay nada más cómodo en el mundo. Los hay de telas sintéticas, pero bailando, ejem, se suda mucho. Puedes bailar con una falda larga de vuelo, son también muy cómodas, pero la profesora no verá qué estás haciendo con los pies y las rodillas así que no la recomendaría para una principiante. Si la profesora no se da cuenta de que no doblas las rodillas cuando ella quiere, podrías hacerte mucho daño en la espalda, y si tienes los pies separados cuando ella quiere que los tengas juntos, tus movimientos quedarán feos.

De cintura para arriba, camisetas ajustadas, con la cintura al aire si te gusta. Si tienes más de una talla de sujetador 90B, cómprate un sujetador deportivo muy firme, de alto impacto, pero que sea cómodo, que no apriete.

Mi uniforme particular de las clases de baile en este momento es unos pantalones anchos de algodón grises o lilas, un sujetador deportivo rojo, un cinturón de monedas triangular morado con las monedas plateadas y los pendientes más grandes que tenga. Los accesorios (joyas, faldas, pañuelos....) tienen algo contagioso. Siempre queremos más. ¡Y son tan bonitos! Esto es lo básico, aunque algunos estilos necesitan otros complementos.