martes, agosto 30, 2005

De parte de Knickers

Knickers (link en inglés) pone en su blog listas de cosas sobre ella bastante a menudo, y el último cuestionario me ha gustado para traducirlo y adaptarlo un poco a la danza oriental. Tomadlo como una introducción más detallada a las cosas que me gustan.

7 cosas que me gustaría hacer alguna vez en mi vida:

1. Ver danza oriental en vivo en los países donde se practica, como mínimo un estilo totalmente popular, además de en alguna sala de fiestas de Egipto.
2. Tener un traje totalmente espectacular.
3. Volver a bailar en público, esta vez sola.
4. Coreografiar Kidda, una maravillosa canción entre pop egipcio y techno occidental de Natacha Atlas (Habibi lish, habibi lish...)
5. Aprender a tocar los crótalos.
6. Eliminar la asociación entre la danza oriental y el strip-tease.
7. Invitar a Morocco a bailar en Sevilla.

7 cosas que puedo hacer.

1. Círculos de cadera egipcios.
2. Vibraciones de hombros.
3. Vibraciones de cadera al mismo tiempo que ando.
4. Círculos pequeños con las caderas al mismo tiempo que ando.
5. Círculos con la caderas al mismo tiempo que giro.
6. Bailar con un velo sin que se me líe a la cabeza.
7. Bailar cualquier otra cosa como si fuera danza del vientre.

7 cosas que no puedo hacer.

1. Casi cualquier ondulación.
2. Ponerme de rodillas en el suelo y dejarme caer hacia atrás (eso no es danza oriental propiamente dicha, forma parte de variaciones ocidentales del baile, pero bueno)
3. Sostener cualquier cosa en equilibrio sobre la cabeza. Ni un bastón, ni un shamadan, ni nada de nada.
4. Ondular y andar a la vez.
5. La "vibración egipcia", que empieza en las rodillas en vez de en las caderas.
6. La vibración-rotación, círculos de caderas extremadamente rápidos.
7. Bailar de forma provocativa.

7 cosas que me gustan de la danza oriental.

1. Me gusta verla,como forma de baile me parecía maravillosa, mucho antes de practicarla.
2. Me pone en forma sin hacerme daño (y con mis problemas de espalda, esto es una prioridad)
3. Me pone en forma sin aburrirme.
4. Aumenta la autoestima, porque a veces es difícil y superarme es un reto.
5. Me ha servido para conocer a gente interesante.
6. ¡Los trajes son preciosos!
7. Me gusta la música que se utiliza incluso para escuchar, no sólo para bailarla.

7 bailarinas favoritas.

1. Mi profesora.
2. Morocco.
3. Sahra Saeeda
4. Mi amiga Liz.
5. Leyla Jouvana.
6 y 7 Algunas compañeras de clase, aficionadas que le echaban muchas ganas.

sábado, agosto 27, 2005

Técnicas de vibración

De momento los lectores de este blog son tímidos y no dejan comentarios, pero el contador de visitas invisible me dice qué buscaba quien me ha encontrado en un buscador. De forma que si alguien entra en Google y pone "bailarina del vientre strip-tease sensual" y el invento lo trae hasta aquí, pues yo me entero.

Todavía no ha llegado a Sólo Cuando Bailo nadie buscando porno barato, peró si hay alguien en Argentina que ha buscado "técnicas de vibración en danza oriental". Saludos a esta persona con ganas de aprender, y me parece una estupenda idea para más de una entrada del blog.

Una vibración es un movimiento muy rápido, así de simple. La gracia está en conseguir que vibre una sola parte del cuerpo: por ejemplo, sólo los hombros o sólo las caderas. Es difícil explicar por escrito, pero si piensas, por ejemplo, en un movimiento de las caderas arriba y abajo, si vas al ritmo de la musica el movimiento es rápido, y si te mueves el doble de rápido que la música, ya es una vibración. No realizamos vibraciones con música lenta, claro.

Hay muchísimos tipos de vibración. Algunos pertenecen a estilos concretos de danza: la vibración Hagallah con música hagallah, la vibración Ghawazee con música Ghawazee, la vibración de las manos con los bailes de Arabia Saudí, y así todo. Pero algunas vibraciones son de uso general; a partir de aquí espero no meter la pata porque todo mi vocabulario es en inglés y voy traduciendo:

-La vibración vertical de caderas (o vibración "arriba y abajo", en inglés "up & down shimmy"): con las rodillas ligeramente dobladas, y la espalda recta pero relajada, las caderas se mueven arriba y abajo lo más rapidamente posible. Es importante no contraer los músculos de las piernas ni los glúteos, porque si no, aunque nos movamos rápido la vibración será mínima. Es mejor empezar al ritmo que cada una pueda, ir ganando fuerza, potencia, y preocuparse más por la postura que por la velocidad: se pueden tardar unas cuantas sesiones de práctica en tener la espalda derecha, sin arquearla (¿recuerdas a tu madre diciéndote: "¡Ponte derecha!"?) pero sin contraerlos glúteos a la vez.

-La vibración horizontal de caderas (o vibración "twist" o "twisting shimmy"): Con las rodillas ligeramente dobladas y la espalda recta pero relajada (¿A que esto te suena?, las caderas se mueven girándolas ligeramente desde la cintura. Miras hacia adelante, el tronco no se mueve para nada, y las caderas giran unos 45 grados a la derecha y a la izquierda. Puede ser un paso lento o una vibración y es la mejor vibración para andar.

Otro día comento más tipos, variantes que los hacen difíciles, y recomiendo algún DVD.

jueves, agosto 25, 2005

La danza del vientre no existe

¡Anda!, ¿qué sorpresa, no?

No hay que ser un experto para saber que no hay “un” baile flamenco, sino “palos” o estilos. No vamos al teatro esperando ver bailar sevillanas. No bailamos fandangos en la Feria de Sevilla. No se bailan bulerías con la música de las soleares (vamos, no que yo sepa). La danza oriental es lo mismo. Dejo la discusión sobre estilos para otro día, pero es importante saber que hay muchos estilos para entender lo que voy a decir a continuación.

El estereotipo occidental de la danza del vientre es que la practican mujeres para excitar o entretener a hombres, ya sean bailarinas profesionales en un local, o esposas o concubinas en un harén. Este estereotipo tiene unos 150 años, y la danza tiene por lo menos mil, si no más.

Queremos pensar que los pueblos orientales, árabes, musulmanes o como los queramos llamar son muy diferentes de nosotros, y no es así. Todas las sociedades se parecen más de lo que quieren reconocer. La idea de una civilización en la que las mujeres están encerradas en casa tiñéndose las manos de henna, contándose historias, y aprendiendo sofisticadas técnicas sexuales hasta que el hombre de la casa las llama, puede resultar muy atractiva como fantasía a algunos hombres, pero desgraciadamente no es muy práctica. Quizá la aristocracia pueda vivir así, pero no la gente corriente. No discuto la posible existencia de mujeres orientales como las cortesanas occidentales o las geishas japonesas (no prostitutas, sino dedicadas al entretenimiento de los hombres), pero las mujeres tienen más funciones sociales en las sociedades en las que la danza oriental es autóctona.

Decía que todas las sociedades se parecen. Muchas tienen una fiesta en la que una vez al año es normal bailar en la calle (en Sevilla se llama Feria de Abril, en otros sitios se llama otra cosa). Los hombres tienen un punto que no quieren llamar coquetería, pero sí quizá vanidad (y hacen pesas, y se ponen colonia, y se compran un coche nuevo). En muchas, cada sexo parodia al otro y cuenta chistes que empiezan “¿Sabes por qué los hombres......?” Las mujeres se reúnen para cotillear. En todas las sociedades hay bodas, y en casi todas las bodas se baila. A menudo, tambiñen se baila en los rituales que convierten a los recién nacidos en personas (por ejemplo, un bautizo) o a los niños en adultos (como la primera comunión, la fiesta de cumpleaños de los quince o dieciséis, o cumplir dieciocho años). En algunas sociedades, incluso se baila a veces porque sí, porque hoy toca fiesta. Pues bien, todos estos momentos que nos resultan familiares también se dan en otras culturas, y en Oriente Medio y el norte de África algunos de estos momentos importantes en la vida se celebran bailando. Adivina cómo.

Vuelvo a sacar las comparaciones con algo occidental. Los bailes de salón son el mejor ejemplo. Imaginad alguien que no conozca nuestra cultura para nada, por ejemplo un chino del siglo XV, y que vea a dos novios españoles rompiendo el hielo en el baile de su boda, bailando un vals recién aprendido. Ella lleva un vestido con un escote bastante amplio, descubriendo los hombros. Y se miran a los ojos, claro, mientras los invitados los miran a ellos y comentan si bailan con gracia o si son unos sosos. Nuestro chino del siglo XV podría escandalizarse de la seductora semidesnudez del vestido de esta chica, unida a lo inmoral que es que alguien baile vestido de luto (para los chinos, el blanco es el color del luto). Que los novios muestren afecto en público le parece incomprensible. Que se toquen, escandaloso. Volvería a China explicando que en Occidente las parejas bailan una parodia de acto sexual en público, con los cuerpos tocándose, mientras los invitados a la boda comentan las capacidades sexuales o fértiles que se adivinan en la pareja según lo bien que se muevan. Y entonces, en China, el vals simbolizaría lo más decadente y sensual de la cultura europea. Algo parecido a este malentendido es lo que le ocurre a la danza oriental.

domingo, agosto 21, 2005

La información es poder

Estos días en los que no he puesto nada en el blog he buscado un poco de información a través de google. La situación de la danza oriental en España es casi invisible en Internet; pocas páginas personales de bailarinas, músicos o aficionados, ni un solo blog, muy pocas páginas de escuelas. En inglés sí hay muchísima información (y entonces el problema es filtrarla, claro), ya que hay mucha afición en Estados Unidos. Hay varios estilos de danza del vientre que son específicamente americanos, como la danza "tribal" o lo que llaman "American Belly Dance". Otro día daré definiciones.

Una muestra de las consecuencias de la falta de información es que como en muchos países la danza oriental es característica de los gitanos o romaníes, y en España el flamenco tradicionalmente también, una bailarina del vientre americana interesada en profundizar en la historia y cultura del pueblo gitano acaba, más pronto o más tarde, aprendiendo un poquito de flamenco. Bueno, flamenco. Mi profesora era experta en bailar la zambra mora, y fíjate que curioso: la primera página de Google cuando buscas esas dos palabras tiene cinco páginas en inglés, una en italiano, y dos en español. En cualquier caso, el baile siempre expresa la personalidad, y cuando esas bailarinas americanas bailan su propia interpretación del flamenco, se nota su estilo preferido de danza oriental, atlético, sexy, tímido, o como sea. Incluso cuando los movimientos son iguales, no bailan igual que se baila en España. Hasta aquí, normal. Lo que no es normal es que esa falta de información llevara a un grupo de seis mujeres que vi hace unos meses en Syracuse (Estado de Nueva York) a bailar un pasodoble ¡con movimientos flamencos! Me costó trabajo no reírme, pensando en qué pensarían en Egipto si me vieran bailar, no sé, su música con una coreografía de estilo turco o algo así.

Moraleja práctica: si buscas clases de danza oriental, pregunta a la profesora cuál es su especialidad, o si estilo favorito, y por qué. Pregúntale si ha aprendido en el extranjero, o en Occidente con profesoras nativas. Pídele que te recomiende algún libro: no porque yo quiera que lo leas, sino para ver qué contesta, porque ninguna profesora que se precie sabrá bailar sin haberse interesado aunque sea sólo un poco por la cultura y la historia que tiene detrás.

martes, agosto 16, 2005

Las bailarinas orientales, ¿están gordas?

Hace poco he visto por unos segundos en televisión bailando flamenco a dos mujeres que no podían ser más diferentes: Sara Baras y La Farruca. Para algunos, la imagen mental de una mujer bailando flamenco es una gitana algo mayor, e inmensa. Bien gorda. Para otros, es justo lo contrario. Pues en la danza del vientre es igual: hay de todo.

Por puro sentido común, una profesional que baile un mínimo de una o dos horas diarias no puede estar gorda: está quemando demasiada energía. Puede estar llenita, redondita, si esa es su constitución. Lo que ocurre es que es posible ser una bailarina excelente estando gorda (si es posible practicar, y practicar, y practicar hasta ser excelente, y aún así no quedarse delgadita y musculosa): a diferencia del ballet, la danza contemporánea, la gimnasia rítmica, o el musical estilo Broadway, por poner algunos ejemplos, el peso no va en contra de la bailarina oriental.

Al igual que en flamenco hay muchos palos, y unos van bien con un cantante y otros no, el tipo físico de la bailarina dicta que algunos movimientos lucen más que otros. Una bailarina gorda o de carnes blandas (que no es lo mismo: se puede estar delgada y con el músculo sin tonificar) puede vibrar mucho con poco esfuerzo. Es decir: el mismo movimiento rápido produce en una bailarina fofa mucha más vibración que en una bailarina atlética. Esa bailarina atlética de músculos definidos probablemente tenga más gracia y elegancia al mover los brazos y al realizar ondulaciones. Además, una falda de talle bajo y que enseñe la zona central le sentará mejor a una bailarina que, con o sin barriga, tenga la cintura estrecha. La bailarina de cintura ancha o caderas estrechas tendrá que mover las caderas con más energía para que su trabajo se vea bien.

Más ejemplos de cómo la figura influye en el baile: una bailarina de poco pecho y otra que lo tenga abundante tienen la misma musculatura, pero la primera podrá sentirse más cómoda al realizar movimientos de la caja torácica. El mismo movimiento, que en esa bailarina parece correcto técnicamente, atlético, elegante, en la segunda bailarina resultará mucho más sensual, y más descarado.

Una bailarina alta y esbelta puede sentirse torpe, y puede que tenga que luchar contra años de intentar encogerse, pero una vez que supera los complejos, las ondulaciones de cualquier parte del cuerpo le lucen más. Una bailarina más bajita ondula menos, pero los ojos del público no se distraen con tanto brazo y tanta pierna, así que podemos concentrarnos en el trabajo de las caderas.

Las mejores bailarinas que he conocido tenían cada una un físico diferente. Sin dar nombres, por ser diplomática, puedo poner como ejemplos a una mujer muy bajita; a otra perfectamente plana de pecho, pero nada plana de todo lo demás, y de cintura y caderas casi iguales; a una alta y atlética, con el culo bajo; a una redondita, no gorda pero sí con las caderas anchas. Y como cada una conocía muy bien su cuerpo, bailaba en el estilo que le resultaba más natural, y siempre estaban estupendas.

Así que, ¿las gordas bailan? por supuesto. Pero a las canijas, las dejamos que bailen también.

sábado, agosto 13, 2005

Danza y Yoga

Al yoga le tengo muchísimo respeto. Conozco muy poco sobre el tema, la verdad, pero lo poco que sé me resulta útil. Practiqué algo de pequeña, pero he olvidado casi todo. Durante un tiempo, mis clases de danza tenían lugar en un estudio de yoga, así que un día curioseé una revista, y vi una foto de una postura que me pareció interesante para el fortalecimiento de los hombros: la cobra. A partir de ahí, investigué un poco por internet y añadí algunas posturas (o "asanas") de yoga a mi calentamiento. Suelo hacer la postura sobre los hombros, el arado, la cobra y el niño, en ese orden, antes de empezar mi calentamiento, la pinza vertical a medio calentamiento, y acabar la sesión de baile con "la pinza". Estos movimientos de yoga, sobre todo la cobra, me han dado la flexibilidad necesaria para hacer algunos movimientos, como el puente.

En ese enlace de la derecha, podéis encontrar instrucciones precisas y seguras para realizar algunas de esas posturas, aunque parecen traducidas del inglés bastante torpemente.

Presentación de la autora

Ya que llevo unos cuantos posts hablando de danza oriental, habrá que explicar quién soy y por qué hablo de este tema.

Lo primero: no soy ni una experta, ni profesora, ni bailarina profesional. Llevo practicando danza oriental un poco menos de un año (cumpliré un añito en octubre). Había visto un poco de danza del vientre en televisión, y en vivo, y me parecía poco menos que imposible. Pero hace ahora un año me fui a estudiar a una universidad americana que ofrecía muchísimos cursos de educación física.

Estaba yo en el gimnasio el día de las matriculaciones, con todos los profesores sentados detrás de sus mesitas para dar información, e intentando decidir si me apuntaba a Yoga, a Taichi o a los dos a la vez, cuando oí una radio atronando música árabe. Me picó la curiosidad, me acerqué, y June me pareció tan simpática que no pude resistirme. En ese año, además de ser alumna de June, asistí a un taller intensivo de fin de semana que fue una de las mejores experiencias de mi vida, y participé en un festival de música y danza (a diferencia de aquella chica que conocí, sí me veo capaz de bailar en público, pero no de dar clase). Y pude comprar muchos DVDs para practicar cuando no tuviera profesora (ya pondré por aquí reseñas).

Ahora que vivo en Sevilla, no estoy recibiendo clases, así que tengo que practicar sola. Cuando empiece el curso, me apuntaré a alguna escuela. En mi ciudad hay varias; las que tienen página web no dan suficiente información sobre horarios, niveles de dificultad y estilos para el curso 2005-06. Cuando escoja una de esas escuelas, lo haré con cuidado, y probablemente no me corte a la hora de decir aquí porqué he escogido una y no otra.

No digo todo esto porque crea que una introducción personal sea necesaria, sino para que se sepa por qué y con qué conocimientos escribo. Esta bitácora tiene la ventaje de no tener ningún interés económico (si aparece alguna coautora que sí lo tenga, avisaremos) y de ahí proviene una sinceridad brutal (si me encuentro por ahí con una mala profesora, bailarina, DVD o lo que sea, os enteraréis, eso seguro). Por esa misma sinceridad, hay que avisar que quien escribe no es una veterana. Aunque para eso, dadme tiempo.

viernes, agosto 12, 2005

Historia de una foto


nada como un buen montón de flecos.

Sí, ya sé que acabo de decir que a danza del vientre no debería llamarse así, y ahora voy y pongo una foto enseñando cintura (que no barriga, porque quedaba tapada por todos esos flecos). Pero esa foto es un término medio entre poner muchas fotos y algo de colorido y las pocas ganas que tengo de sacar demasiadas fotos mías; un momento de timidez lo tiene cualquiera.

Esta foto se tomó en el Festival de Ítaca (enlace en inglés), de música y danza entre otras actividades, en el que participé hace dos meses. Mi primera profesora de danza oriental, la maravillosa June, tomó parte junto a sus tres compañías-en-una. Chandani tienen un nivel avanzado, profesional; Ishtar's daughters empezaron como de nivel intermedio-bajo y ahora son intermedio-alto, y Farowla (si se visten de rojo) / Fairuze (si las mismas se visten de azul) son de nivel intermedio-bajo a principiante. June tuvo el detalle de dejarme bailar el número completo de Fairuze y en la mitad de la intervención de Ishtar's Daughters.

El Festival comenzó con un desfile, en el que llevábamos velos porque el título de esta edición era "Catch the Wind", "atrapa el viento". Bailar con velos al aire libre no es buena idea, pero en un desfile, sin coreografía, jugar con ellos sin hacer movimientos arriesgados para no acabar con el velo enredado a la cabeza, quedó espectacular.

Como yo sólo tenia un vestido adecuado, para no repetir tuve que improvisar un traje el día del desfile. El improvisado es el de la foto: un top muy corto, una falda larga, mi cinturón de monedas, y un mantón triangular como los de flamenca, al que bordé sobre los flecos de tela otros de pedrería. Brillitos, que no falten.

Y la danza ésta ¿cómo dices que se llama?

De momento he alternado a lo loco los nombres de danza oriental y danza del vientre. Se refieren a lo mismo; si utilizo los dos es porque sé que “danza del vientre” es incorrecto, pero “danza oriental” me suena a “danza del Lejano Oriente”, es decir, a algo chino o japonés.

En los países de donde procede (Oriente Medio, Turquía, el norte de Africa), este baile se llama en árabe Raks Sharki, or Raqs Sharqi, lo mismo da. Esta expresión significa sencillamente “danza oriental”. El nombre de danza del vientre se lo inventó en 1893 un empresario que visitó la Exposición Internacional de Chicago, al ver a una bailarina de nombre artístico “Little Egypt”. Varios países de Oriente Medio compartieron una exhibición conjunta, donde los bailes tradicionales fueron una de las principales atracciones, además de un escándalo, por la forma de moverse y por la vestimenta de las bailarinas. No, los bailes no eran lo que hoy llamaríamos sexys o provocativos, desde luego no para la mentalidad de quienes los practicaban. Lo que ocurrió fue que los espectadores americanos estaban acostumbrados a que bailar se hiciera exclusivamente con los pies, y a que las mujeres estuvieran envueltas en estuches rígidos por debajo de la ropa, mientras que las mujeres orientales llevaban ropa suelta y cómoda. ¡Los americanos veían algo profundamente inmoral en mujeres que no estaban asfixiadas por un corsé!

Volviendo al tema del “vientre”. La escritora Alice Bloch en su cuento “Learning the Hula” dice algo sobre los bailes hawaianos que es muy aplicable a la danza oriental: “el hula no se baila con las caderas sino con todo el cuerpo, pero los occidentales estamos tan acostumbrados a fingir que no tenemos caderas que cuando alguien las mueve ya no vemos otra cosa”. La danza del vientre utiliza todo el cuerpo. Además, si hay una parte que trabaje más que las demás, no es la barriga, sino las caderas. Conozco un solo movimiento que sea exclusivamente para el vientre, y es a mi modo de ver, muy avanzado (a veces creo que el sentido de la vida es seguir practicando hasta que esa onda me salga).

Esta denominación de “danza del vientre” hace demasiado énfasis en las variedades que se practican con el abdomen descubierto. ¡No todas las danzas del vientre enseñan siquiera la barriga! ¿Sorprendidos? En Egipto, origen de los estilos más conocidos, hace décadas que es ilegal que las bailarinas lleven destapada la zona central del cuerpo. En otros lugares del mundo, no es que sea necesario, sino que los trajes tradicionales cubren todo el cuerpo. Cuando he bailado en público, lo he hecho con un vestido ajustado, sin mangas, largo hasta los pies, con un pañuelo de monedas atado a las caderas. Aquí podéis ver algunas fotos de bailarinas con trajes que no enseñan la barriga. La primera lleva un traje egipcio propio para salas de fiesta, la segunda luce trajes de muchas danzas populares y las de la tercera llevan trajes turcos.

¿Y por qué no digo “danza oriental” todo el tiempo? Pues porque me suena un poco cursi y pretencioso, porque lo importante es que se entienda de qué estoy hablando, y porque así es más fácil guglearme. Así que lo práctico es usar un nombre u otro según nuestro ánimo del momento, pero teniendo en cuenta que aquí, de vientre, poco. Menos por una cosa.

Practicar esta danza con regularidad moldea unos abdominales preciosos.

La danza de los siete velos (nueva versión de post antiguo)

Hace poco, al hablarle a una mujer casada de la danza oriental, su amiga la llamó "danza de los siete velos", y el marido de la casada hizo una broma al respecto. Apunté la ocasión para deshacer aquí el malentendido.

Ni siete, ni uno. La danza del velo es un invento americano. La legendaria Nadia Gamal (link en inglés pero es una entrada sencillita tipo enciclopedia), una bailarina egipcio-libanesa, fue la primera persona que hizo entradas con velo, en los años 40: entraba al escenario con el velo, jugaba con él menos de dos minutos, lo dejaba caer, y al lío, a bailar de verdad. Tengo un DVD de Nadia Gamal ya en los 70 en el que lo más seductor que hace con el velo es colocárselo delante justo por delante de los ojos, dejándolo caer, y mirar por encima, moviendo la cabeza al compás de la música. Antes de Nadia Gamal, nadie bailaba con velo.

Usar el velo para coreografías completas es una invención puramente americana. Hay velos simples y dobles; no sé si el velo doble son dos velos, o uno el doble de grande. El velo de las mujeres musulmanas es una prenda de vestir cuyo objetivo es cubrir el pelo, o el pelo y la cara, que se usa para salir a la calle o a veces en casa en presencia de hombres. Si me dejáis un comentario pongo un post sobre distintos tipos de velos-prenda-de-vestir. El velo de la danza del vientre a la americana no es una prenda de vestir, nunca nunca nunca. Es un accesorio, como el bastón de Fred Astaire o la pelota de la gimnasia rítmica.

Que la danza con velos no sea oriental no le quita valor; algo bonito es algo bonito. Personalmente, una danza del velo que quiera parecerse a un strip-tease me parece de mal gusto, pero eso es sólo mi opinión.

Más información sobre velos:
Cómo escoger uno perfecto para ti.
Posibilidades de la coreografía con velo.

jueves, agosto 11, 2005

¿Por qué un blog sobre danza del vientre?

La respuesta sencilla es ¿y por qué no? Una respuesta un poco más larga es que aunque hace tiempo que parece que la danza oriental está de moda, o a punto de ponerse de moda que es casi lo mismo, hay poca o ninguna información en internet y en español. Y ninguna de las páginas web en español que he encontrado eran puramente informativas. En inglés hay muchísimo material online, pero es difícil distiguir lo informativo de lo comercial, y lo verdadero de lo falso. Así que esta página intentará resolver prte de esa desinformación.

y ¿por qué un blog y no una página web "tradicional"? Pues porque diseñar un blog me resulta más entretenido, y porque estamos acostumbrándonos a leer estilo bitácora: trocitos pequeños, muy a menudo. Además, así la gente puede poner comentarios o preguntas sobre la marcha, y si resulta que alguien sabe sobre el tema más que yo (cosa probable) me puede corregir.

A ver por dónde sale el experimento. Espero que os guste.

Una introducción con ganas.

Una introducción sosa y otra con un poco más de historia. Ésta viene directamente de mi blog personal, lo siento si la estás leyendo por duplicado.

Hace algunos meses asistí a un curso intensivo de danza oriental (enlace en inglés). 15 horas de talleres y dos espectáculos de más de dos horas, en dos días. Allí conocí a una chica que llevaba aprendiendo danza del vientre un poco más de tiempo que yo, y que me dijo que era profesora de principiantes en una academia. También me contó que su nivel no era lo bastante bueno como para actuar en público, especialmente delante de gente tan experta como algunas de las asistentes al curso. Aquello me escandalizó, porque me di cuenta de que cualquiera puede poner un cartel en la puerta y autoproclamarse profesora de danza oriental. En Occidente, las estudiantes novatas no tienen con qué comparar a su profesora. En España, al menos en las partes del país donde se baila flamenco, alguien interesado sí puede comparar, pero con la danza oriental hay un desconocimiento peligroso. Una mala profesora te puede transmitir sus defectos, hacerte pensar que no se te da bien cuando puede que se trate de un problema de método o de estilo, y lo peor de todo, puede provocarte lesiones serias de espalda o de rodillas.

Por otra parte, está la reputación de la mal llamada danza del vientre y de quienes la practican. Por ejemplo, una búsqueda Google de las palabras "danza del vientre" y el nombre de mi ciudad (no voy a dar los datos exactos para no dar publicidad a esta persona) conduce al anuncio de alguien que practica strip-teases en despedidas de soltero. No tengo por qué dudar de la calidad técnica de esa bailarina, pero no me da la gana de limitar a eso este baile, que puede ser un arte tan digno y expresivo como el ballet clásico en las manos adecuadas.

Lo que quiero es que la próxima vez que alguien meta en Google "danza del vientre", no se encuentren el horario de una academia que no explica si la profesora practica baile turco, egipcio, a la americana, folk o cabaré, o un poco de todo. Ni un anuncio de striptease. Quiero que se encuentren información. Así que como nadie está dando información sin intentar vender algo, daré esa información yo. Se admiten co-escritor@s.

Señoras y señores, bienvenidos a Sólo Cuando Bailo, la única bitacora informativa sobre danza oriental.

Suspiro.....

En fin. Este bebé blog, de sólo un par de semanas, ha pegado un tropezón virtual en sus intentos de añadir fotos. Ya le dijo Zifra a Dani que si se modifican las plantillas de Blogspot, hay cosas que ya no se ven, y evidentemente no quiero una bitácora que sólo se vea en Internet Explorer. Así que volvemos a empezar, repitiendo en un día los posts desde el principio y a ver si esta vez hay más suerte.