martes, diciembre 06, 2005

Dificultades y recompensas

Se puede preguntar el lector que si merece la pena todo esto. Meses de práctica para poder hacer un movimiento que ni siquiera resulta muy sexy o espectacular (al menos, no hasta que queda perfecto). Una descripción tan anatómica hace que parezca aburrido, lo reconozco. Y es verdad que es muy difícil. Así que a continuación, una lista de beneficios de la ondulación de la caja torácica, también llamada “camello”:

-Aprender a relajar los hombros. En el baile y en la vida diaria.

-Lo mismo para el cuello. Así se previenen tensiones del cuello y dolores de cabeza.

-Es útil para ser conscientes de si estamos bien sentados o encorvados, especialmente quienes nos pasamos todo el día frente al ordenador. Se previenen problemas de mala postura.

-Ya que nos hemos dado cuenta de esa mala postura, ejercitar la parte superior de la espalda ayuda a sostener el tronco y a prevenir dolores de espalda.

-En las mujeres, trabajar los músculos del pecho puede ayudar a “subirlo”; si lo tienes pequeño aumentará, y si lo tienes grande o caído no se reducirá pero estará más alto, más redondo. En los hombres, es un trabajo suave de pectorales.

-Es un ejercicio muy localizado para quienes quieran reducir michelines muy altos (algunas personas acumulan grasa en la espalda, que queda como “acolchada”).

-También se trabajan los abdominales superiores, los que están inmediatamente debajo de las costillas. Resultado a largo plazo con práctica frecuente: cintura más delgada.

Resumiendo, más o menos los mismos efectos beneficiosos de la natación, pero sólo de cintura para arriba. Y no hace falta ponerse bañador, ni ir a la piscina a apestar a cloro.

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