¡Feliz Año Nuevo!
he pensado en esta entrada del blog porque mi profesora se tomó libre la semana pasada y además no pude ir a todas las clases de Diciembre, así que estoy deseando que llegue el miércoles para que vuelva. Por otra parte, muchas practicamos la danza del vientre para estar en forma, y algunas para adelgazar, pero las clases normalmente son de una o dos horas en semana y eso no basta, por diferentes razones. A veces no puedes ir a clase durante semanas, como ahora con las Navidades. ¿Qué se puede hacer en casa?
Si quieres más práctica, para perfeccionar, hacerlo sin profesora es difícil porque nadie te corrije los errores. Practicar sin guía te mantiene en forma, pero sólo eso. No es que esté mal, pero no es suficiente. Utilizar vídeos y DVDs ayuda, y practicar delante de un espejo grande ayuda mucho. Aun así, creo que practicar en casa no sirve para mejorar la técnica.
Ahora, supongamos que no tienes DVDs, y que vas a clase una o dos veces en semana. Yo creo que es muy importante practicar en casa, porque tan pocas horas no son suficientes para ejercitar los músculos y para coger los ritmos de la música. Como sugerencia, esto es lo que hago yo cuando tengo un rato, los días que no voy a clase.
Pongo música árabe, aunque no vaya a bailar en realidad, para coger el ritmo.
Primero hago un calentamiento suave con muchos estiramientos. Hago varios movimientos de yoga (ahí en la barra lateral teneis un enlace a una web que explica los principales). Hago el pino sobre los hombros, el arado, la esfinge, la cobra, el niño, y la pinza vertical en ese orden.
En segundo lugar, hago movimientos lentos con los brazos; los movimientos propios de la danza que se practican en clase, pero lentamente. la progresión natural es pasar a algunos movimientos de hombros, como círculos y ochos. Me gusta ir de arriba a abajo, así que a continuación repaso movimientos de la caja torácica, y después de las caderas.
Sencillamente, intento recordar los movimientos de la clase y los convierto en una especie de tabla de gimnasia. Si simplemente me pusiera a bailar, me quedaría sólo con los pasos que más me gustan, y para repasarlos todos, también los difíciles, voy haciendo cinco o diez repeticiones de cada paso, me guste o no. Siempre dejo las ondulaciones para lo último.
A continuación, selecciono una canción que me guste especialmente y la bailo, de una forma poco espontánea porque lo que intento es hacer la mayor cantidad posible de shimmies añadidos a otro movimiento, como un giro.
Para terminar, hago algunos estiramientos más.
Esta es la forma de practicar en casa que mejor me funciona a mí, pero seguro que cada una tiene la suya. Lo importante es encontrar una forma de repasar en casa de vez en cuando para que lo aprendido en clase no se oxide.
lunes, enero 02, 2006
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