Estamos hablando del Hakim el egipcio, no el hispano-marroquí. Primero un poco de historia: Este cantante ha publicado los siguientes discos:
Nazra (1991)
Nar (1994)
Efred (1996)
Hakim (1998)
Yaho (2000)
Talakik (2002)
Como prefiero haceros reseñas de discos completos, voy a hablaros de Talakik, que es el que mejor conozco. Me parece, en cualquier caso, que todos los discos de Hakim son bastante parecidos entre sí.
Hakim practica un estilo de pop egipcio que según quién te lo cuente es Sha'bi, un estilo musical, o proviene de él. Lo hemos oído todas: es rápido, es árabe, y es pop. Muy pop. El ritmo es siempre un saidi producido por medios electrónicos que no tiene variaciones, y eso lo hace monótono de escuchar y fácil de bailar, y especialmente adecuado para coreografías de estilo americano o cabaret. Os recuerdo que yo uso el término cabaret para decir "danza oriental muy occidentalizada", sin el menor contenido negativo.
La verdad es que a mí no me apetece verdaderamente escuchar una canción o un disco de Hakim si no es para bailar una coreografía bonita que haya aprendido en una clase. Es demasiado repetitivo y no me gusta mucho su voz. Eso sí, las estructuras de las canciones se prestan muy bien a hacer coreografías sencillas. Vamos a ver qué hay en las canciones:
El Salam tiene un curioso juego en el que un sonido como de crótalos entra y sale. Recordemos: las bailarinas egipcias no suelen usar crótalos, los crótalos son más bien turcos, pero en el cabaret vale casi todo. Me parece una buena canción para principinates en los crótalos porque puedes jugar con la canción en vez de tocarlos todo el rato.
Telephon Zoghayar es, como su nombre indica, una canción sobre hablar por teléfono (o esperar a que suene). Es de lo más pasable del disco porque tiene varios cambios de velocidad, si no de ritmo.
El Kalam Da es de lo mejor del disco. Tiene un juego menos monótono que otras entre la voz solista y el coro, y los momentos instrumentales dan pie a marcar acentos. Por una vez, parece más alegre que monótona. Sigue siendo una canción sólo apta para bailar.
Esta canción incluye un dúo con una cantante sudamericana, Ya Kalby. El ritmo es el del rock occidental (un DOS tres CUATRO, o dicho de otro modo dum TAK dum TAK). Me gusta la fusión, mucho muchísimo, pero fusionar dos estilos de pop blandos y prefabricados no me convence, y la cantante tiene un acento raro como si el español no fuera su lengua materna. Lo que canta es español parece una traducción bastante pobre, porque suena forzado. El día que alguien que escriba letras interesantes en música latina bailable e inteligente se ponga a colaborar con, no sé, Khaled o Natacha Atlas, me avisáis.
Resumiendo: Una cuantas canciones de éstas vienen bien para crear coreografías para principiantes, y para bailar estilo cabaret. Yo a veces los uso cuando quiero practicar en casa y no tengo ganas de bailar de verdad, convirtiendo los movimientos del baile en una especie de tabla de aerobic.
Los inconvenientes: es música aburrida para escuchar. Es repetitiva y sin imaginación. Se puede correr el riesgo de crear coreografías predecibles, y de creer que esto es todo lo que podemos bailar.
martes, julio 24, 2007
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