domingo, enero 18, 2009

Reseña de espectáculo: Brisa de Agua

Brisa de Agua se ha anunciado como "el estreno de las coreografías 2009" de las Bailarinas del Agua. Es su tercer espectéculo de larga duración, después de Agua y Fuego con Zuel y Bajo el Mar con Semíramis y Valeria Farah. En esta ocasión, participaron con ellas Apsaras, un dúo recién creado, y su participación en la gala fue menor que la de los colaboradores anteriores. Por otra parte, dos estupendos actores hicieron algunas introducciones muy divertidas. Una gran idea que me gustaría volver a ver.

Empecemos por las Apsaras. Bailaron dos números, hacia la mitad y hacia el final del espectáculo, la primera de Cabaret con fuerte influencia tribal en la ejecución de los movmientos, y la segunda de tribal. Ambas coreografías eran adaptaciones de clásicos; la primera eran de las Bellydance Superstars (Kayla me informó de que se trata de la entrada y presentación de la compañía entera), y la segunda, de Jezebelly. Creo que uno de los principales problemas de una forma de entender el tribal es bailarlo sólo con músicas con sellito de autenticidad (sobre esto va a ver una opinión, pero ya) y por eso el segundo número me resultó genérico. La música era la predecible: sonidos industriales seguidos de sonidos vagamente New Age con zaghareets. Quizá por eso me gustó la primera pieza que bailaron más que la segunda. Más personal, más auténtica.

Pasemos a las acuáticas. Han introducido un cambio en su línea habitual, puesto que han reducido mucho el uso de elementos. Sin emabrgo, eso no quiere decir que los hayan dejado por completo. Pudimos ver alas, velo y velas, además de una coreografía con pandereta y otra con crótalos, que no son elementos sino insturmentos musicales.

Vayamos pieza por pieza. En primer lugar, las Alas de Isis. Lo siento. Me aburren, y mucho. No sé porqué, pero las alas no me llegan. Si me llegan es "a pesar de". Las Alas no me cuentan ninguna película, no veo bailarinas por ninguna parte. Parece obvio que un espectáculo debe abrirse con los recursos más espectaculares al alcance de la bailarina, por lo que es normal que las acuáticas escogieran las alas, que entusiasmaron a toda la sala menos a mí.

El tono subió rápidamente, al menos para mí, con el número de pandereta. No conozco a nadie más que baile con este instrumento, que las acuáticas utilizan con muchísima gracia. El mismo tono se mantuvo en el solo de percusión de Ayana y Salma. Ahí destacó el trabajo de brazos, y la compenetración absoluta. ¡Qué raro es ver un grupo bailando como grupo, no como un montón de solistas a la vez!


A este dúo tan divertido lo siguió Laire con baladi. Sin accesorios. Me dejó maravillada con un estilo egipcio, a lo Dina pare entendernos, pero sin imitar a nadie. Se reconoce perfectamente el sello de Laire bailando un estilo, tras haber aprendido todas las caractrísticas de esa tendencia, y no limitándose a copiar a las bailarinas que bailan ese estilo. Y la coreografía... todavía estoy dándole vueltas a si era una improvisación o no. Qué arte, madre.

Después de las Apsaras, volvieron Ayana y Laire bailando una coreografía turca con revuelo de faldas. Y a continuación, el tono cambió radicalmente con mi número favorito de la noche: el solo de Salma, probablemente la acuática más dotada para la introspección y el intimismo. Una modernización preciosa con música sefardí (ahí Salma me dio donde duele).

Ayana me engañó diciéndome que no iba a haber número cómico, pero qué va: nos trajeron "muñecas", una coreografía sin hilo argumental pero muy divertida, seguida por un espectacular Khalegee, que hacía un uso muy creativo del repertorio limitado de movimientos de la danza del Golfo Pérsico.

El tercer solo de la noche, el de Ayana, me da ocasión de decir algo sobre los trajes, de los que no he comentado nada. Hubo pocos cambios de vestuario, permitiendo que las transiciones fueran rápidas, y todos los trajes fueron a cuál más bonito. Fotos, en lo de Kayla, cuando ella pueda. Varios de los trajes eran creaciones de Laire, que a este paso se va a tener que abrir una tienda como diseñadora!

El remate de la noche fue un número de las tres con crótalos; creo que lo mejor que puedo decir es que en ese número no tomé ninguna notita, señal de que me lo estaba pasando demasiado bien.

Lo mejor: la variedad de estilos, la perfección técnica, los trajes y el humor.

Lo peor: el exceso de iluminación, que aplanaba los matices. La falta de hilo conductor.

Resumiendo, un excelente conjunto de "coreografías de temporada", como señalaron ellas mismas, que me encantará volver a ver en próximas actuaciones.

4 comentarios:

Cris dijo...

has ganado un premio gracias a un blog tan interesante y útil para todas
pasa a recogerlo por www.ladanzaoriental.blogspot.com
besos y feliz danza

Anónimo dijo...

Por lo que cuentas, hubo mucha variedad hecha por un solo grupo. Nosotras cuando bailamos, somos dos grupos y si tenemos dificultad para cambiarnos de ropa, viene alguien más.
El año pasado mi grupo bailaba una coreo con pandereta y por la zona que me muevo, hay 3 academias más que la utilizan. Supongo que son modas, seguro que después de este espectáculo se anima alguna más por ahí.
Las Alas de Isis tienen mucho giro, pero poca técnica, pero son muy vistosas; igual que el sable, cuando hay un baile con él, es un éxito seguro.

Laire dijo...

Muchas gracias por la reseña, por venir a vernos cada vez que hacemos un espectáculo y sobre todo por tus halagos sobre los diseños de mis trajes y mi coreografía en solitario.

Estoy de acuerdo contigo respecto al numero estrella de la noche: Salma. Estaba preciosa y bailo más dulce que nunca.

Y Ayana.. con esa precision de movimientos en su solo de percusión..

Vamos que se me cae la babilla con ellas. :D

Pongo un enlace de tu reseña en mi blog.

Un besote

Laire

SALMA dijo...

Muchas gracias por tus comentarios :))
cuando escuché el tema por primera vez supe que tenía que bailarlo...aunque fuera música sefardí!!! (no se te va una, jaja, sabía que dirías algo!)
Besos