martes, abril 20, 2010

Reseña de espectáculo: Sonrisas

Este fin de semana, estuvimos en el cuarto-y-de-momento-último espectáculo de las Bailarinas del Agua, que le dan al botón de pausa por motivos profesionales. Y es que este es un grupo con dos condiciones: la primera, que las tres bailarinas tienen carreras profesionales muy vocacionales que no quieren ni pueden dejar por el baile. Y la segunda, que antes de ser un grupo artístico, eran amigas. Y ya sabemos los problemas de mezclar trabajo con amor o con amistad; unas Bailarinas del Agua con nuevas componentes me imagino que no sería lo mismo.

El sábado pudimos ver a tres excelentes bailarinas haciendo lo que llevan mostrándonos todos estos años.

El uso de elementos. Vimos un poco de todo, menos que otras veces quizá. Doble velo, sable, alas, los fantásticos crótalos de Ayana, doble bastón. El doble velo, primera coreografía de la noche, resultó un poco frío (o que yo les cojo manía a los números de entrada) y con algunos errores que mostraban lo precipitado del montaje. Los demás, en cambio, fueron mucho mejores. Como otras veces, el sable se usa para escenificar una lucha, algo que queda muy bien. Que es un arma, no una especie de bastón bonito.

Las fusiones "raras", con una coreografía de fusión medieval y otra de baile latino. La primera recordaba a la visión que de la danza oriental podríamos ver en cualquier película de Hollywood: un número sencillo y divertido. El segundo, con la colaboración de Nono, estaba más en el lado de los bailes de salón que en la danza oriental. Tanto Salma como Nono me dajeron de piedra con su arte para bailar. ¿habrá baile por el que no tenga curiosidad esta chica tan inquieta?

El humor. Todos los bailes tenían su punto de expresión humorística, como siempre, pero el baile específicamente cómico de esta ocasión era una versión de la escena inicial de "2001: Odisea del Espacio". Sí. Solo de percusión en la Edad de Piedra. Había que verlo.

El estilo particular de la casa. No faltaron, como siempre, los pasos de gran dificultad, y la sensación de que no se sabe si están bailando coreografías o improvisaciones, especialmente en los solos.

Resumiendo, nos dieron un espectáculo con la calidad acostumbrada a pesar de que su organización fue un poco precipitada por esos motivos que decía al principio. Han sido cinco años espléndidos. Y que nos quiten lo bailao.

1 comentario:

Halaluna dijo...

Qué pena habérmelo perdido...me hubiera encantado poder opinar también.