miércoles, julio 12, 2006

Cómo coreografiar 1: entradas

Advierto de algo importante: sólo voy a dar mi opinión de novatilla. Después de dos años bailando, no se puede pretender que sepa coreografiar, aunque algún pequeño intento he hecho. Me ha llamado la atención una búsqueda google en este blog: "cómo comenzar una coreografía espectacular" y paso a dar mi opinión sobre ello. ¡Comentarios abiertos a todo el que quiera!

Creo que no es ncesario que una coreografía que quiera ser espectacular tenga una entrada que también lo sea. Reserva tus mejores shimmies para más tarde. ¿Por qué? Pues porque ni tú ni el público habéis entrado en calor. Aún no has entrado en el ritmo de la música, por lo menos no a la perfección. Ellos no saben qué les espera, y si les das demasiado material demasiado pronto, lo que ocurra después no los impresionará como debe. Por otra parte, hay algo que es parte de la tradición: un espectáculo de danza oriental suele comenzar con una entrada, un desplazamiento desde fuera de la zona de baile hacia ésta. Me imagino se debe a la costumbre de bailar en espacios donde se espera que la bailarina entre, baile, y salga: restaurantes, salones de té, salas de fiesta. Una bailarina en un escenario puede colocarse, y entonces se abre el telón. En danza oriental esto no es lo más frecuente, y si llegas andando como siempre, te colocas, y entonces empieza la música y tu baile, se pierde todo el encanto. Tú entras siendo ya bailarina.

De momento hemos establecido dos ideas: una, que es mejor no empezar con un movimiento espectacular. La segunda, que es mejor empezar con una entrada. Algunas piezas musicales no permiten una entrada larga: un solo de percusión de minuto y medio, por ejemplo. hay que decidir cuánto va a ocupar la entrada en función de para qué vaya a ser la coreografía: una clase, un local, un escenario; y de la música: folklórica, pop, percusión, breve, larga.

Cada estilo de música dicta también los movimientos adecuados. La típica pieza que empieza muy, muy lenta y al cabo de un minuto se vuelve rápida te está pidiendo una entrada con velo, o una entrada de pocos pasos y que luzcas tu fantástico taqsim antes de ponerte a bailar con energía; si eliges el velo, cuando la música cambia puedes soltarlo y olvidarte de él, pero con elegancia, por favor.

Una pieza que sea rápida entera requiere una entrada que combine andar con un shimmy. Si es breve, los pasos justos para colocarte donde el público (real o imaginario, si estás en clase) pueda verte. Si es más larga, puedes darte una vueltecita para que te admiren.

Por último, si la pieza no empieza rápido, y no quieres complicarte la vida con velos o taqsim, simplemente entra andando elegantemente. No es necesario hacer movimientos especiales, si llevas los brazos en una postura bonita y tus pasos van precisos con el ritmo de la música.

Un último detalle: piensa en las coreografías que te enseña tu profesora. ¿Tienden a incluir entrada? Si es así, incluso cuando está enseñando tiene presente la faceta del baile como espectáculo, algo muy positivo porque hace que la formación sea completa. Si tiende a no incluir nunca, o casi nunca, una entrada en forma de desplazamiento, una de dos: no tiene experiencia bailando en público, o si la tiene, se la guarda para ella para evitar que seas su competencia. Hay pocas cosas que más delatan a una bailarina sin experiencia que no saber entrar en escena.

Por ello, si tu profesora baila muy bien, realmente muy bien, y ves que te enseña coreografías que no incluyen entrada al escenario, creo que puedes dudar de su ética.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Nia,
yo llevo un año bailando y soy principiante total y absoluta (creo que por mucho tiempo además). Te leo desde poco y, por fin, me animo a comentar algo. A mí me cuesta muchísimo improvisar y combinar los pasos para una coreografía, mucho más. Si mi profe no me lo da hecho, me bloqueo y me quedo quieta. No se qué hacer. Me he dado cuenta, que la gente, confunde bailar con exagerar. La mejor manera, (eso me parece que creen) de hacer ver que dominas un paso o un movimiento es forzarlo al límite. Así veo, que muchas chicas que bailan no tienen naturalidad ni elegancia, son muy bruscas y parece que sufren convulsiones. Creo que el baile no es eso. Aunque sólo soy aficionada, si no bailo lo echo de menos. Mucho. Tengo la teoría de que una vez que se empieza, si de verdad lo sientes, (da igual mejor, peor, cómo bailes), no puedes dejarlo. Por supuesto hay movimientos que domino y este año y a estas alturas, por fin he conseguido diferenciar los segmentos corporales, moverme por separado y luego coordinar o intentar armonizarlos en conjunto. Me explico fatal.

También veo que hay mucha aficionada metida a profesora y que, en general, se tiene una idea bastante equivocada de este baile. Algo así como una especie de espectáculo erótico, danza de los siete velos o sucedáneo.
Tengo muchas cosas en mente que comnetarte, pero no quiero liarme en un sólo post.
Conozco la web y el blog de Zuel. Me han hablado muy bien de él y ha venido a Granada, para hacer intensivos, pero nunca he podido apuntarme y me da rabia.
También he leído tus poemas, tus cosas y tu otro blog. Ya te lo habrán dicho miles de veces y no voy a ser original, pero me gusta como escribes.
No me lío más. Espero seguir comentando. Besos.

Anónimo dijo...

hola carmilla, creo que entiendo lo que me quieres decir. Veo que las principiantes tenemos todas las mismas preocupaciones, y cualquiera nos dirá que se resuelven practicando! Espero que tengas suerte con las profesoras y encuentres las que te ayuden a mejorar.

Muchas gracias por leerme.