Si miráis la fecha de la entrada anterior, veréis que me he pasado dos semanas sin poner nada en el blog. Eso os puede dar una idea de hasta qué punto me ha sobrepasado el mundo real. Pasaron varias cosas que casi me impidieron ir a este taller, pero al final se resolvió todo, o casi, y allá que fui.
Fue un taller completamente distinto de lo habitual. Aquí no puedo decir si me gustó la coreografía, porque no la hubo. No puedo hablar de la capacidad técnica de Juan Bey porque no entiendo de lo que hace, aunque sí puedo decir que es muy buen profesor: comunica exactamente lo que quiere decir, y se le entiende perfectamente incluso a pesar de que su forma de ver el arte, como actor, puede ser bastante diferente de la nuestra, como bailarinas, casi todas aficionadas. Eso se nota, por ejemplo, en el lenguaje que usamos porque él tiene las herramientas para hablar de la expresión de las emociones, mientras que nosotras somos más intuitivas en ese sentido.
El curso consistió básicamente en hacer ejercicios típicos de escuela de arte dramático. Puedo intentar separarlos en tres categorías: estaban los dirigidos a crear cohesión en el grupo, los de hipersensibilización emotiva, y los de expresión corporal propiamente dicha. Estas categorísa no están cerradas, ya que por supuesto que hay movimiento y expresión (es decir, expresión corporal) en los ejercicios de cohesión del grupo, por ejemplo.
Los ejercicios para grupo me parecieron una idea estupenda para romper el hielo, y aplicados a la danza del vientre, para profesoras o grupos que quieran actuar en público como agrupación. Unificar el grupo y hacer que se concentren unas en los movimientos de las otras haciendo actividades que no tienen nada que ver con bailar parece que puede ayudar muchísimo no sólo a primerizas cuyo problema es moverse todas a la vez, sino a bailarinas más avanzadas que quieren improvisar juntas, bailar interactuando, y cosas así, que requieren mucha compenetración.
La hipersensibilización emotiva puede ser un poco fuerte para personas que ya sean muy sensibles de por sí. El objetivo, en términos generales, es ser mucho más conscientes de lo habitual de lo que ocurre a nuestro alrededor. Fue muy intenso para mí un ejercicio que consistió en ponernos de pie frente a otra persona, mirarnos a los ojos, cogernos de las manos, y por turnos, preguntarnos sin palabras "¿qué te falta? ¿En qué te puedo ayudar?". El ejercicio duró aproximadamente media hora y mi compañera y yo tardamos un poco más de cinco minutos en ponernos a bailar. Ella no sabía que a mí me tenía asustada el intensivo de velo del día siguiente y que estaba convencida que después de llevar siete semanas sin ir a clases, volver a bailar iba a ser peor que partir de cero. Así que es un ejercicio que no sabes por dónde puede salir, lo mismo te aburres que tienes una experiencia de comunicación extrasensorial casi mística (y lo estoy diciendo sin ironía).
Los ejercicios de expresión corporal parecían en un primer momento más adecuados para actores que para nosotras. Por simplificar mucho, las instrucciones podían ser algo tan simple como "camina como si midieras dos metros" o "imagina que tu brazo derecho está hecho de agua: actúa en consecuencia". A veces era más importance la emoción, a veces más la imaginación. Pude observar el valor de esta "gimnasia emocional" al día siguiente, con el velo, ya que en un primer contacto puede parecer algo tonto: "¿va a ayudarme a bailar mejor imaginarme ahora que mis manos despiden luz?". Pues me pareció que es un poco como hacer estiramientos: son movimientos que no haces al bailar, pero que ejercitan el músculo para que os lleve a ti y a la danza. Es útil hasta el ejercicio de imaginación que fue para mí pensar qué haría yo si mi columna vertebral fuera una joya: yo no voy a imaginarme eso mientras baile, pero da herramientas para que bailar sea más que seguir los pasos.
Editado: me pide Zuel (ay, no puedo negarme) que hable un pooc más de cómo fue el curso para mí, en qué me ayudó. Bien, los ejercicios de hipersensibilización fueron los que más me llamaron la atención porque van con mi personalidad. Soy una persona muy sensible, me gustan diferentes clases de arte y me resulta fácil imaginar sinestesias. La sinestesia es cuando una cualidad se percibe con el sentido que no le es propio: por ejemplo, oler colores o imaginarse que la música tiene forma y color. A mí eso me pasa solo, pero precisamente por esta razón, un ejercicio de hipersensibilización me puede dejar en las nubes porque yo ya soy demasiado emocional. Bien usados, lo que estos ejercicios pueden conseguir de mí es más flexibilidad y más confianza en mí misma.
Resumiendo: fue una experiencia novedosa y por eso había mucho que procesar en poco tiempo. Recomendaría un taller parecido, o unas semanas en una escuela de interpretación, a cualquier bailarina insegura de su capacidad de "transmitir".
martes, febrero 13, 2007
Reseña de intensivo: Movimiento => emoción de Juan Bey
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4 comentarios:
Hola Nia, gracias por tu reseña. Es una opinión muy intelectual. A mí me interesaría saber también tu opinión más personal y emocional. Me gustaría saber si te ha ayudado y en qué. Pero quiero que hable tu cuerpo emocional, que el intelectual ya lo conozco bastante bien, jeje.
Besos!!!!!
Zuel, es que no puedo explicarlo por escrito de una forma que no sea intelectual. Puedo añadir más a la reseña pero va a sonar a análisis clínico :)
Hola, soy Ana, la chica con quien bailaste en aquel ejercicio que mencionas, que por cierto, creo que en muy pocas ocasiones he conectado tan intensamente con alguien en tan poco tiempo en mi vida. Fue un placer compartir ese momento contigo.
Para mi el curso fue una experiencia muy positiva. Llevo tantos años delante de libros/PC, etc... que no he desarrollado la gesticulación, por lo cual todos los ejercicios me han venido muy bien. Además muchas de las enseñanzas del curso se pueden extrapolar a la vida cotidiana:
- Hacer las cosas sencillas y bonitas.
- No imitar, sino dejar que las cosas fluyan de manera natural.
- Elegir sentirnos poderosas, o como nos de la gana en cualquier momento. Crear el ambiente que queramos en cada momento.
- La concentración es la base para hacer las cosas bien.
Muchas gracias a Juan Bey por sus enseñanzas, a Zuel por haber organizado el curso y a todas las que participaron por su compañía y atención.
Espero veros pronto.
Besos, Ana.
(PD.- Eugenia, por cierto, mi dirección de internet es anafrechoso@hotmail.com, saludos y besos).
Hola, guapa!!
Me ha encantado leer tus comentarios sobre el curso. Son geniales! y me encanta ver qué ejercicios resultaron para tí más positivos y novedosos. Es cierto que muchos ejercicios son basicamente actorales, pero para mi fue positivamente impactante ver que respondíais tan bien a ellos. En fin, que espero que haya podido ayudarte con mi curso. Fue un placer teneros a todas/o allí. Me llevo un recuerdo maravilloso. Millones de besos y gracias por el tiempo dedicado y por todo lo bonito que has escrito.
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