El 9 de Marzo

El 9 de marzo hay varios intensivos y otras cosas interesantes que hacer en este país tan lleno de bailarinas. Yo preveo no estar cerca de casa. Por eso, es importantísimo que votemos por correo. Si no estás totalmente segura de si vas a estar en un curso ese domingo, o en una actuación la noche anterior, votar por correo te quita complicaciones. Y así tú también participas y decides.

El sistema es sencillo. Vas a una oficina de Correos y pides los papeles necesarios. Los rellenas y los entregas; son correo certificado, pero gratuito. Esto hay que hacerlo antes del 28 de febrero, pero cuanto antes lo hagas, mejor. Entonces te llegan por correo a tu casa los documentos oficiales para votar. Los metes en un sobre, y los envías por correo certificado antes del 5 de marzo. Es decir, tres paseos a la oficina de correos.

Si no has votado nunca, o no te decides, esta es la guía Solo Cuando Bailo para las elecciones municipales. A lo mejor te orienta para las nacionales y las andaluzas. Por otra parte, hay una forma sencilla de decidirse basándonos en nuestro interés por el baile. Simplificando, una ideología de derechas sugeriría que lo mejor es no meterse en lo que hace cada uno, porque lo más importante es la libertad, y además la gente tiende a hacer lo que es mejor para todos. Si todo el mundo pagara muy pocos impuestos, pues lo más seguro es que eso beneficiara a las bailarinas, porque la gente se gastaría el dinerillo extra en cosas como, por ejemplo, tus clases. El liberalismo, que es la doctrina económica de la derecha, sería de la opinión de que es bueno que las clases de baile de tu barrio salgan caras ya que la profesora está en su derecho de hacer todo lo que sea necesario para mantenerse. Si las clases o los materiales son caros, el mercado es libre de pasar de ella.

Una ideología de izquierdas piensa, en cambio, que el Estado debe trabajar por el bienestar de la gente, ya que la gente no suele encargarse del bien de todos, así que sería mejor que los impuestos fueran un poco más altos para que se destinara parte del dinero a cosas que no son vitales pero sí útiles, como por ejemplo, subvencionar clases de baile, actuaciones y salas para espectáculos. Los sistemas de izquierda son muchos: pasarían desde subvencionar a profesoras concretas, establecer centros culturales públicos gratuitos o casi, crear salas de teatro, subvencionar a las salas de teatro privadas. En un sistema de izquierdas, lo bueno es que acceder a una profesora sea fácil y barato, reduciendo o eliminando la competencia en cuanto a precios. También es de izquierdas fijar mínimos (una profesora no podría cobrar las clases a tres euros) y que haya seguros de accidente, paro, y jubilaciones.