No me gustan las galas mixtas de alumnas y profesionales a menos que resulte obvio que las alumnas hacen de teloneras porque no hay otra forma de facilitar que las profesionales se cambien de ropa, o a menos que la actuación de una profesional remate una gala de sus alumnas.
Demasiado a menudo, la presencia de alumnas es un truco barato para llenar de padres y amigas una sala. Montas TU show, colocas a quince alumnas de estreno, y quince alumnas = treinta padres, treinta entradas, treinta sillas llenas.
No me gusta pagar más que una cantidad simbólica para ver una gala de alumnas. Ya detallé aquí por qué, y en qué estoy de acuerdo con Blasa.
En general, me encantan los recitales de alumnas. Me parece una lástima lo fácil que son de estropear, por otra parte.
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