martes, agosto 26, 2008

Actuaciones sinceras

Esta es mi traducción de un post muy interesante en Bellydance Paladin, un blog americano que a menudo debate cuestiones relacionadas con la ética profesional de las bailarinas. El subtítulo de su blog (baile, creatividad, inspiración, negocio, honradez) es toda una declaración de intenciones.

Una nota de la traductora:



Cortesía de la Real Academia. Y:



Cortesía del Webster. "Honest" significa sincero, honrado, sin trampas, según el contexto. Allá que vamos con la traducción.

Agradezco las representaciones sinceras. Sin aspavientos, truquitos, trajes que no vienen a cuento, o casos obvios de seguir modas.

Pero, ¿cómo se sabe que una actuación es sincera? ¿Cómo se sabe que la bailarina está de verdad pasándoselo bien sin preocuparse de impresionar al público o por si su actuación es bien recibida?

Recuerdo la época en la que patinaba, cuando a mi madre y a mí nos molestaba que se premiara a patinadoras que usaban truquitos y acrobacias, mientras que las que tenían habilidad técnica y musical no siempre eran reconocidas.

En la danza oriental, creo que también se abusa de los trucos (gimmicks), que a menudo señalan una actuación tramposa. Mi amigo el Diccionario Oxford dice que un "gimmick" es un instrumento, objeto, idea, etc., ingenioso o que hace trampa, especialmente uno utilizado con el propósito de atraer atención o publicidad. En esta definición, hay una intención inherente de engañar o confundir. En mi opinión, estos trucos en una actuación se pueden usar para que el público no se fije en que una bailarina no es lo bastante buena o segura de sí misma para que su baile destaque por sí solo. El truco puede ser un accesorio inusual, llevar ropa provocativa o muy original, música pegadiza, o humor gratuito. Esto no quiere decir que cualquiera que use un accesorio lo hace porque no sabe bailar. Al contrario, he visto a muchas bailarinas muy buenas usar complementos de una forma que realza su baile.

Otros elementos que parece que camuflan una representación que no es totalmente sincera son el uso gratuito de música escandalosa o que esté de moda, trajes que son demasiado provocativos sólo para llamar la atención, o movimientos escandalosos. Estas cosas también son trucos, que sin darnos cuenta, quitan valor a la técnica y la expresion en favor de la atención o la notoriedad.

Creo que hace falta mucho tiempo y sabiduría para dar una actuación sincera. Las actuaciones más sinceras y vivas que he visto eran de bailarinas que, o llevaban toda la vida bailando, o lo hacían desde hacía veinte años o más. Es difícil para una principiante tener la seguridad y la autoconciencia necesarias para actuar sin trampas. La mayoría de las novatas estamos pensando todavía en si tenemos la técnica correcta, o en si a la audiencia le importa o le gusta lo que hacemos, o en si nuestro traje podría... "no funcionar". Una bailarina experimentada es tan abierta en el escenario que no presta atención a esas cosas - no le está prestando atención a nada, de forma consciente. Es como si estuviera dándole la vuelta a su yo emocional, desnudando sus sombras para que todos las veamos, y no se preocupa sobre si nos gusta lo que estamos viendo. Ella simplemente ES, y eso es lo único que importa.

5 comentarios:

Small Blue Thing dijo...

Jo, cómo me recuerda esto a mis comments sobre kendo...

Small Blue Thing dijo...

... digo posts sobre kendo.

Indotari dijo...

La parte final del post me ha recordado algo que los deportistas llaman "estar en la zona", que es cuando uno está tan concentrado que no existe nada más en el mundo.

Aplicado al baile, para mí es cuando solo existes tú y la música.

Yo he tenido la suerte de que eso me pasara una vez (por desgracia solo esa vez, aunque tampoco es que actúe mucho), y todo el mundo me dice que esa fue la mejor actuación de todas.

Supongo que las bailarinas expertas, al igual que los deportistas profesionales, pueden entrar en ese estado con facilidad.

Hala dijo...

A mi me encanta tambi´´en esa sensación, Indotari. Por supuesto que no es fácil tenerla y ahora que llevo tiempo sin bailar en público estoy segura de que no lo conseguiría (o al o mejor sí, no lo sé). Cuando bailaba más a menudo eso me pasaba con más frecuencia, aunque no siempre, es una lástima. Por ello yo animo a todas que bailéis cuantas más veces con público mejor, pues cada vez os vais acercando más a ese momento de disfrutar realmente de vuestro baile, es como si tú misma te movieras desde fuere de tu cuerpo como si de una marioneta se tratase, sólo estáis tú y tu marioneta que es tu cuerpo. ¡Qué forma tan rara de explicarlo! Pero yo la he tenido así. Es como si yo me observara a mi misma desde fuera y disfrutara como un espectador de mí misma, ja,ja,ja
Qué bien poder compartir estas cosas con más personas

Anónimo dijo...

Yo, en un principio, no veo mal que se quiera impresionar al público, siempre que no sea en un plan "tramposo".