Este intensivo se podría resumir en una sola frase: si ya sabes bailar bastante bien (en el sentido de que conoces muchos pasos fundamentales), y no sabes absolutamente nada sobre tocar los crótalos, pídele a Zuel que organice otro taller igual que éste. Cruzo los dedos para que le haga una segunda parte, es decir, un taller para quienes tenemos ya un poquito de práctica crotalera.
Recuerdo que la primera instrucción que recibí sobre crótalos en mi vida fue: "no quiero ver a nadie tocando los crótalos sentada". Aquella profesora había tenido alguna alumna que tocaba estupendamente, siempre y cuando no bailara. Ese es el problema de los crótalos: son un instrumento musical que quieres tocar mientras bailas, lo que requiere una gimnasia mental para la coordinación muy grande.
Zuel tiene eso clarísimo. En el taller, aprendimos (creo recordar) tres ritmos adecuados para los crótalos; el primero creo recordar que era el felahin, en teoría muy sencillo: tak-a-tak-a-tak-a-tak, así hasta la eternidad, donde tak es siempre la mano derecha y a (o Ka, según se mire) la izquierda. El segundo encaja con todos los ritmos y es sorprendemente más fácil: tak-a-tak, tak-a-tak. Y el tercero fue el baladi, del que vimos algunas variantes; lo más básico es dum-dum-tak-a-tak-dum-tak-a-tak. Aquí la novedad son los dum, que también van con derecha. Es decir: D-D, D-I-D, D, D-I-D.
Después de explicar la "teoría" de cada ritmo, Zuel nos hacía tocarlo quietas en el sitio para ver que se había comprendido. A continuación, caminábamos llevando el ritmo, y entonces, le metíamos un movimiento de los que nos son más familiares a todas, cono el shimmy hagallah, o caminar de lado haciendo camellos (el intensivo entero mereció la pena por la cara que puso Zuel al verme hacer camellos de verdad). La clase acabó con una improvisación en la que cada una salió al centro del círculo a ver si le salí algún pasito, y el caso es que se notó que aunque nos sentíamos inseguras habíamos aprendido mucho en poco rato.
Ahora lo que hace mucha falta es practicar en casa para no olvidarnos.
miércoles, marzo 07, 2007
Reseña de intensivo: Crótalos con Zuel
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5 comentarios:
Aunque mi comentario no tenga nada que ver con tu post, te lo dejo aquí, en la última entrada que has escrito.
He empezado a hacer danza oriental hace un mes, más o menos, y tu blog me está resultando muy interesante.
Un saludo.
nia coincido con tigo en que el intensivo fue muy util (yo fui por la mañana) y me alegro conocerte en el de flamenco
tengo un truco genial para tocar crotalos sin molestar a los vecinos: coger una malla vieja, y recubrir el crotalo con ella.(la malla apretada el metal, bloquea la vibracion! y así menos ruido! espero que me explico!
besos
Gracias por el consejo! Para mucha gente ese es un problema.
Yo tengo dos pares de crótalos, unos viejos y que tienen muy mal sonido y otros algo mejores. Así que los viejos me los dejo para casa.
Los he cubierto con esparadrapo y así puedo tocar sin molestar. Hacen el ruido suficiente para ver si estás tocando bien o no los ritmos, pero le ahorras el ruido a los vecinos.
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