Hay dos clases muy diferentes de zapatillas de ballet: las de punta, y las que no son de punta. Para danza oriental, usamos las que no son de punta. Son muy sencillas, están hechas de lona o de piel, y tienen una suela de cuero blando. Son más o menos igual de blandas que unas zapatillas de andar por casa.
Las de punta son otra historia. Se parecen mucho a las otras, por fuera. Por dentro, tienen dos diferencias principales: la suela es rígida y hay una zona rígida en la parte delantera, en la que los dedos encajan. Esta zona delantera en inglés se llama "box" porque tiene precisamente la forma de una caja. Algunas de las más caras están hechas de materiales como fibra de vidrio aunque también las hay de plástico, cartón Cuando la bailarina se sostiene en puntas, el zapato la ayuda. En primer lugar, la punta da una base sobre la que apoyarse del tamaño aproximado de lo que ocupan las teclas 1, 2, y Q de tu teclado. Y en segundo lugar, la planta, rígida o semirígida, da apoyo al arco del pie. Es una mala idea intentar hacer trabajo de puntas con zapatos sin suela rígida.
Los zapatos de punta vienen en muchas tallas y formatos y las bailarinas en general prefieren una marca a otra no sólo por su calidad sino porque se adapte a su pie (dedos más largos, más cortos, pie más plano o más cavo, etc). Son caros; por ejemplo, en Decathlon, las de transición a punta salen a 40 euros.
(este artículo toma información principalmente de la Wikipedia, edición en inglés)
(Y además: porqué prefiero el baile con zapatos; Cuestiones culturales sobre bailar con zapatos; pros y contras del calzado desde el punto de vista práctico Tipos de zapatos aptos para danza oriental)
viernes, julio 31, 2009
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