jueves, septiembre 07, 2006

Primera clase de la temporada

Pues hoy he ido a la primera clase de Zuel. Ha sido poca cosa, más bien tranquila, con ninguna novedad porque ha repasado técnicas que ya conocía por sus tres intensivos.

Estoy contenta porque me ha dicho que se me nota más relajada. Sin embargo, hay un detalle que no me gusta, y es muy tonto y muy frívolo, pero si no lo digo, reviento.

Yo no estoy gorda, así que no se trata de eso. Pero me pone muy nerviosa ver que soy la persona más grande de la clase. A ver, si perdiera muchos kilos seguiría siéndolo. Seguiría teniendo los mismos huesos y el mismo pecho, y los mismos hombros cuadrados. Y me pone nerviosa verme así en el espejo. Qué tonto, ¿verdad?

3 comentarios:

N e j s r e t dijo...

No creo que deba importarte. Seguramente cada una de las otras chicas ve algo en ellas que creen que las hace sobresalir y de lo que se sienten algo avergonzadas.
A mí a veces me pasa algo parecido. Me veo la más gordita de la clase, pero lo que intento hacer cuando "me da la neura" es no mirar a las demás en el espejo, sino sólo a mí y a la profe. Eso hace que evite fijarme en las diferencias entre ellas y yo y concentrarme solamente en mí y en el baile, y pasármelo bien!

Anónimo dijo...

Piensa que la danza oriental saca la sensibilidad por naturaleza. A mi me produce ese efecto. Da igual como yo soy cuando salgo de una clase... en ese momento estoy concentrada en la música, como se mueve mi cuerpo y... todo eso es bello... me siento bonita por dentro y por fuera. Me cuestan los movimientos y no soy capaz de improvisar pero ¡da igual! No se trata de ser la reina de las bailarinas, se trata de disfrutar el momento junto con tu cuerpo y tu mente ;-)
¡Dejémonos de complejos! ¡Disfrutemos de la belleza que todos tenemos! Así podríamos empezar a cambiar esta sociedad consumista y superficial.

Nia dijo...

Lo peor de todo es que tenéis razón!