El intensivo con Zuel, en dos partes, era nominalmente nivel iniciación por un lado y nivel intermedio por otro. A mi modo de ver, el primer día fue "iniciación a partir de cero" y el segundo día fue "principiante para quien saben un poquito", ya que él no dio por hecho el segundo día que las participantes conocieran los movimientos, o al menos la técnica que él usa para enseñarlos. Yo no aprendí ningún movimiento que no supiera, o por lo menos que no me sonara, aunque naturalmente sí que fueron una novedad las técnicas que utiliza Zuel, porque cada profesor o profesora enseña el mismo movimiento de diferente manera.
Las clases estuvieron extraordiariamente bien estructuradas, justo como deben ser los intensivos, aunque desgraciadamente no siempre sea así. Zuel nos traía preparados los dos días un largo calentamiento, ejercicios de técnica para enseñarnos a hacer muchos movimientos, combinaciones de movimientos, la coreografía en el caso de la segunda sesión, una minicoreografía que daba pie a que improvisáramos, y una relajación. ¡Completito! Los ejercicios de técnicas estaban muy equilibrados, destinados a todas las partes del cuerpo, desde la posición del cuerpo al movimiento de las manos.
Los movimientos eran sencillos, y conseguían eso tan difícil que es enseñar partiendo de cero. El primer día, hubo un par de curiosas entre las demás principiantes que sí tenían algo de idea, y a pesar de la dificultad las curiosas aprendieron bastante y se defendieron bien, señal de que entendían lo que se explicaba.
Creo que las posiciones de los brazos eran especialmente difíciles de hacer bien, pero no por complicadas sino porque si no las haces perfectas quedan horribles. Las dos posiciones básicas que utilizábamos para practicar los movimientos eran: los brazos bajos a los lados, redondeados, enmarcando el cuerpo, hombros hacia atrás, codos atrás, manos detrás de las caderas; y los brazos abiertos, un poco redonditos hacia adelante, pero básicamente "en cruz". Hay que ser la mismísima Terpsícore (o Isis, si uno quiere irse a Egipto) para que quede elegante tener los dos brazos abiertos. ¿Has tenido alguna vez esa experiencia de creer que estás poniendo los brazos igual que tu profesora, para verte en foto o vídeo más adelante y horrorizarte porque están feísimos? Pus bien, Zuel daba instrucciones precisas para que pudiéramos tener los brazos así y bonitos. A mí de todas formas la postura con los brazos abiertos no me gusta, pero el curso se merece un diez sólo por ser capaz de enseñar a llevarla.
El estilo era gracioso, coqueto, bastante sensual dentro de las limitaciones del nivel. Nada de "misticismo", nada de música lenta ni siquiera para el calentamiento (para relajar, sí). Sobre cómo puede bailar un hombre los mismos movimientos que las mujeres y no resultar raro, citaré a una de las compañeras, una chica inteligente que tuvo una mala experiencia con un profesor que le pareció malo por tener un estilo femenino: esta chica entró en la web de Zuel y miró la galería de fotos para ver si llevaba las manos rectas y con los dedos juntos, o con la pose femenina con la mano más curva y los dedos separados. Evidentemente, las llevaba correctas, masculinas, y por eso esta chica vino al intensivo y quedó muy satisfecha con lo que aprendió.
Las músicas fueron variadas, principalmente egipcio con una breve interrupción turca y otra iraquí. Tengo la sensación de que los estilos turcos son totalmente desconocidos en España, y fue una sorpresa muy agradable el reencuentro. Zuel hace lo que él llama "giro turco", parecido a los que yo hacía cuando aprendía Karsilama, pero más simple. Me dio ganas de más (nunca pensé que tendría ganas de retomar el turco)
Lo más importante es que un profesor muy amable, de los que hacen que la clase te guste más por su personalidad que por lo que enseñan. Tiene muchísima paciencia, es como una maestra de escuela primaria en su capacidad de repetir cincuenta mil veces las cosas y que encima lo haga con ganas. No sé cómo será con bailes más complejos o enseñando a un nivel más avanzado, pero a éste, desde luego es un maestro.
Casi la única cosa mejorable del curso ha sido el horario, con un descanso en medio demasiado largo que partía el día en dos. Mejor dejar una hora para tomar algún picoteo rápido, quizá.
Por cierto, hubo fotos, así que os pongo alguna cuando me las pasen.
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1 comentario:
Esta tarde tengo una clase de danza del vientre, cosa que quieren impulsar en mi centro de yoga. Espero que sea divertida (seguro) y ya contaré.
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