Las dos últimas semanas han sido duras porque he tenido un fortísimo dolor de espalda, una contractura de ésas que dan calambres hasta cuando estás quieta y supuestamente relajada. Auuu. Tras unas cuantas dosis industriales de ibuprofeno, cambiar de almohada, hacer técnicas de respiración y descubrir la acupuntura, me defendí como pude en mi clase del jueves y fui con algo de miedo al intensivo de Zuel. La reseña de verdad la hago pronto, otro día con más tiempo. De momento puedo decir que no he hecho más trabajo de glúteos seguido nunca en mi vida, y que el trabajo de glúteos demasiado seguido carga las lumbares si la postura no es perfecta, y además yo no estaba de buen humor, pero Zuel lleva la clase con un entusiasmo y corrige la postura con un interés, que mis lumbares están ahora encantadas de haberse conocido.
Os dejo con dos frases estrella de la semana:
Mi médica, el jueves: "Si le pones demasiada energía a las cosas, te agotas".
Zuel ayer: "los brazos llevan la energía justa para no caerse muertos".
Alguien está intentando decirme que bailaría mejor si me relajara, ¿no?
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