

Cuando practicaba asanas por mi cuenta como calentamiento a una tabla de ejercicios o a ensayos de baile, ésta era mi asana favorita.
Hay que estar tunmbada boca abajo, relajada, piernas juntas. Coloca las manos debajo de las axilas, más o menos a la altura de los hombros, y levanta progresivamente primero la frente, barbilla, pecho, cuello, hasta que estés más o menos como en las fotos. Alguna gente la hace manteniendo el cuello recto y otras Lo más importante de esta postura es no tensar o elevar los hombros, así que hay que llegar hasta donde el cuerpo permita sin tensar los hombros, sin acercarlos a las orejas, y sin notar la más mínima presión en las lumbares. Haz unas cuantas respiraciones profundas, entre dos y cinco, dependiendo de tu resistencia.
Virtudes para la bailarina oriental:
- Estiramos la garganta, el pecho y el estómago, una zona con la que no solemos hacer estiramientos.
- Hacemos un ejercicio de fuerza con los brazos que nos obliga a fijarnos en si tensamos los hombros o no.
- Es una preparación intensa pero segura para hacer cambrés, incluso cambrés extremos como el puente tribal. Al mismo tiempo que mejora la condición física, ayuda en algo aún más importante: te permite aprender la diferencia entre el esfuerzo físico y la tensión cuando estás haciendo flexiones lumbares.
Llevamos: montaña, árbol, feto, ángulo recto, triángulo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario