martes, marzo 20, 2007

Metáforas en clase.

Seguimos con otra oponión sobre las clases. Ya he dicho alguna vez que al explicar, hay quien usa metáforas, más o menos comprensibles fuera de contexto. Pintar la pared, quitarse la camiseta, sacar energía de la tierra, flotar en el aire. Es posible que yo haya dado la impresión aquí que las detesto en todo momento y lugar, pero no es así. Las metáforas pueden ser muy útiles porque no todo es “pon aquí la mano”, y a veces una imagen se entiende y se recuerda mejor que una instrucción. En mi opinión, una imagen debería cumplir estas características:

-Ser escasas. Una clase no puede consistir en una sucesión de vagas impresiones, debe haber concreción y las metáforas aquí son como en un poema: menos es más.

-Ser visuales. Es mucho más fácil que las alumnas entiendan algo que pueden imaginar y que si fuese real, sería como estamos describiendo. Un ejemplo de una metáfora que no funciona es la de alguien que decía “asómate a la ventana” para querer decir “relaja los hombros y no eleves el pecho”. Una que sí funciona, la que usa Zuel para decir cómo colocar los brazos: tienes delante un inmenso balón de playa, y todo tu brazo roza el balón, por lo que la forma que los brazos toman es levemente curva y en círculo, nunca atajando por la diagonal.

-De que son más útiles si son visuales se deduce que no me gusta que sean imposibles o de fe. No me pidas que me imagine algo que no existe o en lo que a lo mejor, no creo. Es decir, puedo imaginarme un balón delante de mí, el sol en lo alto, o incluso que soy un junco que se mece al viento. Pero si me pides que me concentre (por ejemplo) en un chakra, tenemos dos problemas: hacer el paso que me pides, e imaginarnos el chakra. A mí los shimmies me hacen pensar, entre otras cosas, en chispas, y en todo tipo de fenómenos meteorológicos (el shimmy hagallah son arcoiris y el shimmy muy pero que muy pequeño es lluvia mansa, calabobos), pero si fuera profesora no lo compartiría porque me parece que es demasiado rebuscado. Y sobre los chakras, creo que una profesora que se los tome en serio podría muy bien emplear media clase un día en hacer una sesión de yoga y dejarlos explicados de verdad.

-Ser bonitas, o al menos no ser feas. Por ejemplo, sería contraproducente que una profesora comparase un shimmy con un terremoto, un ataque epiléptico o algo así. A veces más que belleza lo que tienen es sentido del humor; para indicar la posición de las manos, con el dedo corazón ligeramente adelantado y cerca del pulgar, una profesora mía decía: "imaginad que sostenéis un pastelito muy pequeño, muy rico y muy frágil". Y claro, lo primero que se nos venía a la cabeza era el típico pastelito árabe. Después de casi tres años, no se me ha olvidado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

bueno es que hay cada "metáfora por ahi suelta..." hay una figura de velo, consiste en recoger el velo por delante del cuerpo, con las manos sobre la cabeza, dejando espacio para asomar la cara...no se si me explico...bueno, pues mi primera profesora lo llamaba "la mariposa" pero para mi profe actual la mariposa ha pasado a ser "el babero".Una muy tipica es la de asemejar la postura básica con "sentarse en un taburete de bar" Y en cuanto a los chakras... en fin...la mayoria de las personas que usan esa palabra ni siquiera saben lo que es.

Alicia Moreno dijo...

A mí me dicen que me concentre en un chakra y ya me quedo desconcentrada para el resto de la clase...

Metáforas, las justas y necesarias. Yo también necesito concreción.