Hace un mes dije que iba, no a bailar todos los días, sino a practicar movimientos concretos todos los días. La intención era comprobar si adelgazaba además de mantenerme en forma.
No lo he podido cumplir, porque he pasado muchos días trabajando fuera de casa. Si salgo a las 8 y vuelvo a las 11 me quedan pocas ganas de nada. Sí lo he hecho alrededor de tres o cuatro veces por semana, de media. El resultado ha sido positivo: no me ha servido para perder apenas volumen, pero sí he vuelto en mejor forma a las clases. No me canso tanto y los camellos parecen un poco más flexibles. A seguir practicando.
jueves, mayo 11, 2006
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