Uno de los principales objetivos que me propuse al crear este blog, inocente de mí, fue ayudar a curiosas a saber elegir profesora; principalmente, a saber detectar fraudes. Quién es una buena profesora es cuestión de gustos, en función de la personalidad e intereses de las alumnas. Es importante tener en cuenta que una gran bailarina no tiene porqué ser una gran profesora, y que muchas profesoras excelentes son mediocres como bailarinas de espectáculo.
Estas son las medidas más concretas y objetivas que se pueden usar para escoger profesora. Si se os ocurre alguna más, para eso están los comentarios.
*Es puntual, y da la hora entera de clase. Esto es obvio, ¿no? Bueno, se entiende que si la clase dura más de una hora se haga un descansito en medio.
*Explica sistemáticamente cómo realizar los pasos. Como en una clase de idiomas, se puede utilizar imitación primero y explicar técnica inmediatamente después, o técnica primero e imitación después. Aprender a bailar por imitación es una posibilidad, pero lo que se confíe a la imitación con las alumnas principiantes debería ser mínimo. Una clase de alumnas de nivel inferior a avanzado no debe consistir en que la profesora baila como si estuviera en un escenario y las alumnas la van siguiendo como puedan. Al menos, no la clase entera. Y desde luego, no en nivel principiante. Siguiendo con la idea de idiomas extranjeros, sería como irnos a vivir a El Cairo sin saber una palabra de árabe.
*Domina varios estilos. En Egipto hay montones de estilos diferentes, y en los demás países del Norte de Africa y Oriente Medio hay bailes folklóricos parecidos. Una buena profesora debería saber utilizar los accesorios más habituales (velo, bastón), saber tocar los crótalos, y dominar como mínimo el egipcio pop o clásico y alguna cosa folclórica, Saidi por ejemplo. He dicho dominar: debería conocer bastantes más.
*Tiene un repertorio amplio de movimientos, a menos que su especialidad sea el tribal, en el que los movimientos están limitados. Algunas profesoras siempre hacen los mismos movimientos, y no te das cuenta de la pobreza de su vocabulario expresivo hasta que no llevas varios meses con ellas.
*Se toma en serio el calentamiento. Éste debe ser mucho más que simplemente hacer algunos movimientos básicos del baile a cámara lenta. Por ejemplo, tiene que incluir necesariamente estiramientos.
*Te corrige los errores tan a menudo como sea necesario, pero con cortesía. Son muy frecuentes las profesoras que para no desanimarte no te dicen que algo te sale mal.
*Si no ha vivido, trabajado o estudiado en Egipto, al menos conoce las bases socioculturales del invento. No piensa (o al menos, no dice) que está en posesión de La Verdad sobre la danza oriental. No pienso que sea imprescindible conocer la danza de primera mano, porque estoy hablando de saber enseñar danza, no de saber bailar un estilo puramente egipcio.
*Es una persona positiva que transmite buen ambiente en clase. Sí, el local es un asco, sí, el dueño de la sala es un impresentable. Sí, hace un tiempo de perros y hay un tráfico horroroso. Nada de eso importa. Hemos venido a clase a pasarlo bien. La profesora, como profesional que es, puede bailar como si fuera el día más feliz de su vida, pero las alumnas no. Por el mismo motivo, la profesora jamás, jamás debe decir que ella está fea, o gorda, o algo así. Esas actitudes son contagiosas.
*Se trae las clases preparadas, con un pequeño guión. Sabe lo que va a explicar, y cuánto tiempo aproximadamente tardará en darlo. A menos que las alumnas estén preparándose para una actuación o algo así, cada clase lleva una cantidad equilibrada de calentamiento, explicación técnica, y coreografías diferentes (un solo de percusión y algo clásico y lento, por ejemplo). Se sabe sus propias coreografías de memoria y no se las presenta a las alumnas hasta que no las tiene listas.
¿os parece que soy demasiado exigente? Imaginad una clase de inglés así:
-La profesora llega sistemáticamente tarde.
-La clase consiste en que ella recita a Shakespeare y los alumnos repiten después de ella.
-Sólo conoce el inglés británico, así que el americano y todos los demás ni siquiera los entiende.
-No te corrige los errores, ni los exámenes (con la diferencia de que al aprender un idioma no estás poniendo en riesgo tu salud).
Y así todo lo demás.
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