Hoy es el Día Mundial contra el Parkinson. Por resumir, el Parkinson es una enfermedad neurológica, degenerativa, que afecta al movimiento. Podéis buscar información por ahí, por ejemplo en la Wikipedia. Simplifico: por un lado, el Parkinson elimina la coordinación, vuelve los movimientos lentos, y hace que los enfermos tiemblen. Tiemblan menos cuando realizan movimientos conscientes y voluntarios. Por otra parte, produce depresión y trastornos del sueño.
La danza, cualquier clase de danza, puede (debería) formar parte de la rehabilitación de personas con Parkinson (por otro lado, todo lo que voy a decir es igualmente válido para el Alzheimer). Para empezar, a todos los enfermos de depresión en general se les recomienda actividad física, y una clase de baile tiende a ser menos repetitiva que el ejercicio físico, y por eso puede ser más entretenida.
Además, hay razones neurológicas para esto. Resumen rapidísimo: El cerebro tiene las neuronas con las que naces, y vas perdiendo. No tienes ni una más. Lo que sí se puede seguir creando durante toda la vida son conexiones cerebrales, que se crean cuando aprendemos cosas nuevas. Imagina el cerebro como un mapa de carreteras: los pueblos existen y no hay más, pero se pueden crear carreteras que los conecten hasta el infinito. En circunstancias normales, la distancia más corta entre Sevilla y Madrid es la carretera que sale de Madrid hasta Sevilla. 600 kilómetros, 5 horas. Supongamos que esa conexión no funciona: normalmente, no queremos ir de Sevilla a Málaga y de Málaga a Madrid. Pero si tenemos una carretera Sevilla-Málaga, podremos llegar a Madrid en ocho horas, que será mejor que no llegar en absoluto.
El baile, además de ser una habilidad nueva y una distracción agradable para una persona motivada a que su pérdida de facultades no sea rápida y fulminante, tiene la ventaja añadida de que mejora la coordinación. En la danza oriental también trabajamos partes del cuerpo que sufren mucho con el Parkinson: las manos, la expresión de la cara, y la capacidad de girar el cuerpo. Es posible también que haber practicado bailes durante la juventud, cuando somos personas sanas, nos condicione el cuerpo y nos cree un entrenamiento valiosísimo para cuando seamos ancianos y frágiles.
Siento haber creado una entrada tan deprimente. El próximo día que escriba será sobre algo más ligero, frívolo y agradable.
martes, abril 11, 2006
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2 comentarios:
No lo encuentro deprimente. al contrario! Me parece un escrito muy interesante y muy acertado, como el resto de las cosas que te he leído.
¡Muchas gracias! La verdad es que aunque no lo parezca, me corto cuando quiero hablar de cosas serias. :) Aunque ayer se superarn las cien visitas, así que debo estar haciéndolo bien!
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