Ayer hablaba de movimientos en tres tiempos o en cuatro tiempos y porqué eso puede ser difícil. Es difícil explicarme sin música, pero allá que voy. Toda música tiene un compás: un ritmo repetido. Los dos más habituales son el 3 /4 y el 4/4. Como ya expliqué en otra ocasión, cada estilo suele llevar siempre el mismo compás. Es fácil detectar el compás de una pieza musical: basta con saber si puedes seguir el ritmo contando hasta tres o hasta cuatro. La danza oriental tiende a ser 4/4, aunque tambi´çen hay 2/4, y 8/4, y 9/8 (que odio). El ritmo dicta los pasos, por ejemplo: cadera al lado-mete pelvis-cadera al otro lado-relaja pelvis es un círculo en cuatro tiempos.
Lo que ocurre es que la danza oriental está plagada de movimientos que suelo llamar “tres cuartos” porque tuve una profesora que a un movimiento que NO es un shimmy, porque no vibra, lo llamaba “el shimmy tres cuartos”. Es un desplazamiento adelante o atrás que se hace así:
1. da un golpe de cadera seco hacia la derecha
2. golpe seco de cadera a la izquierda
3. golpe seco a la derecha.
4. da un pasito con el pie izquierdo.
¿has visto? Cuatro tiempos, tres golpes. El pasito es invisible, no por pequeño, sino por cómo estás llevando el ritmo. El público NO te ve los pies. Ve que tus caderas dan golpes de tres en tres, la percusión da el ritmo de cuatro en cuatro, y encima, estás andando. Tus caderas parecen independientes de los pies y de la música. Es mentira, por supuesto, pero el público no lo sabe. Un principio parecido se da en más movimientos, y en realidad, casi cualquiera se puede enseñar como si fuera tres cuartos, si “vuelve a la posición inicial” se considera el paso invisible. Eso los hace más difíciles a las primerizas o a quien no tenga mucha intuición y sentido del ritmo.
Ayer decía que Samah enseña el camello como un movimiento en tres tiempos: simplificando,
1. saca pecho.
2. hunde pecho
3. mete pelvis.
(4). Repite.
Lo que ocurre es que en realidad no son tres: no es posible hacer un camello en tres tiempos. Cuando has basculado la pelvis al máximo, no puedes sacar pecho. Mi profesora da por hecho que entre una ondulación y la siguiente, relajamos la pelvis. No mucho. Lo justo para poder volver a ondular.
Para algunas personas puede ser útil entender que relajar la pelvis al ondular es como el paso durante un shimmy tres cuartos: invisible, discreto, y si te paras a pensarlo, ya no sale. HSi sois así, haced camellos estilo Samah, y buena suerte. Para otras personas, será necesario ser consciente de cada gesto, y quizá les venga mejor invertir el orden del movimiento:
1. mete pelvis.
2. relaja pelvis.
3. saca pecho.
4. hunde pecho.
Cuatro tiempos y ni uno menos. Buena suerte. Los dos camellos son, hasta donde yo sé, perfectamente ortodoxos, clásicos, egipcios, y maravillosos.
viernes, marzo 10, 2006
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