¿cuánto tiempo hace falta para llegar a ser una buena bailarina?

Me pregunta una lectora gaditana cuánto tiempo es necesario para aprender a bailar bien. Yo creo que eso depende mucho de cada una, del método de la profesora, y de qué entendamos por bailar bien. Una principiante puede hacer una coreografía sencillita y resultona, con esa clase de movimientos que parecen imposibles para quien no sabe nada sobre danza del vientre, al cabo de un par de meses, si la profesora tiene un método que vaya bien para principiantes. Otra alumna puede pasar años bailando y seguir teniendo fallos de base como los brazos caídos o no poder vibrar y andar a la vez. Un problema común es estar tan acostumbrada a la profesora que sólo puedes bailar coreografías, o sólo siguiendo a la profesora.

Yo creo que hay un componente que no se puede aprender en clase, a tener gracia, encanto, personalidad propia. Cuando aprendemos a bailar como somos (una es tímida, otra es graciosa, otra es misteriosa), parecemos mejores bailarinas porque se nos nota la seguridad. Nunca bailamos bien cuando no estamos a gusto.

Por otro lado, nunca, nunca se termina de aprender. Lo primero que me dijo mi primera profesora es que ella tenía una profesora... que tenía también su profesora...

Mi caso personal como ilustración. Llevo bailando año y medio. El primer año fue bastante intenso, con entre dos y seis horas de baile a la semana. Tenía una profesora que daba clase a cuatro niveles y en esos meses pasé de cero a algo intermedio entre el segundo y el tercer nivel, lo que me convertía en una bailarina inusualmente buena comparada con las otrsa alumnas. No soy una gran bailarina; simplemente era perfeccionista, y estaba muy motivada porque el baile significaba muchísimo para mí. Ese año acabé con un control relativamente bueno de las caderas, pero no de las ondulaciones. Sabía algunos movimientos de brazos pero no controlaba nada las posiciones (es decir, dejar los brazos totalmente quietos en una pose bonita). Era capaz de bailar y sonreír a la vez, y de mirar al público, aunque no siempre.

Los últimos nueve meses, desde que me fui de Estados Unidos, me he hecho consciente de lagunas y errores en el año anterior, además de haber aprendido cosas nuevas. Tengo una capacidad limitada para vibrar y mover las caderas a la vez. Estoy aprendiendo a llevar bien los brazos, pero no siempre lo consigo. Sigo cometiendo mi mayor error del año pasado, que es dar zancadas en vez de pasitos. Soy incapaz de hacer camellos. Es decir, sigo siendo una aprendiza de nivel intermedio.