Ayer estuve en el concurso organizado por Portal Oriental (sobre esa web tengo que hablar otro día), en Sevilla, dirigido exclusivamente a bailarinas no profesionales con poca experiencia. Era necesario para participar que un profesor firmara por ti que llevabas menos de dos años bailando, y que no se hubiese bailado en público de forma continuada. Un requisito que no comprendo es que las coreografías podían incluir como accesorios solamente velas o velo, o ninguno, pero no se admitían otros accesorios como crótalos, alas, sable, ni siquiera bastón. ¿Según qué lógica una principiante puede bailar con velas, pero no con bastón? Que el bastón sea más adecuado al nivel básico que el velo es un criterio subjetivo mío, pero desde luego, las velas para mí son poco más que una curiosidad, mientras que el bastón es un elemento importante del repertorio folklórico, accesible para cualquier principiante.
El concurso, ante todo, me parece una idea excelente, una forma maravillosa de acercar la danza oriental, al poder verse el arte y las ganas de bailar de las principiantes (y la técnica que les han enseñado sus profesoras). Me alegró muchísimo ver la sala tan llena, aunque quizá los organizadores se pasaron de ingenuos al pensar que en una sala donde caben cómodamente menos de cincuenta personas serviría para un concurso con 15 participantes: a poco que cada bailarina fuera acompañada por tres amigas, local completo. El próximo, ¡nos tenemos que ir al Lope de Vega!
Lo que se puede deducir de ver este espectáculo es que a las sevillanas les encanta el velo. Lo adoran, y quizá se deba a que en clase no se utiliza lo suficiente (sobre esto también tengo que escribir otra opinión). De las quince concursantes, once llevaban velo, de las cuales seis lo usaron para la coreografía completa y cinco lo soltaron en algún momento, que no siempre fue inmediatamente después de hacer una entrada. El suelo es también un favorito de las sevillanas: cinco bajaron al suelo, en algunos casos con enorme virtuosismo, elegancia, o flexibilidad. Y lo más sorprendente: tres coreografías incluían las dos cosas: suelo y velo. En ocasiones, parecía que las concursantes quisieran en una sola canción dar al jurado un catálogo completo de sus habilidades, enlazando todo lo más complejo o espectacular que saben hacer. Algunas de las coreografías diseñadas así eran más acertadas que otras.
Me sorprendió que la mayoría de las piezas musicales eran de aire egipcio-clásico, ya sabéis: violines, percusión, lo típico, supongo que por su versatilidad a la hora de coreografiar y por sus cambios de ritmo, que lucen más que el pop estilo Hakim.
A continuación quisiera decir algo sobre cada bailarina:
Neferet bailó fuera de concurso, con un conjunto de aire tribal, una coreografía de sable. Demostró una gran habilidad para sostenerlo en equilibrio y me gustó ver una coreografía de sable de nivel avanzado, ya que en España no lo había visto nunca y en Estados Unidos sólo lo vi en principiantes. Me pareció muy adecuada su elección de una pieza de música del grupo sevillano Caravasar.
Amparo Obando bailó con velo un solo de percusión, demostrando la energía de su larguísimo shimmy.
Adriana Perdigones, también con velo, gira estupendamente; me habría gustado verla hacer muchos giros seguidos.
Angeles Salgueiro bailó con velo una pieza muy clásica, que siempre es un reto porque con las canciones muy conocidas, las habituales de estos espectáculos tenemos alguna coregrafía anterior en la cabeza.
Carmen Ramírez, que sólo utilizó el velo para hacer una entrada, hizo la exhibición en suelo más impresionante de la noche. Tiene una técnica estupenda y seguro que seguirá haciéndonos disfrutar.
Lola Vera y Sara Iglesias ejecutaron el único baile conjunto de la noche. Su dúo, sin velo, fue muy alegre. Sonreían al público, y no sólo bailaban allí las dos a la vez (habitual en los bailes en grupo), sino que claramente se relacionaban la una con la otra.
Anabel Reyes se atrevió con un “sobre” con su velo, un movimiento bonito y arriesgado.
Belén Moreno entró con velas y velo, eligiendo una música original, pues fue de las pocas electrónicas que se pudieron escuchar. De las velas se deshizo rápidamente, y me sorprendió al ser la segunda vez en mi vida que veo un velo de seda sobre el escenario; la primera fue mi primera profesora, una profesional con décadas de experiencia. El velo de seda es difícil de manejar y más en este caso, pues era muy fino.
Carmen Mesa también utilizó una música original para dar variedad entre tanto clásico. Su canción de pop al estilo de Hakim (no reconocí al cantante) acompañaba un número de velo, que como el de Anabel, incluía un “sobre”.
Alba Olivares también utilizó velo, que soltó elegantemente después de su entrada. Tiene un shimmy precioso, y una sonrisa enigmática.
Cristina Holgado demostró, para mi gusto, el mejor shimmy de la noche (salvando el de Mariló, pero la ejecución era muy distinta en sus vibraciones). Pequeño, controlado. Estoy segura de que aprenderá a hacerlo muy largo y hará brillantes solos de percusión. En esta ocasión quiso lucir muchas de sus habilidades: el velo, una gran capacidad para bailar en el suelo, y los giros de cabeza que quedan fabulosos con su larga melena. A mi pareja le llamó la atención la elegancia de sus brazos.
Marta Mercado... en fin, Marta tiene nueve años, lleva poco tiempo bailando y no sólo se mueve como una profesional, sino que se expresa estupendamente y sonríe porque se nota que se lo pasa bien. Con una bailarina tan jovencita habría riesgo de que más que bailar, “hiciera los pasos”. Tiene técnica y espontaneidad, y es capaz de controlar un velo más grande que ella.
Samantha Muñoz tenía mucho que demostrar viniendo después de Marta, que hizo que a todos se nos cayera la babita, e hizo una coreografía clásica con entrada de velo.
Yolanda Guerra, con un traje precioso, lució su técnica de suelo y sus brazos.
Mariló García nos conquistó con la canción más alegre de la noche, sus impresionantes shimmies de puntillas, y la alegría de su baile, con mejor la sonrisa y mucha expresividad.
Sonia Fernández nos contó después de su actuación que por causas ajenas a la voluntad de todos, su participación tuvo que ser improvisada, y bailó la canción de aire entre electrónica, pop y étnica que vino escuchando en su coche desde Cádiz. Sin duda su improvisación, que contó con una parte en el suelo, tuvo mucho mérito y demuestra su sentido del ritmo. Espero volver a verla por Sevilla.
Fuera ya del concurso, Naret (Paula Castilla) ofreció una muestra de baile tribal. Al igual que con el sable, es la primera vez que veo este estilo en España, aunque en Estados Unidos vi profesionales. El estilo de Naret es elegante, suave y fluido, mucho más que la idea de tribal que yo me traje de América, y ella demuestra un gran control de los movimientos pequeños. Me dejó con ganas de más.
Los premios de la noche fueron:
Premio del Jurado para Carmen Ramírez.
Terceras finalistas: Lola Vera y Sara Iglesias, cuya profesora es Nadira.
Segunda finalista: Marta Mercado, cuya profesora es Naret.
Ganadora: Mariló García, cuyo profesor es Zuel.
Mencionaría el nombre de la profesora de Carmen Ramírez si lo supiera, si alguien puede dármelo, por favor, dejadme un comentario, pues creo que es justo nombrar a quienes han formado a estas bailarinas. Mi enhorabuena a todas, a las ganadoras y a las demás participantes, y a sus profesoras también.
domingo, marzo 25, 2007
jueves, marzo 22, 2007
Ser femenina
En un blog que leo habitualmente (enlace en inglés) una lectora pregunta que contestemos nuestra visión de "qué es la feminidad". Es un tema que puede ser interesante en este blog, dedicado a una de las actividades más "femeninas", el baile, y en el que hasta donde yo sé, el público es casi enteramente femenino. Os advierto que lo que sigue es una discusión en feminismo radical, que es algo que no tiene absolutamente nada que ver con atacar a los hombres. Si se sienten ofendidos, vaya, problema suyo. Y yo no tengo nada en contra de los hombres, algunos incluso me caen bien.
La autora de I Blame The Patriarchy (para las que no sepáis inglés, "la culpa es del patriarcado") opina que la feminidad es el conjunto de estrategias impuestas a la mujer, o que ella adopta, con el objetivo de sobrevivir en un mundo decididamente hostil a las personas de sexo femenino. Es una definición con aire de campo de concentración, porque las estrategias para la supervivencia pasan por la pasividad, la sumisión, la obediencia, y la adaptación a las exigencias del Sistema con mayúscula. Independientemente de que esté de acuerdo o no, no me gusta una definición tan pesimista y tan general, ya que no tiene en cuenta diferencias culturales ni históricas. Pasemos a una definición más moderada.
A mi modo de ver, la feminidad es el conjunto de características que se consideran:
a) positivas,
b) propias del sexo femenino,
c) de forma explícita,
d) en un momento y lugar determinados, o que demuestra que es una construcción artificial.
a) y b) suponen que no son simplemente características positivas de la mujer. No. Son las características que una mujer debe tener, pues si no las tiene es "menos mujer", y que si se dan en un hombre, son negativas, o irrelevantes para su definición como hombre. Son el lado positivo del estereotipo "mujer". Es decir, la feminidad no es la naturaleza femenina, sino lo que la sociedad (o los hombres, según se mire) admiten que les agrada de la mujer.
c) es un poco más complicado. Hay cosas que forman parte del estereotipo "mujer", y son preferidas por El Sistema, pero que no forman parte de la feminidad porque no se piden expresamente. Por ejemplo, hoy se puede valorar que una mujer sea una buena ama de casa, trabaje o no para la calle, pero no se dirá "es muy femenina", o "tiene unos valores / unas virtudes muy femeninas" porque no es socialmente aceptable decir que la casa es un lugar femenino.
d) Admitir que se puede decir "sé más femenina", "es poco femenina", supone aceptar que ser femenina no es la naturaleza de la mujer. Si fuera mi naturaleza, no habría que pedírmelo y yo sería femenina sin pensarlo. Otra muestra de que la feminidad es una construcción artificial pensada para facilitarle la vida a los hombres es que el contenido de la feminidad varía en el tiempo y el espacio. Por ejemplo, en el siglo XVIII en Francia, ser femenina era ser regordeta. En el siglo XIX en Inglaterra, algunos componentes de la feminidad eran:
-Ser buena ama de casa, y no trabajar en la calle. Trabajar en la calle hacer perder la feminidad de forma irreversible.
-Tener una enorme capacidad de sufrimiento. Nada hay más femenino que soportar valientemente el dolor emocional.
-Ser dependiente. No tomar decisiones ni iniciativas. No tener deseos.
En muchas sociedades se piensa que ser femenina es ser "misteriosa". Nada hay más misterioso que lo que uno no desea conocer, así que calificar a la mujer de "misteriosa" supone criticar a la que es expansiva y expresa sus opiniones, que pasa a ser "menos mujer".
Resumiendo: ser femenina es agradar al hombre, siendo lo que él ha decidido que debe ser una mujer. Y si te parece que no es así, piensa en qué se te viene a la cabeza si digo "María es muy femenina". ¿Cuántas características de María le dan un poder real que no consiste en atraer a los hombres? ¿Cuántas características consisten en ser agradable a los hombres?
No pretendo hacer feministas radicales de vosotras, hoy sólo toca haceros pensar un poco. :) Y si queréis, otro día os hablo de definiciones de la masculinidad, para compensar.
La autora de I Blame The Patriarchy (para las que no sepáis inglés, "la culpa es del patriarcado") opina que la feminidad es el conjunto de estrategias impuestas a la mujer, o que ella adopta, con el objetivo de sobrevivir en un mundo decididamente hostil a las personas de sexo femenino. Es una definición con aire de campo de concentración, porque las estrategias para la supervivencia pasan por la pasividad, la sumisión, la obediencia, y la adaptación a las exigencias del Sistema con mayúscula. Independientemente de que esté de acuerdo o no, no me gusta una definición tan pesimista y tan general, ya que no tiene en cuenta diferencias culturales ni históricas. Pasemos a una definición más moderada.
A mi modo de ver, la feminidad es el conjunto de características que se consideran:
a) positivas,
b) propias del sexo femenino,
c) de forma explícita,
d) en un momento y lugar determinados, o que demuestra que es una construcción artificial.
a) y b) suponen que no son simplemente características positivas de la mujer. No. Son las características que una mujer debe tener, pues si no las tiene es "menos mujer", y que si se dan en un hombre, son negativas, o irrelevantes para su definición como hombre. Son el lado positivo del estereotipo "mujer". Es decir, la feminidad no es la naturaleza femenina, sino lo que la sociedad (o los hombres, según se mire) admiten que les agrada de la mujer.
c) es un poco más complicado. Hay cosas que forman parte del estereotipo "mujer", y son preferidas por El Sistema, pero que no forman parte de la feminidad porque no se piden expresamente. Por ejemplo, hoy se puede valorar que una mujer sea una buena ama de casa, trabaje o no para la calle, pero no se dirá "es muy femenina", o "tiene unos valores / unas virtudes muy femeninas" porque no es socialmente aceptable decir que la casa es un lugar femenino.
d) Admitir que se puede decir "sé más femenina", "es poco femenina", supone aceptar que ser femenina no es la naturaleza de la mujer. Si fuera mi naturaleza, no habría que pedírmelo y yo sería femenina sin pensarlo. Otra muestra de que la feminidad es una construcción artificial pensada para facilitarle la vida a los hombres es que el contenido de la feminidad varía en el tiempo y el espacio. Por ejemplo, en el siglo XVIII en Francia, ser femenina era ser regordeta. En el siglo XIX en Inglaterra, algunos componentes de la feminidad eran:
-Ser buena ama de casa, y no trabajar en la calle. Trabajar en la calle hacer perder la feminidad de forma irreversible.
-Tener una enorme capacidad de sufrimiento. Nada hay más femenino que soportar valientemente el dolor emocional.
-Ser dependiente. No tomar decisiones ni iniciativas. No tener deseos.
En muchas sociedades se piensa que ser femenina es ser "misteriosa". Nada hay más misterioso que lo que uno no desea conocer, así que calificar a la mujer de "misteriosa" supone criticar a la que es expansiva y expresa sus opiniones, que pasa a ser "menos mujer".
Resumiendo: ser femenina es agradar al hombre, siendo lo que él ha decidido que debe ser una mujer. Y si te parece que no es así, piensa en qué se te viene a la cabeza si digo "María es muy femenina". ¿Cuántas características de María le dan un poder real que no consiste en atraer a los hombres? ¿Cuántas características consisten en ser agradable a los hombres?
No pretendo hacer feministas radicales de vosotras, hoy sólo toca haceros pensar un poco. :) Y si queréis, otro día os hablo de definiciones de la masculinidad, para compensar.
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martes, marzo 20, 2007
Metáforas en clase.
Seguimos con otra oponión sobre las clases. Ya he dicho alguna vez que al explicar, hay quien usa metáforas, más o menos comprensibles fuera de contexto. Pintar la pared, quitarse la camiseta, sacar energía de la tierra, flotar en el aire. Es posible que yo haya dado la impresión aquí que las detesto en todo momento y lugar, pero no es así. Las metáforas pueden ser muy útiles porque no todo es “pon aquí la mano”, y a veces una imagen se entiende y se recuerda mejor que una instrucción. En mi opinión, una imagen debería cumplir estas características:
-Ser escasas. Una clase no puede consistir en una sucesión de vagas impresiones, debe haber concreción y las metáforas aquí son como en un poema: menos es más.
-Ser visuales. Es mucho más fácil que las alumnas entiendan algo que pueden imaginar y que si fuese real, sería como estamos describiendo. Un ejemplo de una metáfora que no funciona es la de alguien que decía “asómate a la ventana” para querer decir “relaja los hombros y no eleves el pecho”. Una que sí funciona, la que usa Zuel para decir cómo colocar los brazos: tienes delante un inmenso balón de playa, y todo tu brazo roza el balón, por lo que la forma que los brazos toman es levemente curva y en círculo, nunca atajando por la diagonal.
-De que son más útiles si son visuales se deduce que no me gusta que sean imposibles o de fe. No me pidas que me imagine algo que no existe o en lo que a lo mejor, no creo. Es decir, puedo imaginarme un balón delante de mí, el sol en lo alto, o incluso que soy un junco que se mece al viento. Pero si me pides que me concentre (por ejemplo) en un chakra, tenemos dos problemas: hacer el paso que me pides, e imaginarnos el chakra. A mí los shimmies me hacen pensar, entre otras cosas, en chispas, y en todo tipo de fenómenos meteorológicos (el shimmy hagallah son arcoiris y el shimmy muy pero que muy pequeño es lluvia mansa, calabobos), pero si fuera profesora no lo compartiría porque me parece que es demasiado rebuscado. Y sobre los chakras, creo que una profesora que se los tome en serio podría muy bien emplear media clase un día en hacer una sesión de yoga y dejarlos explicados de verdad.
-Ser bonitas, o al menos no ser feas. Por ejemplo, sería contraproducente que una profesora comparase un shimmy con un terremoto, un ataque epiléptico o algo así. A veces más que belleza lo que tienen es sentido del humor; para indicar la posición de las manos, con el dedo corazón ligeramente adelantado y cerca del pulgar, una profesora mía decía: "imaginad que sostenéis un pastelito muy pequeño, muy rico y muy frágil". Y claro, lo primero que se nos venía a la cabeza era el típico pastelito árabe. Después de casi tres años, no se me ha olvidado.
-Ser escasas. Una clase no puede consistir en una sucesión de vagas impresiones, debe haber concreción y las metáforas aquí son como en un poema: menos es más.
-Ser visuales. Es mucho más fácil que las alumnas entiendan algo que pueden imaginar y que si fuese real, sería como estamos describiendo. Un ejemplo de una metáfora que no funciona es la de alguien que decía “asómate a la ventana” para querer decir “relaja los hombros y no eleves el pecho”. Una que sí funciona, la que usa Zuel para decir cómo colocar los brazos: tienes delante un inmenso balón de playa, y todo tu brazo roza el balón, por lo que la forma que los brazos toman es levemente curva y en círculo, nunca atajando por la diagonal.
-De que son más útiles si son visuales se deduce que no me gusta que sean imposibles o de fe. No me pidas que me imagine algo que no existe o en lo que a lo mejor, no creo. Es decir, puedo imaginarme un balón delante de mí, el sol en lo alto, o incluso que soy un junco que se mece al viento. Pero si me pides que me concentre (por ejemplo) en un chakra, tenemos dos problemas: hacer el paso que me pides, e imaginarnos el chakra. A mí los shimmies me hacen pensar, entre otras cosas, en chispas, y en todo tipo de fenómenos meteorológicos (el shimmy hagallah son arcoiris y el shimmy muy pero que muy pequeño es lluvia mansa, calabobos), pero si fuera profesora no lo compartiría porque me parece que es demasiado rebuscado. Y sobre los chakras, creo que una profesora que se los tome en serio podría muy bien emplear media clase un día en hacer una sesión de yoga y dejarlos explicados de verdad.
-Ser bonitas, o al menos no ser feas. Por ejemplo, sería contraproducente que una profesora comparase un shimmy con un terremoto, un ataque epiléptico o algo así. A veces más que belleza lo que tienen es sentido del humor; para indicar la posición de las manos, con el dedo corazón ligeramente adelantado y cerca del pulgar, una profesora mía decía: "imaginad que sostenéis un pastelito muy pequeño, muy rico y muy frágil". Y claro, lo primero que se nos venía a la cabeza era el típico pastelito árabe. Después de casi tres años, no se me ha olvidado.
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viernes, marzo 16, 2007
Un asunto de alta diplomacia
Todas las que hemos pasado por más de un profesor, a menos que el segundo fuera discípulo del primero, lo sabemos: no hay dos profesores iguales. Es más, ni siquiera hay que bailar para saber eso. Piensa en tus tiempos en el colegio y en tu experiencia con profesores variados. ¿A que no era nunca igual? Con la danza oriental pasa como con todo lo que se aprende: cada profesor tiene su método. Hay, sin embargo, diferencias muy grandes entre dos profesoras de danza oriental y dos de, por ejemplo, Física. Las dos profes de Física han recibido titulación oficial y saben según criterios objetivos qué es lo que tienen que enseñar. Las de danza oriental, normalmente no. Por eso, en una clase de danza oriental te puedes encontrar con problemas como éstos:
-tu forma de ejecutar un movimiento es distinta a la del profesor. Por ejemplo, tu shimmy básico, el que te sale solo, empieza en las caderas, y el suyo en las rodillas.
-Tu forma de hacer un movimiento es más o menos igual, pero el estilo es diferente. Por ejemplo, varía la importancia dada a la expresividad; algunas profesoras miden según el criterio de la expresión que ponen ellas, y sus alumnas adoptan la "cara de bailar" como la que pone los pies en punta. Otros profesores quieren que te expreses tú sola, y otros ignoran este aspecto por completo.
-Tenéis una escala totalmente distinta para considerar si un movimiento es adecuado para el nivel o no. No se trata de que te resulte fácil o difícil. Un ejemplo: tuve una profesora que metía velo en la clase casi desde el principio, para que no le cogiéramos miedo, y otra que no introducía accesorios hasta llegar al nivel avanzado. Las dos creían que el velo era difícil, pero su metodología no tenía nada que ver.
-Los nombres de los pasos cambian. Como la caída doble, el rebote doble, el básico egipcio, el pisacigarro, el uno y medio, que son todos nombres para el mismo movimiento.
-Y, por último, el único caso de "pues mi seño del año pasado decía que..." en otro tipo de estudio: tu profesora de ahora y la anterior tienen una forma distinta de explicar.
Hay veces en las que por cualquier malentendido o dificultad, esto surge en clase. ¿Os habéis visto alguna vez en esta situación, o una que se le parezca?
Profe: "Hazlo más rápido /grande".
Alumna: "Es que con la última profesora que estuve este paso sólo se hacía así, despacio / pequeño, y rápido / grande no me sale"
Profe: "Pues ahora hazlo como lo hago yo".
Lo que ha dicho la alumna se puede entender de dos maneras. La primera es la bien-pensada: "es que he no sé hacerlo como lo haces tú, todavía" o "es que cogí un vicio con otra profesora, me lo tendré que quitar". Y la otra es la malpensada: "Es que este paso se hace como lo hago yo, porque mi última profesora siempre tenía razón".
En general, nadie tiene la intención de cuestionar los conocimientos de su profesora actual, pero es inevitable que a veces un profesor piense que el alumno que le presenta el método de otro experto se sienta, digamos, un poquitín desafiado. Yo no soy profesora de baile, pero sí de otras cosas, y me ha pasado esto alguna vez aislada. Ante esta situación y los diversos "Es que mi seño..." lo único que cabe es la buena voluntad por las dos partes, sentido del humor, saber que nadie tiene la verdad absoluta, y para las alumnas a las que les guste tanto su profesora antigua como la nueva, aprovechar la oportunidad de saberse dos rutas para llegar al mismo lugar.
-tu forma de ejecutar un movimiento es distinta a la del profesor. Por ejemplo, tu shimmy básico, el que te sale solo, empieza en las caderas, y el suyo en las rodillas.
-Tu forma de hacer un movimiento es más o menos igual, pero el estilo es diferente. Por ejemplo, varía la importancia dada a la expresividad; algunas profesoras miden según el criterio de la expresión que ponen ellas, y sus alumnas adoptan la "cara de bailar" como la que pone los pies en punta. Otros profesores quieren que te expreses tú sola, y otros ignoran este aspecto por completo.
-Tenéis una escala totalmente distinta para considerar si un movimiento es adecuado para el nivel o no. No se trata de que te resulte fácil o difícil. Un ejemplo: tuve una profesora que metía velo en la clase casi desde el principio, para que no le cogiéramos miedo, y otra que no introducía accesorios hasta llegar al nivel avanzado. Las dos creían que el velo era difícil, pero su metodología no tenía nada que ver.
-Los nombres de los pasos cambian. Como la caída doble, el rebote doble, el básico egipcio, el pisacigarro, el uno y medio, que son todos nombres para el mismo movimiento.
-Y, por último, el único caso de "pues mi seño del año pasado decía que..." en otro tipo de estudio: tu profesora de ahora y la anterior tienen una forma distinta de explicar.
Hay veces en las que por cualquier malentendido o dificultad, esto surge en clase. ¿Os habéis visto alguna vez en esta situación, o una que se le parezca?
Profe: "Hazlo más rápido /grande".
Alumna: "Es que con la última profesora que estuve este paso sólo se hacía así, despacio / pequeño, y rápido / grande no me sale"
Profe: "Pues ahora hazlo como lo hago yo".
Lo que ha dicho la alumna se puede entender de dos maneras. La primera es la bien-pensada: "es que he no sé hacerlo como lo haces tú, todavía" o "es que cogí un vicio con otra profesora, me lo tendré que quitar". Y la otra es la malpensada: "Es que este paso se hace como lo hago yo, porque mi última profesora siempre tenía razón".
En general, nadie tiene la intención de cuestionar los conocimientos de su profesora actual, pero es inevitable que a veces un profesor piense que el alumno que le presenta el método de otro experto se sienta, digamos, un poquitín desafiado. Yo no soy profesora de baile, pero sí de otras cosas, y me ha pasado esto alguna vez aislada. Ante esta situación y los diversos "Es que mi seño..." lo único que cabe es la buena voluntad por las dos partes, sentido del humor, saber que nadie tiene la verdad absoluta, y para las alumnas a las que les guste tanto su profesora antigua como la nueva, aprovechar la oportunidad de saberse dos rutas para llegar al mismo lugar.
martes, marzo 13, 2007
Reseña de espectáculo: Zuel en La Fundación (Córdoba)
El sábado pasado cogimos carretera tres alumnas de Zuel, y la familia de una de ellas, y nos fuimos a Córdoba a ver actuar a nuestro profe. Lo primero que tengo que decir es que el par de horas de camino merecieron la pena, totalmente. Yo había dicho en su momento que quería más y vaya si lo tuvimos.
El espectáculo fue bastante largo, de cerca de hora y media, aunque con pequeñas pausas entre las diversas piezas porque hubo cuatro cambios de vestuario. Ese fue un detalle que me gustó, ya que Zuel adapta lo que se pone al estilo de cada canción. Uno de los mayores intereses en general para las admiradoras de la danza oriental es admirar los modelitos de las bailarinas, y aunque evidentemente el estilo de Zuel es sobrio tanto para bailar como para vestirse (pecho descubierto y distintos tipos de pantalón negro son la norma), a quienes fuimos a verlo nos encantó su gusto para escoger complementos y pantalones.
Las canciones tuvieron estilos bastante variados, sin llegar a extremos. Piezas de aire contemporáneo (no quiero decir que fueran pop, sino que sonaban modernas, no clásicas-orquestales), otras con mucha percusión muy propias para shimmies (espérate que para los shimmmies necesito un párrafo entero), y piezas tirando a folklóricas. Sus alumnas de Córdoba bailaron una canción tradicional de aire pop, con una coreografía y un estilo muy divertido. Como ya habré dicho en más ocasiones, Zuel es cuidadoso respetando el sentido y el estilo de cada música, no sólo con los movimientos que mejor encajan sino con la personalidad de la pieza y lo que transmite con la mirada y el gesto. Para alguien que no supiera casi nada de danza oriental, habría sido una introducción excelente a las muchas posibilidades que tiene el baile; para alguien con más experiencia, queda la curiosidad de ver a Zuel bailar con bastón.
El control que Zuel tiene de su cuerpo es de los mejores que yo he visto. Es prodigioso, de lo que no hay. Verlo bailar recupera esa sensación del principio, de hace muchos años, cuando todo parecía una especie de encantamiento. Incluso siendo alumna suya y sabiendo cuál es su técnica, su espectáculo se disfruta como el arte que es, no como algo analizable en forma de "y ahora shimmy, tac-tac-tac con la cadera, vuelta y...". Es como si hubiera llegado al final de la técnica y hubiera vuelto. Podría estar dando caderazos y golpecitos de hombros y sería igual de impresionante que si estuviera haciendo shimmies superpuestos diez minutos seguidos, porque no se trata de lo difícil que sean los movimientos, sino lo bien que los ejecuta. En esto, destacan algunos: la mirada y la expresión, los brazos, y los shimmies. Parece un contrasentido que el punto fuerte de un bailarín hombre sean los brazos, ya que son mucho más comedidos que los de una bailarina, pero precisamente consigue expresar mucho dentro de esa sobriedad que mantiene. Los shimmies son otra historia: en clase estamos acostumbradas a oír "cuando más chiquitito más bonito", y esto era la demostración práctica. Shimmies de varios minutos, shimmies superpuestos al movimiento, shimmies extremadamente localizados (en una sola cadera, por ejemplo), yo todo controlado, sin exagerar.
El grupo que bailó la última canción mantuvo el tipo estupendamente visto el reto al que se enfrentaba, con un público que había visto a Zuel segundos antes. Esta agrupación dio un contrapunto femenino y coqueto que combinaba perfectamente con el baile de Zuel.
En conclusión, todo un espectáculo que esperamos que se repita. Y lo más importante: tenéis que llevar a todos vuestros amigos que no sepan qué es la danza oriental a que se les quiten todos los prejuicios sobre esta maravilla de baile.
El espectáculo fue bastante largo, de cerca de hora y media, aunque con pequeñas pausas entre las diversas piezas porque hubo cuatro cambios de vestuario. Ese fue un detalle que me gustó, ya que Zuel adapta lo que se pone al estilo de cada canción. Uno de los mayores intereses en general para las admiradoras de la danza oriental es admirar los modelitos de las bailarinas, y aunque evidentemente el estilo de Zuel es sobrio tanto para bailar como para vestirse (pecho descubierto y distintos tipos de pantalón negro son la norma), a quienes fuimos a verlo nos encantó su gusto para escoger complementos y pantalones.
Las canciones tuvieron estilos bastante variados, sin llegar a extremos. Piezas de aire contemporáneo (no quiero decir que fueran pop, sino que sonaban modernas, no clásicas-orquestales), otras con mucha percusión muy propias para shimmies (espérate que para los shimmmies necesito un párrafo entero), y piezas tirando a folklóricas. Sus alumnas de Córdoba bailaron una canción tradicional de aire pop, con una coreografía y un estilo muy divertido. Como ya habré dicho en más ocasiones, Zuel es cuidadoso respetando el sentido y el estilo de cada música, no sólo con los movimientos que mejor encajan sino con la personalidad de la pieza y lo que transmite con la mirada y el gesto. Para alguien que no supiera casi nada de danza oriental, habría sido una introducción excelente a las muchas posibilidades que tiene el baile; para alguien con más experiencia, queda la curiosidad de ver a Zuel bailar con bastón.
El control que Zuel tiene de su cuerpo es de los mejores que yo he visto. Es prodigioso, de lo que no hay. Verlo bailar recupera esa sensación del principio, de hace muchos años, cuando todo parecía una especie de encantamiento. Incluso siendo alumna suya y sabiendo cuál es su técnica, su espectáculo se disfruta como el arte que es, no como algo analizable en forma de "y ahora shimmy, tac-tac-tac con la cadera, vuelta y...". Es como si hubiera llegado al final de la técnica y hubiera vuelto. Podría estar dando caderazos y golpecitos de hombros y sería igual de impresionante que si estuviera haciendo shimmies superpuestos diez minutos seguidos, porque no se trata de lo difícil que sean los movimientos, sino lo bien que los ejecuta. En esto, destacan algunos: la mirada y la expresión, los brazos, y los shimmies. Parece un contrasentido que el punto fuerte de un bailarín hombre sean los brazos, ya que son mucho más comedidos que los de una bailarina, pero precisamente consigue expresar mucho dentro de esa sobriedad que mantiene. Los shimmies son otra historia: en clase estamos acostumbradas a oír "cuando más chiquitito más bonito", y esto era la demostración práctica. Shimmies de varios minutos, shimmies superpuestos al movimiento, shimmies extremadamente localizados (en una sola cadera, por ejemplo), yo todo controlado, sin exagerar.
El grupo que bailó la última canción mantuvo el tipo estupendamente visto el reto al que se enfrentaba, con un público que había visto a Zuel segundos antes. Esta agrupación dio un contrapunto femenino y coqueto que combinaba perfectamente con el baile de Zuel.
En conclusión, todo un espectáculo que esperamos que se repita. Y lo más importante: tenéis que llevar a todos vuestros amigos que no sepan qué es la danza oriental a que se les quiten todos los prejuicios sobre esta maravilla de baile.
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viernes, marzo 09, 2007
Échate flores
A las no españolas, "echarse flores" es alabarse a uno mismo. Pues eso. Hoy es viernes, vamos a ponerle a esto un poco de buen rollito, y os pido que dejéis en los comentarios la respuesta a estas dos preguntas:
¿Qué es lo que más os gusta del baile? y ¿cuál es vuestro paso favorito? El paso fvorito tiene que ser uno que os salga bien, nada de "me gusta tal shimmy pero no me sale". Hoy es el día del espíritu positivo en Solo Cuando Bailo.
Lo que más me gusta a mí del baile es que es la forma más divertida que conozco de mantenerme en forma, que me permite estar sana, fuerte y flexible espresando más sentimiento y soltando más tensión que ninguna otra. Y mi paso favorito últimamente es el shimmy hagallah.
¿Qué es lo que más os gusta del baile? y ¿cuál es vuestro paso favorito? El paso fvorito tiene que ser uno que os salga bien, nada de "me gusta tal shimmy pero no me sale". Hoy es el día del espíritu positivo en Solo Cuando Bailo.
Lo que más me gusta a mí del baile es que es la forma más divertida que conozco de mantenerme en forma, que me permite estar sana, fuerte y flexible espresando más sentimiento y soltando más tensión que ninguna otra. Y mi paso favorito últimamente es el shimmy hagallah.
miércoles, marzo 07, 2007
Una observación sobre intensivos.
Algo que vi en los intensivos que hice en Estados Unidos es que si iban a basarse en el aprendizaje de una coreografía, empezaban con la profesora bailando la coreografía entera mientras el grupo simplemente la miraba. También me ocurrió en mis clases habituales, aunque como sólo tuve una profesora no puedo saber si era la costumbre: cada semestre, el primer día del curso, que al ser en una universidad era más una "presentación" que una clase, la profesora bailaba todas las coreografías que pensaba enseñarnos en los meses siguientes.
Me he encontrado esto, creo recordar, en una sola de los profesores que me han enseñado coreografías por aquí, y ella llevaba muchos años viviendo en la India, así que parece que son mayoría los profesores que te enseñan los pasos uno a uno antes de enseñarte la coreografía completa.
Conozco opiniones a favor y en contra de las dos maneras de presentar una coreografía. A favor del modo americano, que así te llevas una impresión general de lo que se espera que aprendas y que puedes juzgarte en tu conjunto comparándote con "el ideal" que la profesora te mostró. También sabes cuánto falta por explicar según avanza la clase. A favor de no seguir este método, se puede decir que te agobia porque sabes desde el principio donde están todas las dificultades y puedes desanimarte o intentar memorizar demasiado de golpe, desde el principio. Las muy principiantes no verán mucha relación entre la técnica que saben (o no) y los pasos una vez puestos en práctica. Además, es más probable que imites el estilo de la profesora en lugar de encontrar el tuyo propio.
Es cuestión de gustos. A mí me parece que me gusta más el americano porque fue con el que empecé, ¡y porque soy muy impaciente y quiero ver resultados ya!
Me he encontrado esto, creo recordar, en una sola de los profesores que me han enseñado coreografías por aquí, y ella llevaba muchos años viviendo en la India, así que parece que son mayoría los profesores que te enseñan los pasos uno a uno antes de enseñarte la coreografía completa.
Conozco opiniones a favor y en contra de las dos maneras de presentar una coreografía. A favor del modo americano, que así te llevas una impresión general de lo que se espera que aprendas y que puedes juzgarte en tu conjunto comparándote con "el ideal" que la profesora te mostró. También sabes cuánto falta por explicar según avanza la clase. A favor de no seguir este método, se puede decir que te agobia porque sabes desde el principio donde están todas las dificultades y puedes desanimarte o intentar memorizar demasiado de golpe, desde el principio. Las muy principiantes no verán mucha relación entre la técnica que saben (o no) y los pasos una vez puestos en práctica. Además, es más probable que imites el estilo de la profesora en lugar de encontrar el tuyo propio.
Es cuestión de gustos. A mí me parece que me gusta más el americano porque fue con el que empecé, ¡y porque soy muy impaciente y quiero ver resultados ya!
Reseña de intensivo: Crótalos con Zuel
Este intensivo se podría resumir en una sola frase: si ya sabes bailar bastante bien (en el sentido de que conoces muchos pasos fundamentales), y no sabes absolutamente nada sobre tocar los crótalos, pídele a Zuel que organice otro taller igual que éste. Cruzo los dedos para que le haga una segunda parte, es decir, un taller para quienes tenemos ya un poquito de práctica crotalera.
Recuerdo que la primera instrucción que recibí sobre crótalos en mi vida fue: "no quiero ver a nadie tocando los crótalos sentada". Aquella profesora había tenido alguna alumna que tocaba estupendamente, siempre y cuando no bailara. Ese es el problema de los crótalos: son un instrumento musical que quieres tocar mientras bailas, lo que requiere una gimnasia mental para la coordinación muy grande.
Zuel tiene eso clarísimo. En el taller, aprendimos (creo recordar) tres ritmos adecuados para los crótalos; el primero creo recordar que era el felahin, en teoría muy sencillo: tak-a-tak-a-tak-a-tak, así hasta la eternidad, donde tak es siempre la mano derecha y a (o Ka, según se mire) la izquierda. El segundo encaja con todos los ritmos y es sorprendemente más fácil: tak-a-tak, tak-a-tak. Y el tercero fue el baladi, del que vimos algunas variantes; lo más básico es dum-dum-tak-a-tak-dum-tak-a-tak. Aquí la novedad son los dum, que también van con derecha. Es decir: D-D, D-I-D, D, D-I-D.
Después de explicar la "teoría" de cada ritmo, Zuel nos hacía tocarlo quietas en el sitio para ver que se había comprendido. A continuación, caminábamos llevando el ritmo, y entonces, le metíamos un movimiento de los que nos son más familiares a todas, cono el shimmy hagallah, o caminar de lado haciendo camellos (el intensivo entero mereció la pena por la cara que puso Zuel al verme hacer camellos de verdad). La clase acabó con una improvisación en la que cada una salió al centro del círculo a ver si le salí algún pasito, y el caso es que se notó que aunque nos sentíamos inseguras habíamos aprendido mucho en poco rato.
Ahora lo que hace mucha falta es practicar en casa para no olvidarnos.
Recuerdo que la primera instrucción que recibí sobre crótalos en mi vida fue: "no quiero ver a nadie tocando los crótalos sentada". Aquella profesora había tenido alguna alumna que tocaba estupendamente, siempre y cuando no bailara. Ese es el problema de los crótalos: son un instrumento musical que quieres tocar mientras bailas, lo que requiere una gimnasia mental para la coordinación muy grande.
Zuel tiene eso clarísimo. En el taller, aprendimos (creo recordar) tres ritmos adecuados para los crótalos; el primero creo recordar que era el felahin, en teoría muy sencillo: tak-a-tak-a-tak-a-tak, así hasta la eternidad, donde tak es siempre la mano derecha y a (o Ka, según se mire) la izquierda. El segundo encaja con todos los ritmos y es sorprendemente más fácil: tak-a-tak, tak-a-tak. Y el tercero fue el baladi, del que vimos algunas variantes; lo más básico es dum-dum-tak-a-tak-dum-tak-a-tak. Aquí la novedad son los dum, que también van con derecha. Es decir: D-D, D-I-D, D, D-I-D.
Después de explicar la "teoría" de cada ritmo, Zuel nos hacía tocarlo quietas en el sitio para ver que se había comprendido. A continuación, caminábamos llevando el ritmo, y entonces, le metíamos un movimiento de los que nos son más familiares a todas, cono el shimmy hagallah, o caminar de lado haciendo camellos (el intensivo entero mereció la pena por la cara que puso Zuel al verme hacer camellos de verdad). La clase acabó con una improvisación en la que cada una salió al centro del círculo a ver si le salí algún pasito, y el caso es que se notó que aunque nos sentíamos inseguras habíamos aprendido mucho en poco rato.
Ahora lo que hace mucha falta es practicar en casa para no olvidarnos.
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lunes, marzo 05, 2007
Reseña de intensivo: Flamenco-árabe con Mónica Tello.
En un descanso, una compañera del curso dijo que para hacer fusión hay que ser un experto en las dos cosas que se están uniendo, no basta con entender de sólo una de las dos. Estuve totalmene de acuerdo, y recordé que mi primer contacto con alguna clase de fusión entre la danza oriental y el flamenco (o algo que remotamente se le pareciera) ocurrió en Estados Unidos, donde muchas aficionadas al oriental llegan al flamenco por la vía de los bailes gitanos, y su conocimiento es desgraciadamente muy parcial y a veces deformado. Sabía que la posibilidad de la fusión existía, pero que se hiciera de modo riguroso y serio, y sobre todo, añadiendo oriental al flamenco en lugar de a la inversa, me parecía casi imposible.
Bien, Mónica Tello parece que lo está consiguiendo. A mi modo de ver, su forma de aunar lo oriental y lo flamenco es equilibrada y perfectamente documentada, en movimientos, en selección de música, y en manera de transmitir.
El curso se dividió en dos partes totalmente distintas. La primera se dedicó a la técnica, analizando algunos pasos muy básicos de la danza oriental y del flamenco, centrándonos sobre todo en los brazos y en los pasos de pies. Tenía la cantidad suficiente de técnica, aunque Mónica es más una profesora intuitiva, de las que dan importancia al sentimiento, y evidentemente el sentimiento no lo vas a coreografiar (los actores pueden hacerlo, nosotras no tenemos la preparación necesaria, y creo que en flamenco sería un contrasentido). Es decir, te dice dónde tienes que tener la mano y te da el calentamiento necesario para que no te la lastimes, pero también te da a entender que lo que importa es que la mano diga lo que tú quieres. Sus instrucciones son suficientes, pero no lo cubren ab-so-lu-ta-men-te todo.
De aquella primera parte salí con la sensación de que la fusión es posible, es interesante... y es complicadísima. La segunda parte consistió en la explicación de una coreografía basstante corta. A mí me gustó poder hacer muchas repeticiones para explorar unos movimientos, de brazos sobre todo, que no eran difíciles en su técnica pero que era necesario volver expresivos, así que me pareció una buena manera de organizar el tiempo, mejor que cubrir superficialmente una coreografía más larga o más complicada.
Mónica tiene mucha paciencia para repetir cosas que no se entienden y se nota que sabe perfectamente cómo se siente un alumno que no sabe de lo que está hablando. Un taller de un día sólo podía ser una introducción muy elemental a un mundo tan amplio como el del flamenco, con las posibilidades infinitas que tiene la fusión, pero me pareció un buen comienzo.
Por cierto, creo que de ahora en adelante voy a repetirme mucho diciendo que bailo mejor después de haber hecho un intensivito pequeñito de expresión corporal.
Bien, Mónica Tello parece que lo está consiguiendo. A mi modo de ver, su forma de aunar lo oriental y lo flamenco es equilibrada y perfectamente documentada, en movimientos, en selección de música, y en manera de transmitir.
El curso se dividió en dos partes totalmente distintas. La primera se dedicó a la técnica, analizando algunos pasos muy básicos de la danza oriental y del flamenco, centrándonos sobre todo en los brazos y en los pasos de pies. Tenía la cantidad suficiente de técnica, aunque Mónica es más una profesora intuitiva, de las que dan importancia al sentimiento, y evidentemente el sentimiento no lo vas a coreografiar (los actores pueden hacerlo, nosotras no tenemos la preparación necesaria, y creo que en flamenco sería un contrasentido). Es decir, te dice dónde tienes que tener la mano y te da el calentamiento necesario para que no te la lastimes, pero también te da a entender que lo que importa es que la mano diga lo que tú quieres. Sus instrucciones son suficientes, pero no lo cubren ab-so-lu-ta-men-te todo.
De aquella primera parte salí con la sensación de que la fusión es posible, es interesante... y es complicadísima. La segunda parte consistió en la explicación de una coreografía basstante corta. A mí me gustó poder hacer muchas repeticiones para explorar unos movimientos, de brazos sobre todo, que no eran difíciles en su técnica pero que era necesario volver expresivos, así que me pareció una buena manera de organizar el tiempo, mejor que cubrir superficialmente una coreografía más larga o más complicada.
Mónica tiene mucha paciencia para repetir cosas que no se entienden y se nota que sabe perfectamente cómo se siente un alumno que no sabe de lo que está hablando. Un taller de un día sólo podía ser una introducción muy elemental a un mundo tan amplio como el del flamenco, con las posibilidades infinitas que tiene la fusión, pero me pareció un buen comienzo.
Por cierto, creo que de ahora en adelante voy a repetirme mucho diciendo que bailo mejor después de haber hecho un intensivito pequeñito de expresión corporal.
sábado, marzo 03, 2007
Ritmos flamencos: una anécdota
Hoy he estado en un intensivo de árabe-flamenco impartido por Mónica Tello. Antes de hacer una reseña (hoy mismo sería demasiado precipitado), os voy a contar una cosa que también sirve como introducción a la reseña del intensivo de crótalos que haré mañana. Las que sepáis sobre flamenco me perdonaréis la introducción muy básica para lectores que no lo conozcan.
Se habla de flamenco, pero se suele entender que hay "palos". Cada palo es un estilo distinto en su origen (una ciudad u otra), en su ritmo, y en su personalidad. Si se cantan, tienen un tipo de letra, de poema, particular. El baile está definido por la "personalidad" del baile; por ejemplo, las bulerías, la rumba, o las alegrías son bailes alegres y puede decirse que muy femeninos y seductores. Exactamente igual que nos pasa en oriental, donde por ejemplo el ritmo saidi te pide una cosa y el masmoudi, otra.
Yo fui a la escuela en Huelva (para las que no sois españolas, una pequeña ciudad industrial en el sur). Un pasatiempo muy habitual en el recreo entre los más mayorcitos, los de 10 a 13 años, era todo un ritual. Dos niños se ponían frente a frente, unían sus manos como para rezar pero con los dedos hacia adelante, tocaban las puntas de los dedos con su amigo, y se ponían a tocar cada uno un ritmo, daba igual cuál. Al cabo de unos cuantos compases, a veces minutos, sus ritmos se acercaban, se acercaban progresivamente, hasta que los dos acababan tocando sevillanas, y se mantenían ahí sincronizados un rato. Era algo digno de verse, la concentración y al mismo tiempo el disfrute de aquellos pequeños salvajes.
A mí nunca, nunca, se me pasó por la cabeza intentar siquiera jugar a sincronizar ritmos. Era una de tantas cosas para las que yo misma me había colgado la etiqueta "yo para esto no valgo".
Se habla de flamenco, pero se suele entender que hay "palos". Cada palo es un estilo distinto en su origen (una ciudad u otra), en su ritmo, y en su personalidad. Si se cantan, tienen un tipo de letra, de poema, particular. El baile está definido por la "personalidad" del baile; por ejemplo, las bulerías, la rumba, o las alegrías son bailes alegres y puede decirse que muy femeninos y seductores. Exactamente igual que nos pasa en oriental, donde por ejemplo el ritmo saidi te pide una cosa y el masmoudi, otra.
Yo fui a la escuela en Huelva (para las que no sois españolas, una pequeña ciudad industrial en el sur). Un pasatiempo muy habitual en el recreo entre los más mayorcitos, los de 10 a 13 años, era todo un ritual. Dos niños se ponían frente a frente, unían sus manos como para rezar pero con los dedos hacia adelante, tocaban las puntas de los dedos con su amigo, y se ponían a tocar cada uno un ritmo, daba igual cuál. Al cabo de unos cuantos compases, a veces minutos, sus ritmos se acercaban, se acercaban progresivamente, hasta que los dos acababan tocando sevillanas, y se mantenían ahí sincronizados un rato. Era algo digno de verse, la concentración y al mismo tiempo el disfrute de aquellos pequeños salvajes.
A mí nunca, nunca, se me pasó por la cabeza intentar siquiera jugar a sincronizar ritmos. Era una de tantas cosas para las que yo misma me había colgado la etiqueta "yo para esto no valgo".
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viernes, marzo 02, 2007
Batimos nuestra marca!
Ayer se batió el récord de visitas a Sólo Cuando Bailo y nos juntamos por aquí 232 bailarinas. ¡Qué clase más concurrida! El contador de visitas totales desde que empezamos hace año y medio va por 41971. Qué barbaridad.
Gracias a todos, incluso a los que llegaron buscando por google chicas haciendo cosas que no son bailar, precisamente.
Gracias a todos, incluso a los que llegaron buscando por google chicas haciendo cosas que no son bailar, precisamente.
jueves, marzo 01, 2007
Pop egipcio, amores y odios.
Los resultados de la encuesta de Febrero están aquí, y son éstos:
Hay exactamente cien votos.
El 14% de los participantes no soportan a Hakeem ni a Tarkan ni a ninguno de nuestros sospechosos habituales. ¿Qué os gusta bailar? ¿Sólo música más clásica?
Sólo un 5% dice que es un poco monótono.
El 32% está de acuerdo conmigo en que no salvará el mundo pero al menos es divertido y fácil de bailar. Acabar o empezar una clase haciendo el tonto con la canción del beso de Tarkan compensa la frustración porque no te salgan los camellos...
Al 41% le gusta. Habibiiiiii........
El 8% dice que es lo único que baila.
Espero que os guste la encuesta de este mes.
Hay exactamente cien votos.
El 14% de los participantes no soportan a Hakeem ni a Tarkan ni a ninguno de nuestros sospechosos habituales. ¿Qué os gusta bailar? ¿Sólo música más clásica?
Sólo un 5% dice que es un poco monótono.
El 32% está de acuerdo conmigo en que no salvará el mundo pero al menos es divertido y fácil de bailar. Acabar o empezar una clase haciendo el tonto con la canción del beso de Tarkan compensa la frustración porque no te salgan los camellos...
Al 41% le gusta. Habibiiiiii........
El 8% dice que es lo único que baila.
Espero que os guste la encuesta de este mes.
martes, febrero 27, 2007
La belleza de lo sencillo
Le he robado descaradamente este vídeo a Zuel porque ilustra algo que dijo Nesjret hace poco (me encanta cuando los demás bloguean por mí): menos es más.
Zuel nos muestra este vídeo sin comentar y es que es verdad que con Samia Gamal a veces sobran las palabras. Pero este vídeo hay varias cosas que nos interesan a alumnas y profesoras:
En primer lugar, que unos movimientos bonitos, bien hechos, con gracia, tienen que parecer más fáciles que difíciles. Un estilo de baile puede ser acrobático, o difícil, puede provocar que el público piense "Pero, ¿¡cómo ha hecho eso!?", y eso está muy bien, pero no es estrictamente necesario. Si os gustan otros tipos de baile, pensad en momentos y coreografías clásicos. Una película musical de Hollywood, un musical de Broadway, El Lago de Los Cisnes. Todos tienen momentos de OOHHHHHHH y momentos sencillos realizados con perfección. Precisamente hace una semana vi "Un día en Nueva York" y me llevé una sorpresa porque yo creía recordar que las coreografías eran más numerosas, más largas y más difíciles. ¿Para qué, si no hacía falta?
La consecuencia de esto es que todos los que bailamos tenemos que tener cuidado con los detalles pequeños y con lo que consideramos "la base". Si os fijáis, Samia Gamal no hace en este vídeo ningún movimiento que no sea capaz de hacer alguien que lleve bailando más o menos un año. Una sugerencia para las que no llevéis mucho tiempo bailando: intentad identificar cada movimiento, y pensad en cuáles os han enseñado, cuáles no, y cuáles sabéis pero creéis que no os salen bien. En mi caso, los camellos, y quizá me costaría dar tantas vueltas seguidas.
Evidentemente, todas sabemos que saberse los pasos no es saber bailar. Este vídeo es una pequeña advertencia para las que ya llevamos un tiempecito (digamos, más de dos años) bailando, y pensamos "qué bien. Ya lo SÉ", y el día que no aprendemos un paso nuevo o un shimmy raro en clase nos parece que hoy no hemos hecho nada. Siempre se le puede sacar más a cada movimiento.
Y aquí lo tenéis: Samia Gamal.
Zuel nos muestra este vídeo sin comentar y es que es verdad que con Samia Gamal a veces sobran las palabras. Pero este vídeo hay varias cosas que nos interesan a alumnas y profesoras:
En primer lugar, que unos movimientos bonitos, bien hechos, con gracia, tienen que parecer más fáciles que difíciles. Un estilo de baile puede ser acrobático, o difícil, puede provocar que el público piense "Pero, ¿¡cómo ha hecho eso!?", y eso está muy bien, pero no es estrictamente necesario. Si os gustan otros tipos de baile, pensad en momentos y coreografías clásicos. Una película musical de Hollywood, un musical de Broadway, El Lago de Los Cisnes. Todos tienen momentos de OOHHHHHHH y momentos sencillos realizados con perfección. Precisamente hace una semana vi "Un día en Nueva York" y me llevé una sorpresa porque yo creía recordar que las coreografías eran más numerosas, más largas y más difíciles. ¿Para qué, si no hacía falta?
La consecuencia de esto es que todos los que bailamos tenemos que tener cuidado con los detalles pequeños y con lo que consideramos "la base". Si os fijáis, Samia Gamal no hace en este vídeo ningún movimiento que no sea capaz de hacer alguien que lleve bailando más o menos un año. Una sugerencia para las que no llevéis mucho tiempo bailando: intentad identificar cada movimiento, y pensad en cuáles os han enseñado, cuáles no, y cuáles sabéis pero creéis que no os salen bien. En mi caso, los camellos, y quizá me costaría dar tantas vueltas seguidas.
Evidentemente, todas sabemos que saberse los pasos no es saber bailar. Este vídeo es una pequeña advertencia para las que ya llevamos un tiempecito (digamos, más de dos años) bailando, y pensamos "qué bien. Ya lo SÉ", y el día que no aprendemos un paso nuevo o un shimmy raro en clase nos parece que hoy no hemos hecho nada. Siempre se le puede sacar más a cada movimiento.
Y aquí lo tenéis: Samia Gamal.
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jueves, febrero 22, 2007
Músicas apropiadas y músicas que no lo son I: Velo
Sobre qué músicas usar se puede decir mucho, y hoy sólo voy a contar una anécdota. Ya os hablo de más músicas otro día.
Como os conté, hace un par de semanas estuve en un intensivo de velo impartido por Zuel, quenos dio una brevísima explicación cultural del origen de la danza con velo, y que en los países donde se practica la danza oriental, como Egipto, tiene una connotación obscena, de strip-tease. Por eso, ya que la danza con velo no es auténtico y puro raqs sharqi, escogió una pieza de Luis Delgado (creo que cuanto más conozca de este autor más me va a gustar).
No nos gustaría que alguien bailase la danza popular de nuestra esquina del mundo con la música que no es, así que viene bien saber qué musicas van bien y cuáles no para bailar danza oriental. Por ejemplo, qué va bien para bailar con velo.
Si nos interesa la corrección histórico-geográfica, yo creo que nunca se debería bailar con velo con música turca, simplemente porque en Turquía nunca se ha bailado con velo (ahora las bailarinas de los hoteles y salas de fiestas lo hacen porque han aprendido de las egipcias). Además, la música turca es generalmente recondenadamente difícil de bailar, así que ¿para qué complicarnos la vida con el velo y ese ritmillo a la vez?
Las canciones orientales clásicas pueden resultar inadecuadas por la cuestión que apuntaba Zuel: cierta asociación de ideas negativa en la forma de usar el velo para atraer al público occidental más racista. Sí se puede usar velo a la forma clásica: llegas, haces una entrada con tu velo, y en medio minuto lo dejas en una esquina. Pero para bailar una coreografía entera, la música clásica oriental no queda del todo bien.
¿Qué nos queda? Pues principalmente, la música moderna, tanto la que parece antigua pero no lo es, ya sea vocal o instrumental como la de Luis Delgado, o el pop o la música electrónica hechos por autores árabes. A mí me parece imposible coreorafiar velo con algo tan rápido como Hakeem, pero me parece socioculturalmente perfecto: Hakeem canta en un estilo egipcio influido por Occidente, y el velo es un añadido occidental a la danza oriental.
Otra cantante posible es Natasha Atlas, que tiene algunas canciones lentas que pueden ir muy bien con un velo. No me atrevo a recomendar más autores, porque no conozco a fondo a casi ninguno, así que dejad los que queráis en los comentarios, por favor. Básicamente, si suena oriental pero lleva sintetizadores, se entiende que no es "auténtico" y por tanto no resulta ni ofensivo ni anacrónico bailarlo con velo.
Como os conté, hace un par de semanas estuve en un intensivo de velo impartido por Zuel, quenos dio una brevísima explicación cultural del origen de la danza con velo, y que en los países donde se practica la danza oriental, como Egipto, tiene una connotación obscena, de strip-tease. Por eso, ya que la danza con velo no es auténtico y puro raqs sharqi, escogió una pieza de Luis Delgado (creo que cuanto más conozca de este autor más me va a gustar).
No nos gustaría que alguien bailase la danza popular de nuestra esquina del mundo con la música que no es, así que viene bien saber qué musicas van bien y cuáles no para bailar danza oriental. Por ejemplo, qué va bien para bailar con velo.
Si nos interesa la corrección histórico-geográfica, yo creo que nunca se debería bailar con velo con música turca, simplemente porque en Turquía nunca se ha bailado con velo (ahora las bailarinas de los hoteles y salas de fiestas lo hacen porque han aprendido de las egipcias). Además, la música turca es generalmente recondenadamente difícil de bailar, así que ¿para qué complicarnos la vida con el velo y ese ritmillo a la vez?
Las canciones orientales clásicas pueden resultar inadecuadas por la cuestión que apuntaba Zuel: cierta asociación de ideas negativa en la forma de usar el velo para atraer al público occidental más racista. Sí se puede usar velo a la forma clásica: llegas, haces una entrada con tu velo, y en medio minuto lo dejas en una esquina. Pero para bailar una coreografía entera, la música clásica oriental no queda del todo bien.
¿Qué nos queda? Pues principalmente, la música moderna, tanto la que parece antigua pero no lo es, ya sea vocal o instrumental como la de Luis Delgado, o el pop o la música electrónica hechos por autores árabes. A mí me parece imposible coreorafiar velo con algo tan rápido como Hakeem, pero me parece socioculturalmente perfecto: Hakeem canta en un estilo egipcio influido por Occidente, y el velo es un añadido occidental a la danza oriental.
Otra cantante posible es Natasha Atlas, que tiene algunas canciones lentas que pueden ir muy bien con un velo. No me atrevo a recomendar más autores, porque no conozco a fondo a casi ninguno, así que dejad los que queráis en los comentarios, por favor. Básicamente, si suena oriental pero lleva sintetizadores, se entiende que no es "auténtico" y por tanto no resulta ni ofensivo ni anacrónico bailarlo con velo.
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martes, febrero 13, 2007
Reseña de intensivo: Velo con Zuel.
Creo que de Zuel como profesor ya he dicho un montón, así que ya sabéis lo que opino: que su calentamiento es excelente, que se organiza muy bien, que es buen bailarín pero mejor profesor, y que es muy expresivo. Este intensivo, sin embargo, fue un poco diferente de otros con Zuel porque incluyó bastante técnica de respiración, y no consistió sólo en aprender coreografía sino también en familiarizarnos con el velo. El nivel del grupo de por la tarde, el mío, era de nivel muy mixto: había desde principiantes con semanas de práctica a profesionales. Por eso, los ejercicios iniciales venían muy bien para quienes le tuvieran un poco de "miedo" al velo. Yo llevaba sin usarlo un año y tres meses y fue una ocasión para ponernos al día y familiarizarnos de nuevo el uno con el otro.
La coreografía fue muy corta, quizá demasiado, y del nivel de dificultad perfecto, en mi opinión. Eso sí, más importante que los movimientos era la expresión, ya que había muchos cambios: melancólica, enérgica, sensual, distante. Una cantidad sorprendente de cambios en cuestión de segundos. Para esto fue maravillosamente útil el intensivo de expresión corporal del día anterior.
Me alegro muchísimo de haberme apuntado. Mi velo y yo queremos más.
La coreografía fue muy corta, quizá demasiado, y del nivel de dificultad perfecto, en mi opinión. Eso sí, más importante que los movimientos era la expresión, ya que había muchos cambios: melancólica, enérgica, sensual, distante. Una cantidad sorprendente de cambios en cuestión de segundos. Para esto fue maravillosamente útil el intensivo de expresión corporal del día anterior.
Me alegro muchísimo de haberme apuntado. Mi velo y yo queremos más.
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Reseña de intensivo: Movimiento => emoción de Juan Bey
Si miráis la fecha de la entrada anterior, veréis que me he pasado dos semanas sin poner nada en el blog. Eso os puede dar una idea de hasta qué punto me ha sobrepasado el mundo real. Pasaron varias cosas que casi me impidieron ir a este taller, pero al final se resolvió todo, o casi, y allá que fui.
Fue un taller completamente distinto de lo habitual. Aquí no puedo decir si me gustó la coreografía, porque no la hubo. No puedo hablar de la capacidad técnica de Juan Bey porque no entiendo de lo que hace, aunque sí puedo decir que es muy buen profesor: comunica exactamente lo que quiere decir, y se le entiende perfectamente incluso a pesar de que su forma de ver el arte, como actor, puede ser bastante diferente de la nuestra, como bailarinas, casi todas aficionadas. Eso se nota, por ejemplo, en el lenguaje que usamos porque él tiene las herramientas para hablar de la expresión de las emociones, mientras que nosotras somos más intuitivas en ese sentido.
El curso consistió básicamente en hacer ejercicios típicos de escuela de arte dramático. Puedo intentar separarlos en tres categorías: estaban los dirigidos a crear cohesión en el grupo, los de hipersensibilización emotiva, y los de expresión corporal propiamente dicha. Estas categorísa no están cerradas, ya que por supuesto que hay movimiento y expresión (es decir, expresión corporal) en los ejercicios de cohesión del grupo, por ejemplo.
Los ejercicios para grupo me parecieron una idea estupenda para romper el hielo, y aplicados a la danza del vientre, para profesoras o grupos que quieran actuar en público como agrupación. Unificar el grupo y hacer que se concentren unas en los movimientos de las otras haciendo actividades que no tienen nada que ver con bailar parece que puede ayudar muchísimo no sólo a primerizas cuyo problema es moverse todas a la vez, sino a bailarinas más avanzadas que quieren improvisar juntas, bailar interactuando, y cosas así, que requieren mucha compenetración.
La hipersensibilización emotiva puede ser un poco fuerte para personas que ya sean muy sensibles de por sí. El objetivo, en términos generales, es ser mucho más conscientes de lo habitual de lo que ocurre a nuestro alrededor. Fue muy intenso para mí un ejercicio que consistió en ponernos de pie frente a otra persona, mirarnos a los ojos, cogernos de las manos, y por turnos, preguntarnos sin palabras "¿qué te falta? ¿En qué te puedo ayudar?". El ejercicio duró aproximadamente media hora y mi compañera y yo tardamos un poco más de cinco minutos en ponernos a bailar. Ella no sabía que a mí me tenía asustada el intensivo de velo del día siguiente y que estaba convencida que después de llevar siete semanas sin ir a clases, volver a bailar iba a ser peor que partir de cero. Así que es un ejercicio que no sabes por dónde puede salir, lo mismo te aburres que tienes una experiencia de comunicación extrasensorial casi mística (y lo estoy diciendo sin ironía).
Los ejercicios de expresión corporal parecían en un primer momento más adecuados para actores que para nosotras. Por simplificar mucho, las instrucciones podían ser algo tan simple como "camina como si midieras dos metros" o "imagina que tu brazo derecho está hecho de agua: actúa en consecuencia". A veces era más importance la emoción, a veces más la imaginación. Pude observar el valor de esta "gimnasia emocional" al día siguiente, con el velo, ya que en un primer contacto puede parecer algo tonto: "¿va a ayudarme a bailar mejor imaginarme ahora que mis manos despiden luz?". Pues me pareció que es un poco como hacer estiramientos: son movimientos que no haces al bailar, pero que ejercitan el músculo para que os lleve a ti y a la danza. Es útil hasta el ejercicio de imaginación que fue para mí pensar qué haría yo si mi columna vertebral fuera una joya: yo no voy a imaginarme eso mientras baile, pero da herramientas para que bailar sea más que seguir los pasos.
Editado: me pide Zuel (ay, no puedo negarme) que hable un pooc más de cómo fue el curso para mí, en qué me ayudó. Bien, los ejercicios de hipersensibilización fueron los que más me llamaron la atención porque van con mi personalidad. Soy una persona muy sensible, me gustan diferentes clases de arte y me resulta fácil imaginar sinestesias. La sinestesia es cuando una cualidad se percibe con el sentido que no le es propio: por ejemplo, oler colores o imaginarse que la música tiene forma y color. A mí eso me pasa solo, pero precisamente por esta razón, un ejercicio de hipersensibilización me puede dejar en las nubes porque yo ya soy demasiado emocional. Bien usados, lo que estos ejercicios pueden conseguir de mí es más flexibilidad y más confianza en mí misma.
Resumiendo: fue una experiencia novedosa y por eso había mucho que procesar en poco tiempo. Recomendaría un taller parecido, o unas semanas en una escuela de interpretación, a cualquier bailarina insegura de su capacidad de "transmitir".
Fue un taller completamente distinto de lo habitual. Aquí no puedo decir si me gustó la coreografía, porque no la hubo. No puedo hablar de la capacidad técnica de Juan Bey porque no entiendo de lo que hace, aunque sí puedo decir que es muy buen profesor: comunica exactamente lo que quiere decir, y se le entiende perfectamente incluso a pesar de que su forma de ver el arte, como actor, puede ser bastante diferente de la nuestra, como bailarinas, casi todas aficionadas. Eso se nota, por ejemplo, en el lenguaje que usamos porque él tiene las herramientas para hablar de la expresión de las emociones, mientras que nosotras somos más intuitivas en ese sentido.
El curso consistió básicamente en hacer ejercicios típicos de escuela de arte dramático. Puedo intentar separarlos en tres categorías: estaban los dirigidos a crear cohesión en el grupo, los de hipersensibilización emotiva, y los de expresión corporal propiamente dicha. Estas categorísa no están cerradas, ya que por supuesto que hay movimiento y expresión (es decir, expresión corporal) en los ejercicios de cohesión del grupo, por ejemplo.
Los ejercicios para grupo me parecieron una idea estupenda para romper el hielo, y aplicados a la danza del vientre, para profesoras o grupos que quieran actuar en público como agrupación. Unificar el grupo y hacer que se concentren unas en los movimientos de las otras haciendo actividades que no tienen nada que ver con bailar parece que puede ayudar muchísimo no sólo a primerizas cuyo problema es moverse todas a la vez, sino a bailarinas más avanzadas que quieren improvisar juntas, bailar interactuando, y cosas así, que requieren mucha compenetración.
La hipersensibilización emotiva puede ser un poco fuerte para personas que ya sean muy sensibles de por sí. El objetivo, en términos generales, es ser mucho más conscientes de lo habitual de lo que ocurre a nuestro alrededor. Fue muy intenso para mí un ejercicio que consistió en ponernos de pie frente a otra persona, mirarnos a los ojos, cogernos de las manos, y por turnos, preguntarnos sin palabras "¿qué te falta? ¿En qué te puedo ayudar?". El ejercicio duró aproximadamente media hora y mi compañera y yo tardamos un poco más de cinco minutos en ponernos a bailar. Ella no sabía que a mí me tenía asustada el intensivo de velo del día siguiente y que estaba convencida que después de llevar siete semanas sin ir a clases, volver a bailar iba a ser peor que partir de cero. Así que es un ejercicio que no sabes por dónde puede salir, lo mismo te aburres que tienes una experiencia de comunicación extrasensorial casi mística (y lo estoy diciendo sin ironía).
Los ejercicios de expresión corporal parecían en un primer momento más adecuados para actores que para nosotras. Por simplificar mucho, las instrucciones podían ser algo tan simple como "camina como si midieras dos metros" o "imagina que tu brazo derecho está hecho de agua: actúa en consecuencia". A veces era más importance la emoción, a veces más la imaginación. Pude observar el valor de esta "gimnasia emocional" al día siguiente, con el velo, ya que en un primer contacto puede parecer algo tonto: "¿va a ayudarme a bailar mejor imaginarme ahora que mis manos despiden luz?". Pues me pareció que es un poco como hacer estiramientos: son movimientos que no haces al bailar, pero que ejercitan el músculo para que os lleve a ti y a la danza. Es útil hasta el ejercicio de imaginación que fue para mí pensar qué haría yo si mi columna vertebral fuera una joya: yo no voy a imaginarme eso mientras baile, pero da herramientas para que bailar sea más que seguir los pasos.
Editado: me pide Zuel (ay, no puedo negarme) que hable un pooc más de cómo fue el curso para mí, en qué me ayudó. Bien, los ejercicios de hipersensibilización fueron los que más me llamaron la atención porque van con mi personalidad. Soy una persona muy sensible, me gustan diferentes clases de arte y me resulta fácil imaginar sinestesias. La sinestesia es cuando una cualidad se percibe con el sentido que no le es propio: por ejemplo, oler colores o imaginarse que la música tiene forma y color. A mí eso me pasa solo, pero precisamente por esta razón, un ejercicio de hipersensibilización me puede dejar en las nubes porque yo ya soy demasiado emocional. Bien usados, lo que estos ejercicios pueden conseguir de mí es más flexibilidad y más confianza en mí misma.
Resumiendo: fue una experiencia novedosa y por eso había mucho que procesar en poco tiempo. Recomendaría un taller parecido, o unas semanas en una escuela de interpretación, a cualquier bailarina insegura de su capacidad de "transmitir".
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lunes, enero 29, 2007
Y yo con estos pelos
venga, va, os lo cuento: este mes estoy haciendo el CAP. Para las de fuera de España, es un curso presencial que permite ser profesor de secundaria a la gente que tenemos un título univensitario. Además he hecho un examen de los normales y otro que tenía fama de espantoso, ante un tribunal. He terminado de revisar un artículo que va a salir en un libro (espero). Y para rematar la faena he hecho un curso a distancia.
¿Os parecen razones suficientes para no haber bailado nada desde Nochevieja y no haber hecho ninguna clase de gimnasia, estiramientos, etc en dos semanas?
Esta mañana el cuerpo se ha vengado de mí y me duele todo. Va a ser cuestión de ponerme a hacer vídeos, como los facilitos de Veena y Neena, para estar recuperada cuando vuelva a ir a clase.
Y dentro de dos semanas tengo un intensivo. No quiero ni pensarlo.
¿Os parecen razones suficientes para no haber bailado nada desde Nochevieja y no haber hecho ninguna clase de gimnasia, estiramientos, etc en dos semanas?
Esta mañana el cuerpo se ha vengado de mí y me duele todo. Va a ser cuestión de ponerme a hacer vídeos, como los facilitos de Veena y Neena, para estar recuperada cuando vuelva a ir a clase.
Y dentro de dos semanas tengo un intensivo. No quiero ni pensarlo.
sábado, enero 27, 2007
Resultados primera encuesta
Están aquí, pero os cuento:
Han votado 155 personas. 11 no bailan, y me parece curioso tener tantos lectores que vienen por aquí, no sé, ¿porque son mis amigos?
12 bailaban antes pero ya no. Debería incluirme en esta categoría.
32 valientes bailan por su cuenta.
78, es decir la mitad, van a clases. Mucho ánimo y a seguir aprendiendo.
22, de las cuales 9 son más novatas y 13 son más experimentadas, son profes. ¡Me halaga tremendamente que vengáis de visita a este blog!
Es un reparto bastante equilibrado, creo.
Han votado 155 personas. 11 no bailan, y me parece curioso tener tantos lectores que vienen por aquí, no sé, ¿porque son mis amigos?
12 bailaban antes pero ya no. Debería incluirme en esta categoría.
32 valientes bailan por su cuenta.
78, es decir la mitad, van a clases. Mucho ánimo y a seguir aprendiendo.
22, de las cuales 9 son más novatas y 13 son más experimentadas, son profes. ¡Me halaga tremendamente que vengáis de visita a este blog!
Es un reparto bastante equilibrado, creo.
viernes, enero 26, 2007
Cabaret
La primera vez que escuché esta palabra en un contexto de danza oriental fue para referirse al traje. Estaba yo por entonces en Estados Unidos: "cabaret costume" era el traje dos piezas, del que normalmente se compraba el sujetador y el cinturón y la falda te la hacías tú, como expliqué hace tiempo. Un poco más adelante me enteré de que el cabaret era otro nombre del estilo más habitual en Estados Unidos, que allí suele llamarse también simplemente "American Belly Dance". No tiene nada que ver con el tribal, sino que es más bien una adaptación del raqs sharqi al gusto norteamericano y a las necesidades de las bailarinas que viven en ese país.
Shira hace una excelente descripción de los diferentes tipos de danza del vientre que hay en Estados Unidos y según ella, alguna características del estilo americano son las que voy a resumir para quien no leéis en inglés:
-Adaptación a la idea americana de espectáculo, por ejemplo con participación del público y con cambios en la musica entre canción y canción. Nada puede durar más que unos pocos minutos en una cultura en la que todo es zapping.
-Uso de complementos como el velo y la espada. Las coreografías de velo suelen ocupar una canción entera.
-Uso de pop egipcio.
-Fusión de movimientos de cualquier origen que le guste a la bailarina: movimientos de todo el Mediterráneo y Oriente Medio en el mismo espectáculo, o la misma canción. Algunos movimientos, como por ejemplo las ondulaciones de las manos, o la ondulación de la caja torácica, son según Shira más americanos que egipcios.
-Baile en el suelo.
-Los movimientos no son sutiles y se da más importancia al virtuosismo del movimiento que a la expresividad. El objetivo suele ser sorprender, porque el público no entiende mucho de lo que está viendo.
-Visualmente, ya sabéis: pedrería, lentejuelas, flecos bordados, lo típico.
Shira no llama cabaret a este estilo: lo llama American Restaurant Style por evitar la palabra cabaret y escoger uno de los lugares donde se puede ver bailarinas profesionales: restaurantes. El problema que ella encuentra en la palabra cabaret es la connotación sexual. Un cabaret, como local, puede ser dos cosas: una especie de restaurante o bar de copas en el que se pueden ver espectáculos de variedades, incluyendo música, danza, humor, y teatro, por un lado. Y por otro, un prostíbulo que utiliza un espectáculo de componente sexual como tapadera para las fuerzas del orden o como atracción para los clientes. Es este último significado el que parecen entender las profesoras y alumnas de mi ciudad.
En el par de años que llevo de vuelta en España, he visto en alguna ocasión que una bailarina era criticada (a sus espaldas, naturalmente) por bailar cabaret. Conozco a una bailarina que tiene un estilo que hasta donde yo sé es muy egipcio. Desde luego, poco americano, y en absoluto procaz. Una vez, le hablé de ella a otra bailarina con más o menos la misma experiencia (en calidad y en años), y me dijo "ah, pero es que yo bailo egipcio clásico. Y quien tú dices no baila danza oriental, baila Cabaret".
Posteriormente, cada vez que he hablado con una conocida que no ha salido satisfecha de un intensivo, el término ha surgido de una forma u otra. "No baila oriental, baila Cabaret". El sentido nunca es "baila americanizado", sino "baila con un aire demasiado erótico para mi gusto". El momento más revelador me ocurrió hace un par de meses, viendo una actuación de alumnas de na profesora que no conozco. La compañera que estaba a mi lado me susurró en cierto momento "ese paso no me gusta. Es demasiado cabaret". El paso consistía simplemente en caminar por el escenario, con los brazos dejados caer a los lados y las caderas sueltas trazando un leve ocho, en un momento de música lenta. Cada bailarina caminaba en una dirección, así que ninguna miraba al público (lo cual podría haber resultado muy insinuante). El momento no era erótico, sino teatral. Creo que mi compañera utilizaba cabaret como casi todo el mundo en mi ciudad: Cabaret significa "cualquier cosa que no me guste". Demasiado sexy / erótico, poco profesional, no-egipcio, demasiado americanizado, demasiado españolizado/imaginativo/adaptado al gusto personal de la bailarina, no lo bastante folklórico, demasiado teatral, contrario al egipcio clásico según Mahmoud Reda. Sí, algunos de estos sentidos son contradictorios entre sí porque cada española que ha mencionado la palabra cabaret lo ha hecho con un sentido diferente, siempre negativo. Para mí, Cabaret seguirá siendo sinónimo de American Belly Dance, un estilo tan válido como cualquier otro si se practica con elegancia.
Shira hace una excelente descripción de los diferentes tipos de danza del vientre que hay en Estados Unidos y según ella, alguna características del estilo americano son las que voy a resumir para quien no leéis en inglés:
-Adaptación a la idea americana de espectáculo, por ejemplo con participación del público y con cambios en la musica entre canción y canción. Nada puede durar más que unos pocos minutos en una cultura en la que todo es zapping.
-Uso de complementos como el velo y la espada. Las coreografías de velo suelen ocupar una canción entera.
-Uso de pop egipcio.
-Fusión de movimientos de cualquier origen que le guste a la bailarina: movimientos de todo el Mediterráneo y Oriente Medio en el mismo espectáculo, o la misma canción. Algunos movimientos, como por ejemplo las ondulaciones de las manos, o la ondulación de la caja torácica, son según Shira más americanos que egipcios.
-Baile en el suelo.
-Los movimientos no son sutiles y se da más importancia al virtuosismo del movimiento que a la expresividad. El objetivo suele ser sorprender, porque el público no entiende mucho de lo que está viendo.
-Visualmente, ya sabéis: pedrería, lentejuelas, flecos bordados, lo típico.
Shira no llama cabaret a este estilo: lo llama American Restaurant Style por evitar la palabra cabaret y escoger uno de los lugares donde se puede ver bailarinas profesionales: restaurantes. El problema que ella encuentra en la palabra cabaret es la connotación sexual. Un cabaret, como local, puede ser dos cosas: una especie de restaurante o bar de copas en el que se pueden ver espectáculos de variedades, incluyendo música, danza, humor, y teatro, por un lado. Y por otro, un prostíbulo que utiliza un espectáculo de componente sexual como tapadera para las fuerzas del orden o como atracción para los clientes. Es este último significado el que parecen entender las profesoras y alumnas de mi ciudad.
En el par de años que llevo de vuelta en España, he visto en alguna ocasión que una bailarina era criticada (a sus espaldas, naturalmente) por bailar cabaret. Conozco a una bailarina que tiene un estilo que hasta donde yo sé es muy egipcio. Desde luego, poco americano, y en absoluto procaz. Una vez, le hablé de ella a otra bailarina con más o menos la misma experiencia (en calidad y en años), y me dijo "ah, pero es que yo bailo egipcio clásico. Y quien tú dices no baila danza oriental, baila Cabaret".
Posteriormente, cada vez que he hablado con una conocida que no ha salido satisfecha de un intensivo, el término ha surgido de una forma u otra. "No baila oriental, baila Cabaret". El sentido nunca es "baila americanizado", sino "baila con un aire demasiado erótico para mi gusto". El momento más revelador me ocurrió hace un par de meses, viendo una actuación de alumnas de na profesora que no conozco. La compañera que estaba a mi lado me susurró en cierto momento "ese paso no me gusta. Es demasiado cabaret". El paso consistía simplemente en caminar por el escenario, con los brazos dejados caer a los lados y las caderas sueltas trazando un leve ocho, en un momento de música lenta. Cada bailarina caminaba en una dirección, así que ninguna miraba al público (lo cual podría haber resultado muy insinuante). El momento no era erótico, sino teatral. Creo que mi compañera utilizaba cabaret como casi todo el mundo en mi ciudad: Cabaret significa "cualquier cosa que no me guste". Demasiado sexy / erótico, poco profesional, no-egipcio, demasiado americanizado, demasiado españolizado/imaginativo/adaptado al gusto personal de la bailarina, no lo bastante folklórico, demasiado teatral, contrario al egipcio clásico según Mahmoud Reda. Sí, algunos de estos sentidos son contradictorios entre sí porque cada española que ha mencionado la palabra cabaret lo ha hecho con un sentido diferente, siempre negativo. Para mí, Cabaret seguirá siendo sinónimo de American Belly Dance, un estilo tan válido como cualquier otro si se practica con elegancia.
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Sobre sexismo
Esto es algo que pienso a raíz de dos cosas: leer sobre bailarines hombres, y haberme pasado las últimas semanas haciendo prácticas en un Instituto de Secundaria, es decir, pasando más tiempo seguido rodeada de adolescentes que en los últimos diez años juntos.
Cuando una mujer hace cosas propias de los hombres en nuestra sociedad (relativamente) abierta y democrática, tiende a encontrar aprobación. Desde una mujer con un traje de chaqueta masculino a una mujer oficial del ejército. Sí, tenemos que demostrar nuestra valía más que los hombres. Pero si eres de verdad muy buena, ganarás más admiración que si eres más puramente "femenina".
Cuando un hombre asume conductas típicamente femeninas, encontrará rechazo de plano o se dará por hecho que es homosexual.
Hay más ingenieras que hace veinte años, pero no hay más hombres que sean maestros de primaria. Hay mujeres jefas (no las suficientes) pero no hay niños jugando a las comiditas. La integración de las mujeres conlleva su incorporación a aspectos de la vida en los que estaban excluidas, pero eso no significa que los hombres hayan cambiado apenas nada para acercarse a la posición que nosotras teníamos hace un tiempo. Nosotras nos estamos haciendo, por así decirlo, "bilingües". Ellos no. Desde luego, no la mayoría.
No me gusta. No me gusta nada de nada. Y una de las razones de que no me guste es que tengo la horrible sensación de que los propios hombres, sobre todo los más jóvenes, tienen un tremendo miedo a ser rechazados si son diferentes (¿por qué en mi instituto de prácticas las niñas siguen cuatro o cinco estilos de moda pero los chicos son todos iguales?) . No es que haya hecho un descubrimiento que vaya a cambiar el mundo, pero me da rabia verlo.
Cuando una mujer hace cosas propias de los hombres en nuestra sociedad (relativamente) abierta y democrática, tiende a encontrar aprobación. Desde una mujer con un traje de chaqueta masculino a una mujer oficial del ejército. Sí, tenemos que demostrar nuestra valía más que los hombres. Pero si eres de verdad muy buena, ganarás más admiración que si eres más puramente "femenina".
Cuando un hombre asume conductas típicamente femeninas, encontrará rechazo de plano o se dará por hecho que es homosexual.
Hay más ingenieras que hace veinte años, pero no hay más hombres que sean maestros de primaria. Hay mujeres jefas (no las suficientes) pero no hay niños jugando a las comiditas. La integración de las mujeres conlleva su incorporación a aspectos de la vida en los que estaban excluidas, pero eso no significa que los hombres hayan cambiado apenas nada para acercarse a la posición que nosotras teníamos hace un tiempo. Nosotras nos estamos haciendo, por así decirlo, "bilingües". Ellos no. Desde luego, no la mayoría.
No me gusta. No me gusta nada de nada. Y una de las razones de que no me guste es que tengo la horrible sensación de que los propios hombres, sobre todo los más jóvenes, tienen un tremendo miedo a ser rechazados si son diferentes (¿por qué en mi instituto de prácticas las niñas siguen cuatro o cinco estilos de moda pero los chicos son todos iguales?) . No es que haya hecho un descubrimiento que vaya a cambiar el mundo, pero me da rabia verlo.
miércoles, enero 17, 2007
A qué viene por aquí la gente
Ayer nos quedamos a dos visitas de nuestro récord diario, que está en 222. ¿Será el espíritu benigno de Fred Astaire? Me he puesto a mirar el contador de cómo llegan hasta aquí quienes vienen desde un buscador o algo parecido; como estadística, no es nada fiable porque sólo cuenta los últimos, pero siempre es divertido mirar.
www.eugeniaandino.com
ejercicios belly dance pasos desde Méjico
saidi ya no puedo más desde España, pero por favor, ¿¡Qué es esto!?
qué significado tienen sus bailes y vestuarios de la danza autóctona desde España, pero, ¿autóctona de dónde?
videos de danza arabe(tabla solo) desde Argentina
fotos de hombres haciendo ballet clásico desde España. Si en Google buscas la palabra "fotos", no encontrarás fotos, sino la PALABRA fotos. Tienes estas fotos que buscas aquí
solo cuando bailo desde España
la danza del velo, ojos así shakira video Para mí que con esta canción no hay quien baile velo, es demasiado rápida.
imagenes egipcias de shakira desde Méjico. Shakira dudo que tenga imágenes egipcias!
carátulas de gimnasia fácil ¿qué es una carátula de gimnasia?
músculos que trabajan en danza árabe un gallifante a quien me diga la respuesta correcta
Maestras de belly dance en España huy, algunas hay...
Estructura de un baile danza del vientre os hago una opinión sobre esto cualquier día, mientras tanto busca coreografía en ese buscador del margen derecho
VER VIDEO DE TARKAN BESOS La canción se llama Simarik.
fotos curiosas y sexis jajajajajaja. Toma, aquí tenéis una, en la que lo curioso es que no hace falta enseñar casi nada para ser sexy, con ser Igor Yebra te basta:

CUANTO DINERO ME DAN POR UN NISSAN MICRA ya sabéis que quien tiene uno en venta soy yo, ¿eh?
baile girar sin perder el equilibrio una venezolana voluntariosa. Amiga mía, es una cuestión de práctica y paciencia, ¡y creo que de genes!
bebida para quitar el dolor de cervicales como no haya ibruprofeno líquido, no sé.
tipos de ritmo ballet desde Méjico otra vez
Pues lo de siempre: un poco de ballet, un poco de oriental, bastante shakira y algo de pornografía. Sigamos con lo nuestro!
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ejercicios belly dance pasos desde Méjico
saidi ya no puedo más desde España, pero por favor, ¿¡Qué es esto!?
qué significado tienen sus bailes y vestuarios de la danza autóctona desde España, pero, ¿autóctona de dónde?
videos de danza arabe(tabla solo) desde Argentina
fotos de hombres haciendo ballet clásico desde España. Si en Google buscas la palabra "fotos", no encontrarás fotos, sino la PALABRA fotos. Tienes estas fotos que buscas aquí
solo cuando bailo desde España
la danza del velo, ojos así shakira video Para mí que con esta canción no hay quien baile velo, es demasiado rápida.
imagenes egipcias de shakira desde Méjico. Shakira dudo que tenga imágenes egipcias!
carátulas de gimnasia fácil ¿qué es una carátula de gimnasia?
músculos que trabajan en danza árabe un gallifante a quien me diga la respuesta correcta
Maestras de belly dance en España huy, algunas hay...
Estructura de un baile danza del vientre os hago una opinión sobre esto cualquier día, mientras tanto busca coreografía en ese buscador del margen derecho
VER VIDEO DE TARKAN BESOS La canción se llama Simarik.
fotos curiosas y sexis jajajajajaja. Toma, aquí tenéis una, en la que lo curioso es que no hace falta enseñar casi nada para ser sexy, con ser Igor Yebra te basta:

CUANTO DINERO ME DAN POR UN NISSAN MICRA ya sabéis que quien tiene uno en venta soy yo, ¿eh?
baile girar sin perder el equilibrio una venezolana voluntariosa. Amiga mía, es una cuestión de práctica y paciencia, ¡y creo que de genes!
bebida para quitar el dolor de cervicales como no haya ibruprofeno líquido, no sé.
tipos de ritmo ballet desde Méjico otra vez
Pues lo de siempre: un poco de ballet, un poco de oriental, bastante shakira y algo de pornografía. Sigamos con lo nuestro!
martes, enero 16, 2007
Fred Astaire
Martes, toca vídeo, y no sé por qué, tengo más ganas de buscaros cualquier cosa bonita que me vaya encontrando que específicamente danza oriental.
Es famosa la cita de un productor de la RKO que al hacer un informe después de unas pruebas a Fred Astaire, escribió: "No sabe cantar. No sabe actuar. Sabe bailar un poco". El informe se ha perdido y hay quien dice que es una leyenda. A mi modo de ver, Astaire era feo, pero feo con avaricia como lo han sido pocos actores principales de cine comercial, pero eso sí, tenía habilidades expresivas y sobre todo cómicas que quedaban ocultas por su inmenso talento como bailarín, que se extendió al tratamiento del baile en el cine. Por ejemplo, las coreografías rodadas con la cámara lo más estática posible y sin primeros planos para que se apreciara todo el conjunto del baile. Y continuó innovando toda su vida: según la Wikipedia, con 78 años se cayó del monopatín de su nieto, y se lamentó de que no hubiera habido monopatines cuando él salía en las películas porque le impresionaba ver los saltos y piruetas que se pueden hacer con ellos.
Os dejo una secuencia clásica de la película Bodas Reales.
Es famosa la cita de un productor de la RKO que al hacer un informe después de unas pruebas a Fred Astaire, escribió: "No sabe cantar. No sabe actuar. Sabe bailar un poco". El informe se ha perdido y hay quien dice que es una leyenda. A mi modo de ver, Astaire era feo, pero feo con avaricia como lo han sido pocos actores principales de cine comercial, pero eso sí, tenía habilidades expresivas y sobre todo cómicas que quedaban ocultas por su inmenso talento como bailarín, que se extendió al tratamiento del baile en el cine. Por ejemplo, las coreografías rodadas con la cámara lo más estática posible y sin primeros planos para que se apreciara todo el conjunto del baile. Y continuó innovando toda su vida: según la Wikipedia, con 78 años se cayó del monopatín de su nieto, y se lamentó de que no hubiera habido monopatines cuando él salía en las películas porque le impresionaba ver los saltos y piruetas que se pueden hacer con ellos.
Os dejo una secuencia clásica de la película Bodas Reales.
lunes, enero 15, 2007
Los precios de los intensivos
Hace un tiempo hablé de los precios de las clases y dejé hablar de los precios de los intensivos para otra ocasión. Todo lo que diga en números evidentemente sólo sirve en Sevilla, pero cada una puede hacer sus cálculos respecto a lo que se mueve en su zona.
A mí me parece que un intensivo puede salir, razonablemente, por unas cuentas que te salgan a diez euros la hora, que en mi caso es más o menos el doble que las clases normales que se pagan mensualmente. ¿Y por qué un intensivo puede ser así de caro?
-Porque te ahorras más tiempo y dinero en transporte cuanto más largo sea el intensivo.
-Porque un intensivo necesita un profesor más preparado y especializado que las clases normales, ya ue normalmente se tratan cuestiones que en clase no se ven.
-Porque el profesor ha tenido que hacer más trabajo en su casa para tener la clase programada.
-El profesor ha tenido que pagar aparte para reservar la sala.
-Porque es una información más concentrada: en clase puedes tardar un mes en ver una coreografía, porque con el calentamiento, y demás distracciones, no se trabaja deprisa. En un intensivo, normalmente sales con una coreografía hecha, y asi siempre tienes más ideas nuevas que en las mismas horas de clase normal.
-Si eres profesional o semiprofesional, habrás aprendido coreografías que puedes usar en tus espectáculos, así que se trata de una inversión.
Pues eso. Razones suficientes para justificar un aumento del precio, ¿no?
A mí me parece que un intensivo puede salir, razonablemente, por unas cuentas que te salgan a diez euros la hora, que en mi caso es más o menos el doble que las clases normales que se pagan mensualmente. ¿Y por qué un intensivo puede ser así de caro?
-Porque te ahorras más tiempo y dinero en transporte cuanto más largo sea el intensivo.
-Porque un intensivo necesita un profesor más preparado y especializado que las clases normales, ya ue normalmente se tratan cuestiones que en clase no se ven.
-Porque el profesor ha tenido que hacer más trabajo en su casa para tener la clase programada.
-El profesor ha tenido que pagar aparte para reservar la sala.
-Porque es una información más concentrada: en clase puedes tardar un mes en ver una coreografía, porque con el calentamiento, y demás distracciones, no se trabaja deprisa. En un intensivo, normalmente sales con una coreografía hecha, y asi siempre tienes más ideas nuevas que en las mismas horas de clase normal.
-Si eres profesional o semiprofesional, habrás aprendido coreografías que puedes usar en tus espectáculos, así que se trata de una inversión.
Pues eso. Razones suficientes para justificar un aumento del precio, ¿no?
miércoles, enero 10, 2007
Bienvenida al 2007
El problema de hacerse propósitos de Año Nuevo es que más vale que Enero no traiga complicaciones, porque eso significa que:
=> O tienes una fuerza de voluntad de hierro, y lo llevas todo para adelante,
=> O los olvidas,
=> O los pospones.
Visto que mis propósitos eran públicos, olvidarlos no se puede, así que tendrán que esperar un par de semanas. Lo de bloguear a menudo, lo de practicar en casa.... está todo en suspenso porque estoy de exámenes. Así que tendréis que tener un poquito de paciencia, espero que las opiniones normales vuelvan la semana que viene.
=> O tienes una fuerza de voluntad de hierro, y lo llevas todo para adelante,
=> O los olvidas,
=> O los pospones.
Visto que mis propósitos eran públicos, olvidarlos no se puede, así que tendrán que esperar un par de semanas. Lo de bloguear a menudo, lo de practicar en casa.... está todo en suspenso porque estoy de exámenes. Así que tendréis que tener un poquito de paciencia, espero que las opiniones normales vuelvan la semana que viene.
viernes, diciembre 29, 2006
¿Alguien quiere un coche?
A ver, no pensaba usar el blog para esto, pero rozando las doscientas visitas a diario es tonto no hacerlo. Hace un mes gané un coche en un concurso de televisión, pero a mí con el mío viejo me va estupendamente y voy a vender el nuevo. ¿Alguien lo quiere? es un Nissan Micra tres puertas, de gasolina; tengo más detalles técnicos por si a alguien le interesan. El coche está valorado en 11.400 y yo lo pienso vender por algo menos. Lo que ocurre es que el coche no lo tengo todavía: ¡la ventaja pare quien lo compre es que lo estrenará totalmente!. El concesionario me lo entregará en cualquier momento entre ahora mismo y la primra semana de Mayo. Esto ocurriría en Sevilla.
Me resulta mucho más sencillo tener comprador para el coche antes de tenerlo, y por eso aviso con antelación. Si te viene bien un estupendo coche nuevo con el precio rebajado, déjame un email en un comentario y me pongo en contacto contigo.
Me resulta mucho más sencillo tener comprador para el coche antes de tenerlo, y por eso aviso con antelación. Si te viene bien un estupendo coche nuevo con el precio rebajado, déjame un email en un comentario y me pongo en contacto contigo.
jueves, diciembre 28, 2006
Más sobre flamenco
Cuando yo era pequeña, y supongo que ahora la cosa será parecida, era normal que si en tu casa había cierto interés por el flamenco, pero no tanto como para que la gente de casa supiera mucho, es decir, en muchas casas, con unos ocho años más o menos de metían en una escuela de baile flamenco para que aprendieras a bailar sevillanas. Digamos que en Andalucía Occidental son pocas las personas que bailan sevillanas con verdadero arte, pero son escasísimas las que no se saben los pasos. Cuando yo era un niña, las sevillanas parecían algo aparte del resto del flamenco por la pura mecanización de intentar enseñárnoslas a tanta niña. Sin embargo, era inevitable ser consciente de la existencia del flamenco, aunque en mi casa gustara la música más que el baile.
Yo debí ver mi primer espectáculo flamenco con trece o catorce años, porque era el año 90 o 91, un espectáculo de Cristina Hoyos al que me llevaron mis padres. Esta clase de espectáculo está dividido en secciones, cada una un palo (en flamenco los estilos se llaman palos), de lo más sombrío a lo más alegre. Y cuando llevábamos más de medio espectáculo, me di cuenta.
Si en el escenario había un solista, había baile y punto. Pero si había parejas, veíamos una historia de seducción en la que la mujer siempre se hacía la difícil. Era la representación de una seducción.
Creo que si yo tuve que esperar a ver un espectáculo en un teatro para darme cuenta de esto, a pesar de haber visto y oído flamenco desde muy pequeña, es porque siempre se daba por sobreentendido, como algo natural, ni bueno ni malo.
Le voy a pedir a los Reyes Magos un mundo en el que se trate a la danza oriental así: como un baile, sin más historias ni etiquetas.
Yo debí ver mi primer espectáculo flamenco con trece o catorce años, porque era el año 90 o 91, un espectáculo de Cristina Hoyos al que me llevaron mis padres. Esta clase de espectáculo está dividido en secciones, cada una un palo (en flamenco los estilos se llaman palos), de lo más sombrío a lo más alegre. Y cuando llevábamos más de medio espectáculo, me di cuenta.
Si en el escenario había un solista, había baile y punto. Pero si había parejas, veíamos una historia de seducción en la que la mujer siempre se hacía la difícil. Era la representación de una seducción.
Creo que si yo tuve que esperar a ver un espectáculo en un teatro para darme cuenta de esto, a pesar de haber visto y oído flamenco desde muy pequeña, es porque siempre se daba por sobreentendido, como algo natural, ni bueno ni malo.
Le voy a pedir a los Reyes Magos un mundo en el que se trate a la danza oriental así: como un baile, sin más historias ni etiquetas.
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María Pagés
Iba a hacer una reseña el espectáculo que vi ayer, pero no puedo. Me quedaría sin horas en el día. Así que tendréis que fiaros de mí si os digo que si tenéis ocasión de ir a un espectáculo suyo, hacedlo.
martes, diciembre 26, 2006
Propósitos y deseos de Año Nuevo
Espero que todas hayáis pasado bien este fin de semana de fiestas. Ahora toca prepararse para el Año Nuevo. Estos son mis propósitos y deseos relacionados con el baile:
-No cambiar de profesor. Vale ya. En el 2006 han sido cuatro, y a este paso no voy a aprender nada en profundidad.
-Practicar en casa por lo menos una vez por semana.
-Seguir yendo a intensivos.
-Aprender de una vez a tocar los crótalos, que están aburridos los pobres en un cajón.
-No perder la costumbre de bloguear, que este año he sido muy intermitente.
-Diría "aprender a hacer camellos en condiciones", pero, por favor, seamos realistas.
-Recuperar mi shimmy, que era una preciosidad y me abandonó por no practicarlo.
¿y vosotras?
-No cambiar de profesor. Vale ya. En el 2006 han sido cuatro, y a este paso no voy a aprender nada en profundidad.
-Practicar en casa por lo menos una vez por semana.
-Seguir yendo a intensivos.
-Aprender de una vez a tocar los crótalos, que están aburridos los pobres en un cajón.
-No perder la costumbre de bloguear, que este año he sido muy intermitente.
-Diría "aprender a hacer camellos en condiciones", pero, por favor, seamos realistas.
-Recuperar mi shimmy, que era una preciosidad y me abandonó por no practicarlo.
¿y vosotras?
domingo, diciembre 24, 2006
Encuestas
De momento y hasta que cambie de idea (como los martes de vídeo, que a veces caen en miércoles), voy a poner una encuesta al mes. La que acabo de colocar es la de Enero.
Escuela oficial de...
A veces he pensado que sería beneficioso para la danza oriental una uniformización de los nombres de los pasos como ocurre en ballet, donde plié es plié y punto, y que yo sepa, ningún profesor del mundo te va a decir "mira, tu profesora anterior haría el chasé como quisiera, pero yo lo hago así". Sería estupendo que el paso que yo conocí en primer lugar en inglés como "double hip drops", algo así como "cadera abajo doble", o "dobles golpes de cadera hacia abajo", no hubiera cambiado de nombre para llamarse "paso básico egipcio", y luego "pisacigarro", y luego "uno y medio". Hay muchos pasos así.
Pero claro, ¿quién le pone el cascabel al gato? ¿cuál de los nombres debe permanecer, si el punto de partida son danzas populares en las que los pasos nunca han tenido nombre? Y más importante: ¿qué profesionales tienen "derecho" a establecer el nombre oficial? ¿Constituimos entre todas una asociación y votamos? ¿a quién se le da derecho a voto?
Otro punto que haría esa uniformización imposible es que en los nombres hay matices para la ejecución de los pasos. Sabemos que hay muchos estilos, y que el mismo paso cambia según quién lo haga. El caso que más me llama la atención es el camello: no conozco dos profesoras que lo hagan igual o que lo enseñen igual, aunque siempre es una ondulación frontal de la espalda.
Resumiendo: una uniformización de los nombres me parece imposible, y además me parece que haría perdere independencia a las profesoras para tener sus propios estilos. Me gustaría saber cómo es la situación en el flamenco, otro baile popular convertido en espectáculo.
Creo que esto es, desgraciadamente, igualmente aplicable a la posibilidad de crear escuelas oficiales de danza oriental, o incluso enseñanza dentro del sistema público de enseñanza español, por ejemplo como un módulo de formación profesional, o como asignaturas dentro de las carreras profesionales que se pueden estudiar en el Conservatorio o en la carrera de Arte Dramático. Sencillamente, este arte no lleva suficiente tiempo en España como para que esté claro, por ejemplo, quiénes pueden ser los primeros profesores oficiales, y qué pueden enseñar como auténtica danza oriental o no. Siendo optimistas, tendremos que esperar a que pasen varias cosas:
1. Que quienes ahora son buenos profesores y muy serios, en escuelas de baile privadas, tengan veinte años de experiencia y preparen a nivel profesional a una segunda generación.
2. Que se equipare socialmente la danza oriental al flamenco o la danza contemporánea. ¡No nos haría daño que grandes maestros extranjeros se vinieran a vivir a España!
3. Una situación económica que anime a la gente a gastarse el dinero en "ocio" y a los gobiernos a gastarlo en educación y cultura.
Creo que todo esto puede llegar a ocurrir. No pronto, desde luego. Creo que mejor tarde, que mal y con prisas.
Para las lectoras extranjeras, una nota sobre el sistema de enseñanza español: En España, la educación es obligatoria y común hasta los 16 años. Después, los estudiantes que no tienen intención de ir a la Universidad pueden hacer "Formación Profesional", que está dividida en módulos. Cada módulo es una especialidad diferente. Por ejemplo, para ser administrativo, cocinero de restaurante, jardinero, y cosas similares. Algunos están relacionados con la formación física.
Luego, por otra parte, es posible obtener formación musical oficial. El Conservatorio es la escuela oficial de música. Hay distintos niveles, que te dan distintos títulos. Por ejemplo, un niño pequeño puede entrar a aprender a tocar un instrumento musical, pero no puedes acceder a los niveles superiores si no tienes tus diplomas de la educación general que hace todo el mundo. Algunos títulos del Conservatorio son equivalentes a títulos Universitarios y son la vía más segura a la profesionalización en música clásica. En algunos se estudian disciplinas no clásicas, como flamenco o jazz.
Arte Dramático es la carrera universitaria dirigida a aprender a ser actor.
Pero claro, ¿quién le pone el cascabel al gato? ¿cuál de los nombres debe permanecer, si el punto de partida son danzas populares en las que los pasos nunca han tenido nombre? Y más importante: ¿qué profesionales tienen "derecho" a establecer el nombre oficial? ¿Constituimos entre todas una asociación y votamos? ¿a quién se le da derecho a voto?
Otro punto que haría esa uniformización imposible es que en los nombres hay matices para la ejecución de los pasos. Sabemos que hay muchos estilos, y que el mismo paso cambia según quién lo haga. El caso que más me llama la atención es el camello: no conozco dos profesoras que lo hagan igual o que lo enseñen igual, aunque siempre es una ondulación frontal de la espalda.
Resumiendo: una uniformización de los nombres me parece imposible, y además me parece que haría perdere independencia a las profesoras para tener sus propios estilos. Me gustaría saber cómo es la situación en el flamenco, otro baile popular convertido en espectáculo.
Creo que esto es, desgraciadamente, igualmente aplicable a la posibilidad de crear escuelas oficiales de danza oriental, o incluso enseñanza dentro del sistema público de enseñanza español, por ejemplo como un módulo de formación profesional, o como asignaturas dentro de las carreras profesionales que se pueden estudiar en el Conservatorio o en la carrera de Arte Dramático. Sencillamente, este arte no lleva suficiente tiempo en España como para que esté claro, por ejemplo, quiénes pueden ser los primeros profesores oficiales, y qué pueden enseñar como auténtica danza oriental o no. Siendo optimistas, tendremos que esperar a que pasen varias cosas:
1. Que quienes ahora son buenos profesores y muy serios, en escuelas de baile privadas, tengan veinte años de experiencia y preparen a nivel profesional a una segunda generación.
2. Que se equipare socialmente la danza oriental al flamenco o la danza contemporánea. ¡No nos haría daño que grandes maestros extranjeros se vinieran a vivir a España!
3. Una situación económica que anime a la gente a gastarse el dinero en "ocio" y a los gobiernos a gastarlo en educación y cultura.
Creo que todo esto puede llegar a ocurrir. No pronto, desde luego. Creo que mejor tarde, que mal y con prisas.
Para las lectoras extranjeras, una nota sobre el sistema de enseñanza español: En España, la educación es obligatoria y común hasta los 16 años. Después, los estudiantes que no tienen intención de ir a la Universidad pueden hacer "Formación Profesional", que está dividida en módulos. Cada módulo es una especialidad diferente. Por ejemplo, para ser administrativo, cocinero de restaurante, jardinero, y cosas similares. Algunos están relacionados con la formación física.
Luego, por otra parte, es posible obtener formación musical oficial. El Conservatorio es la escuela oficial de música. Hay distintos niveles, que te dan distintos títulos. Por ejemplo, un niño pequeño puede entrar a aprender a tocar un instrumento musical, pero no puedes acceder a los niveles superiores si no tienes tus diplomas de la educación general que hace todo el mundo. Algunos títulos del Conservatorio son equivalentes a títulos Universitarios y son la vía más segura a la profesionalización en música clásica. En algunos se estudian disciplinas no clásicas, como flamenco o jazz.
Arte Dramático es la carrera universitaria dirigida a aprender a ser actor.
jueves, diciembre 21, 2006
La profe primeriza
Decía un anuncio que echaban en la tele cuando yo era chica "Sin experiencia no se entra en el mundo del trabajo. Fuera del mundo del trabajo, no se consigue experiencia". Los inicios de la profesora primeriza pueden ser duros, y más vista la proliferación de escuelas, la rumorología, las acusaciones de intrusismo, las alumnas unas exigentes y otras poco o mal informadas.
Hay una pregunta difícil de contestar: ¿cómo se puede llegar a ser profesora? ¿cuándo está una lo suficientemente preparada? Yo no sólo no soy profesora, sino que no podría serlo aunque quisiera, así que esto es más bien "qué me gustaría encontrar en una profesora primeriza" que mi propia experiencia.
1. Debe ser sincera consigo misma. ¿Te dices que sólo serías capaz de dar clase de nivel principiante-cero? ¿por qué? Si estás tutelada por una profesora mucho mejor que coja a las alumnas donde tú ya les has enseñado lo más básico, puede ser una buena maenra de empezar. Pero observa tus motivaciones: que no sean que sabes menos que las alumnas algo más avanzadas! Otra cosa: ¿eres capaz de bailar en público? Sería hipócrita que no te considerases preparada para bailar en público profesionalmente ante cualquier clase de público, pero sí te vieras preparada para enseñar. Vuelvo a mi metáfora del profesor de idiomas: ¿qué opinarías de un profesor de idiomas que se atreviera a dar clase, pero no a hablar con nativos del idioma que enseña? Que engaña a sí mismo y a los demás.
2. Es deseable pero no imprescindible que haya pasado por varias profesoras diferentes, para conocer varios estilos de la danza y no creer que su "mentora" tiene La Verdad sobre la danza.
3. Aprende didáctica, si puedes. Piensa en la importancia de la presentación además de en el baile en sí. Para ello lo mejor es que tengas preparado un guión en cada clase, en el que las partes sean siempre las mismas pero su contenido varíe. Por ejemplo, Calentamiento (10 min), repaso de técnica (15 min), uno o dos pasos nuevos (15 min), coreografías (15 min) y relajación / estiramientos (5 min).
4. Usa tu sentido común, e insisto de nuevo, tu sinceridad. Sé muy formal (por ejemplo, sé puntual, y si das un descanso de cinco minutos, que sean más cuatro que ocho). Asiste a todos los intensivos y cursitos que puedas, porque que ya seas profesora no significa que ya "hayas acabado". Entérate del precio medio de las clases de tu ciudad y cobra un poquitín menos (no más, por una cuestión de honradez; pero no mucho menos, para no hacer competencia desleal a las más experimentadas).
Una de mis cinco profesores era poco experimentada, y sus clases fueron un placer. Me encantaría saber la opinión y las experiencias de los demás sobre este tema.
Hay una pregunta difícil de contestar: ¿cómo se puede llegar a ser profesora? ¿cuándo está una lo suficientemente preparada? Yo no sólo no soy profesora, sino que no podría serlo aunque quisiera, así que esto es más bien "qué me gustaría encontrar en una profesora primeriza" que mi propia experiencia.
1. Debe ser sincera consigo misma. ¿Te dices que sólo serías capaz de dar clase de nivel principiante-cero? ¿por qué? Si estás tutelada por una profesora mucho mejor que coja a las alumnas donde tú ya les has enseñado lo más básico, puede ser una buena maenra de empezar. Pero observa tus motivaciones: que no sean que sabes menos que las alumnas algo más avanzadas! Otra cosa: ¿eres capaz de bailar en público? Sería hipócrita que no te considerases preparada para bailar en público profesionalmente ante cualquier clase de público, pero sí te vieras preparada para enseñar. Vuelvo a mi metáfora del profesor de idiomas: ¿qué opinarías de un profesor de idiomas que se atreviera a dar clase, pero no a hablar con nativos del idioma que enseña? Que engaña a sí mismo y a los demás.
2. Es deseable pero no imprescindible que haya pasado por varias profesoras diferentes, para conocer varios estilos de la danza y no creer que su "mentora" tiene La Verdad sobre la danza.
3. Aprende didáctica, si puedes. Piensa en la importancia de la presentación además de en el baile en sí. Para ello lo mejor es que tengas preparado un guión en cada clase, en el que las partes sean siempre las mismas pero su contenido varíe. Por ejemplo, Calentamiento (10 min), repaso de técnica (15 min), uno o dos pasos nuevos (15 min), coreografías (15 min) y relajación / estiramientos (5 min).
4. Usa tu sentido común, e insisto de nuevo, tu sinceridad. Sé muy formal (por ejemplo, sé puntual, y si das un descanso de cinco minutos, que sean más cuatro que ocho). Asiste a todos los intensivos y cursitos que puedas, porque que ya seas profesora no significa que ya "hayas acabado". Entérate del precio medio de las clases de tu ciudad y cobra un poquitín menos (no más, por una cuestión de honradez; pero no mucho menos, para no hacer competencia desleal a las más experimentadas).
Una de mis cinco profesores era poco experimentada, y sus clases fueron un placer. Me encantaría saber la opinión y las experiencias de los demás sobre este tema.
martes, diciembre 19, 2006
Enlaces
Creo que tengo el margen derecho algo abandonado. ¿Hay lectores habituales que tengan blogs sobre danza oriental? Los blogs los enlazo porque permiten la réplica; las webs "normales" sólo si conozco personalmente a la bailarina. Si crees que deberías estar en el margen derecho, por favor, déjame un comentario firmado.
Aquella vez que bailé en una iglesia.
Os dije una vez que os contaría si érais buenas lo que pasó cuando bailé en una iglesia. Como sois unas niñas muy buenas, esta es la historia.
Yo estaba viviendo en una Universidad de Estados Unidos y tenía mucha relación con una iglesia llena de gente con inquietudes muy interesantes. Alguien dijo durante el invierno que la primera semana de Mayo era la Semana Nacional (Mundial?) de la Danza, y que sería interesante celebrarlo. El 1 de Mayo, un día festivo en varias religiones, casualmente caía en Domingo. Yo llevaba bailando escasamente ocho meses (ay, la valentía de los principiantes....) y me ofrecí para organizar algo.
Mi amiga Liz también bailaba, y entre la reverenda (no hay palabra para decir "mujer-cura" en español, ¿verdad?) y nosotras dos decidimos que lo mejor era que bailásemos una especie de coreografía semi-improvisada durante el Ofertorio, y que animáramos a la congregación entera a bailar como quisieran durante el himno final que cierra la misa. El Ofertorio es una parte de la misa en la que el cura bendice una serie de cosas y la congregación canta un himno que suele tener como mensaje que entregan sus bienes materiales y espirituales, y sus esfuerzos, a Dios, pues "Ofertorio" es lo mismo que "ofrenda". Nuestro baile debía ser entendido como una entrega a Dios del cuerpo, en lugar de lo habitual que era a mi modo de ver la ofrenda de la mente, en la canción.
La música fue un lujo, porque la organista de la parroquia había vivido en Senegal, conocía la percusión africana, y tenía un djembe con el que aprendió en pocos días a seguir los ritmos de algunas de mis canciones árabes. Enseguida le cogió el punto al Saidi, por ejemplo.
Algunas cosas prácticas fueron fáciles de resolver. Liz se puso unos pantalones negros discretos y una camiseta roja, con un pañuelo de monedas fucsia. Yo me puse un vestido rojo y un pañuelo de monedas morado; los pañuelos nos los pusimos en la sacristía unos segundos antes del Ofertorio, en un momento en el que todo el mundo estaba distraído con otra cosa.
La estructura del baile fue muy sencilla: no podía ser de otra manera porque ambas éramos principiantes, sobre todo yo. Con un círculo imaginario en el suelo, entre la gente y el altar, una bailaba de cara a la gente y la otra de cara al altar, durante pocas frses musicales; esto se alternaba con un ritmo mucho más rápido, que usábamos para desplazarnos por el borde de nuestro círculo imaginario a la posición donde estaba la otra, utilizando algún movimiento que se pudiera combinar con un shimmy. Es el único experimento que he hecho nunca con improvisaciones dentro de una estructura.
En la congregación la idea gustó mucho, y como la capilla daba a una recepción bastante amplia, en los meses siguientes hubo algunos días en los que en el último himno, quien se atreviera bailaba en el pasillo, en la última fila, o justo fuera de la capilla, en la recepción.
Como experiencia de bailar en público, fue estupenda para mí, porque era la primera vez que lo hacía fuera de la clase, y gustó bastante, aunque claro, el público eran todo amigos y su opinión no iba a ser objetiva!
Yo estaba viviendo en una Universidad de Estados Unidos y tenía mucha relación con una iglesia llena de gente con inquietudes muy interesantes. Alguien dijo durante el invierno que la primera semana de Mayo era la Semana Nacional (Mundial?) de la Danza, y que sería interesante celebrarlo. El 1 de Mayo, un día festivo en varias religiones, casualmente caía en Domingo. Yo llevaba bailando escasamente ocho meses (ay, la valentía de los principiantes....) y me ofrecí para organizar algo.
Mi amiga Liz también bailaba, y entre la reverenda (no hay palabra para decir "mujer-cura" en español, ¿verdad?) y nosotras dos decidimos que lo mejor era que bailásemos una especie de coreografía semi-improvisada durante el Ofertorio, y que animáramos a la congregación entera a bailar como quisieran durante el himno final que cierra la misa. El Ofertorio es una parte de la misa en la que el cura bendice una serie de cosas y la congregación canta un himno que suele tener como mensaje que entregan sus bienes materiales y espirituales, y sus esfuerzos, a Dios, pues "Ofertorio" es lo mismo que "ofrenda". Nuestro baile debía ser entendido como una entrega a Dios del cuerpo, en lugar de lo habitual que era a mi modo de ver la ofrenda de la mente, en la canción.
La música fue un lujo, porque la organista de la parroquia había vivido en Senegal, conocía la percusión africana, y tenía un djembe con el que aprendió en pocos días a seguir los ritmos de algunas de mis canciones árabes. Enseguida le cogió el punto al Saidi, por ejemplo.
Algunas cosas prácticas fueron fáciles de resolver. Liz se puso unos pantalones negros discretos y una camiseta roja, con un pañuelo de monedas fucsia. Yo me puse un vestido rojo y un pañuelo de monedas morado; los pañuelos nos los pusimos en la sacristía unos segundos antes del Ofertorio, en un momento en el que todo el mundo estaba distraído con otra cosa.
La estructura del baile fue muy sencilla: no podía ser de otra manera porque ambas éramos principiantes, sobre todo yo. Con un círculo imaginario en el suelo, entre la gente y el altar, una bailaba de cara a la gente y la otra de cara al altar, durante pocas frses musicales; esto se alternaba con un ritmo mucho más rápido, que usábamos para desplazarnos por el borde de nuestro círculo imaginario a la posición donde estaba la otra, utilizando algún movimiento que se pudiera combinar con un shimmy. Es el único experimento que he hecho nunca con improvisaciones dentro de una estructura.
En la congregación la idea gustó mucho, y como la capilla daba a una recepción bastante amplia, en los meses siguientes hubo algunos días en los que en el último himno, quien se atreviera bailaba en el pasillo, en la última fila, o justo fuera de la capilla, en la recepción.
Como experiencia de bailar en público, fue estupenda para mí, porque era la primera vez que lo hacía fuera de la clase, y gustó bastante, aunque claro, el público eran todo amigos y su opinión no iba a ser objetiva!
jueves, diciembre 14, 2006
En contra (o confirmando) la entrada anterior
A las habituales os volveré locas. Diréis, "pero, ¿este no era un blog de danza oriental?". Sí. Iba diciendo, odio encontrarme primeros planos desde tan cerca que no sé qué es lo que estoy viendo. Ahora bien, aquí tenéis un ejemplo de una coreografía cuidada, unos actores exprimidos hasta el máximo de su capacidad, y un montaje que mima la expresión de los actores y el efecto de proximidad, como si estuviéramos en el mismo bareto.
Moraleja para realizadores modernos: no eres Bob Fosse. Hubo un Bob Fosse, único y genial. Como no eres Fosse, no hagas primeros planos, porque a tí no te van a salir bien.
un consejo para realizadores de vídeos
Querido realizador (o director) del próximo DVD de danza oriental que me compre:
No sé si has visto alguna vez una película musical o la grabación de un ballet. Si lo has hecho, te darás cuenta de dos cosas. Una es que a los músicos no los ves nunca, porque o son un playback o si no lo son, están escondidos, y dos, no hay primeros planos, o casi.
Repito: no hay primeros planos. En un vídeo de un ballet no hay primeros planos de los pies de punta, ni de las manos, ni de las caras, ni del pecho cuando la bailarina se inclina, ni nada.
En los musicales, por ejemplo los musicales clásicos de Hollywood, o las grabaciones de los musicales de Broadway, si hay claqué tú ves el claqué. No hay casi nunca primeros planos de los pies. Muy pocas veces hay primeros planos de las caras. Y así todo.
¿por qué tú te empeñas en darme primeros planos?
No quiero ver a los músicos. Me da igual la cara de concentración del nota de la tabla. Quiero oírlo. Sus dedos me dan igual.
Si me sacas un primer plano de las caderas de la bailarina, no veo nada. Sólo veo tela (o piel) que tiembla y se agita. Para ser capaz de captar el movimiento necesito ver el fondo, porque si no, no tengo perspectiva. Creo que es una petición bastante sencilla:
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡No más vídeos buenos destrozados por los primeros planos de partes del cuerpo!!!!!!!!!!!!!!!!!
No sé si has visto alguna vez una película musical o la grabación de un ballet. Si lo has hecho, te darás cuenta de dos cosas. Una es que a los músicos no los ves nunca, porque o son un playback o si no lo son, están escondidos, y dos, no hay primeros planos, o casi.
Repito: no hay primeros planos. En un vídeo de un ballet no hay primeros planos de los pies de punta, ni de las manos, ni de las caras, ni del pecho cuando la bailarina se inclina, ni nada.
En los musicales, por ejemplo los musicales clásicos de Hollywood, o las grabaciones de los musicales de Broadway, si hay claqué tú ves el claqué. No hay casi nunca primeros planos de los pies. Muy pocas veces hay primeros planos de las caras. Y así todo.
¿por qué tú te empeñas en darme primeros planos?
No quiero ver a los músicos. Me da igual la cara de concentración del nota de la tabla. Quiero oírlo. Sus dedos me dan igual.
Si me sacas un primer plano de las caderas de la bailarina, no veo nada. Sólo veo tela (o piel) que tiembla y se agita. Para ser capaz de captar el movimiento necesito ver el fondo, porque si no, no tengo perspectiva. Creo que es una petición bastante sencilla:
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡No más vídeos buenos destrozados por los primeros planos de partes del cuerpo!!!!!!!!!!!!!!!!!
miércoles, diciembre 13, 2006
Una sugerencia para bailarinas creyentes
Puedo resumir mi opinión sobre la conexión entre la danza oriental y la religión, o la espiritualidad si lo preferís así, en una sencilla frase: La danza pudo haber tenido una conexión espiritual históricamente casi imposible de demostrar, y aunque este aspecto sea interesante, no me gusta que las profesoras lo metan en clase porque tu religión no es asunto mío. Dicho de otra forma, mi punto de vista laico sobre la vida supone que en un contexto público, todos somos ateos mientras no se demuestre lo contrario.
Pero supongamos que hoy somos creyentes. Cuanto más pienso en este tema, más creo que en su forma de actuar ante la divinidad casi todas las religiones son muy parecidas. Te reúnes con otros miembros de la comunidad (en misa, en la sinagoga, en la mezquita, donde sea), cantas cosas, escuchas una lectura del texto sagrado, rezas. Cuando estás en tu casa, a veces hay cosas que comes y cosas que no por un motivo religioso. Pides que se te proteja del peligro y que tengas buena suerte. Das gracias. Te pones ciertas prendas de vestir o adornos por respeto, para mostrar tu adoración, para que te protejan. Así que en el post de hoy, no asumas que estoy hablando de ninguna religión en concreto.
Hay religiones que tienen formas de adoración que no son con palabras. La meditación, por ejemplo. También existe la meditación en forma de paseo. Y por supuesto, hay danzas sagradas en muchas religiones. Una que está ultimamente poniéndose de moda es el Bharatanatyam, pero hay muchas más. Están los derviches, por supuesto. Ahora bien, ¿qué pasa cuando al creyente de una religión en la que no hay danzas sagradas resulta que le gusta bailar? Pues lo natural podría ser, que igual que adoras a tu dios o diosa con tus palabras, lo hicieras con tu movimiento. Hay mil motivos. Para dar gracias, o simplemente porque sí.
Si eres creyente, prueba este experimento. La próxima vez que vayas a clase, reza lo que más te guste antes de entrar en la sala. Tómate el calentamiento como una preparación, una relajación. Y cuando bailes, imagina que las coreografías son oraciones. Lo más natural es que sean expresiones de felicidad, pero piensa más en tus sentimientos que en las palabras que usarías para rezar. Si tienes experiencia meditando o haciendo ejercicios de respiración, eso puede ayudarte a concentrarte (¡tampoco quiero que tu profesora piense que estés distraída y me eche la culpa a mí!).
A mí, este ejercicio me ayuda a concentrarme, y a no desanimarme cuando creo que tengo mal día bailando.
Pero supongamos que hoy somos creyentes. Cuanto más pienso en este tema, más creo que en su forma de actuar ante la divinidad casi todas las religiones son muy parecidas. Te reúnes con otros miembros de la comunidad (en misa, en la sinagoga, en la mezquita, donde sea), cantas cosas, escuchas una lectura del texto sagrado, rezas. Cuando estás en tu casa, a veces hay cosas que comes y cosas que no por un motivo religioso. Pides que se te proteja del peligro y que tengas buena suerte. Das gracias. Te pones ciertas prendas de vestir o adornos por respeto, para mostrar tu adoración, para que te protejan. Así que en el post de hoy, no asumas que estoy hablando de ninguna religión en concreto.
Hay religiones que tienen formas de adoración que no son con palabras. La meditación, por ejemplo. También existe la meditación en forma de paseo. Y por supuesto, hay danzas sagradas en muchas religiones. Una que está ultimamente poniéndose de moda es el Bharatanatyam, pero hay muchas más. Están los derviches, por supuesto. Ahora bien, ¿qué pasa cuando al creyente de una religión en la que no hay danzas sagradas resulta que le gusta bailar? Pues lo natural podría ser, que igual que adoras a tu dios o diosa con tus palabras, lo hicieras con tu movimiento. Hay mil motivos. Para dar gracias, o simplemente porque sí.
Si eres creyente, prueba este experimento. La próxima vez que vayas a clase, reza lo que más te guste antes de entrar en la sala. Tómate el calentamiento como una preparación, una relajación. Y cuando bailes, imagina que las coreografías son oraciones. Lo más natural es que sean expresiones de felicidad, pero piensa más en tus sentimientos que en las palabras que usarías para rezar. Si tienes experiencia meditando o haciendo ejercicios de respiración, eso puede ayudarte a concentrarte (¡tampoco quiero que tu profesora piense que estés distraída y me eche la culpa a mí!).
A mí, este ejercicio me ayuda a concentrarme, y a no desanimarme cuando creo que tengo mal día bailando.
martes, diciembre 05, 2006
Donar sangre
Reconozco que donar sangre tiene más bien poco que ver con la danza oriental, pero como voy a donar regularmente,pues sé bien en qué consiste y me gusta dar a conocer el proceso a gente aprensiva o que simplemente no sabe de qué va esto.
Puede donar cualquier persona sana que sea mayor de edad y pese más de 50 kilos. Te hacen algunas preguntas sobre tu historial médico, pero en general hay muy pocas cosas que te impidan poder dar sangre. Es un pinchacito de nada, y el proceso de estar ahí tumbado mientras se llena la bolsa dura entre cinco y diez minutos.
Algunas cosas que he aprendido es que es importante haber dormido bien la noche anterior, y comer bien ese día, pero no muy abundamentemente justo antes de donar porque se te puede bajar la tensión. Yo siempre voy por la tarde, justo después de merendar.
Después de donar, es necesario beber mucho líquido, y comer algo. A mí me gusta ir acompañada por si me quedo un poco floja, como cansada y con sueño (he donado unas diez veces en mi vida y esto me ha pasado sólo dos de ellas), y si voy con un amigo, pues siempre viene bien el apoyo moral y que te lleven a casita o te inviten a cenar, como pasó ayer.
Aunque algunos componentes de la sangre tarden de uno a dos meses en regenerarse, el líquido que has perdido se recupera en cuestión de horas. Lo normal es sentirse fuerte y bien, como si no pasara nada, en cuanto comes algo.
Importante: El médico te preguntará si haces algún deporte y si nombras el baile, te dirá que no lo practiques en veinticuatro horas, así que hazle caso y no vayas a donar si sabes que vas a tener que ir a clase de baile o a alguna actuación!
Puede donar cualquier persona sana que sea mayor de edad y pese más de 50 kilos. Te hacen algunas preguntas sobre tu historial médico, pero en general hay muy pocas cosas que te impidan poder dar sangre. Es un pinchacito de nada, y el proceso de estar ahí tumbado mientras se llena la bolsa dura entre cinco y diez minutos.
Algunas cosas que he aprendido es que es importante haber dormido bien la noche anterior, y comer bien ese día, pero no muy abundamentemente justo antes de donar porque se te puede bajar la tensión. Yo siempre voy por la tarde, justo después de merendar.
Después de donar, es necesario beber mucho líquido, y comer algo. A mí me gusta ir acompañada por si me quedo un poco floja, como cansada y con sueño (he donado unas diez veces en mi vida y esto me ha pasado sólo dos de ellas), y si voy con un amigo, pues siempre viene bien el apoyo moral y que te lleven a casita o te inviten a cenar, como pasó ayer.
Aunque algunos componentes de la sangre tarden de uno a dos meses en regenerarse, el líquido que has perdido se recupera en cuestión de horas. Lo normal es sentirse fuerte y bien, como si no pasara nada, en cuanto comes algo.
Importante: El médico te preguntará si haces algún deporte y si nombras el baile, te dirá que no lo practiques en veinticuatro horas, así que hazle caso y no vayas a donar si sabes que vas a tener que ir a clase de baile o a alguna actuación!
La Diosa de la Misericordia con sus diez mil brazos
¡Martes de vídeo! Esta es una recomendación de Leo. Aunque no sea raqs sharqi, me ha parecido exótico, bonito e interesante y espero que a vosotras os guste también.
viernes, diciembre 01, 2006
Historia de un cuello feliz
Ponte de pie, y ponte drecha pero no rígida. Ya sabes: hombros relajados pero sin dejarlos caer, pelvis basculada. Ahora deja caer la barbilla todo lo que se deje: lo ieal es que toque el pecho. Sin estirar, deja caer la cabeza para relajar el cuello. ¿sientes algo? Puedes sentir dolor, un estiramiento, o casi nada. A menos que el dolor sea insoportable, es un estiramiento para el cuello muy beneficioso y relajante, que te recomiendo que hagas varias veces a lo largo del día.
Ayer hice un descubrimiento que me puso muy contenta: no puedo sentir nada cuando dejo caer la cabeza. Absolutamente nada. Es una mezcla de trabajo constante y de que por fin estoy aprendiendo a relajarme, pero por lo que sea, parece que la tensión cervical que llevaba conmigo unos quince años se ha ido.
Ayer hice un descubrimiento que me puso muy contenta: no puedo sentir nada cuando dejo caer la cabeza. Absolutamente nada. Es una mezcla de trabajo constante y de que por fin estoy aprendiendo a relajarme, pero por lo que sea, parece que la tensión cervical que llevaba conmigo unos quince años se ha ido.
martes, noviembre 28, 2006
Video: Nadira baila Karsilama
Es martes, toca vídeo. Para continuar con el tema de la semana, he escogido uno de Karsilama. El problema está en que la selección que nos ofrece youtube es bastante poca cosa. De lo poco que hay, os muestro lo que me parece más interesante, pero véreis. Es un vídeo de una bailarina americana, así que baila con un estilo a mi modo de ver muy americano. Es decir, ha cogido el ritmo, y ha adaptado a él muchos movimientos que le han gustado, y no son todos movimientos que en Turquía se utilicen para bailar Karsilama. Por ejemplo, absolutamente todo el trabajo con la falda está sacado de contexto porque se da en otras danzas romaníes, pero no en ésta. Además se nota un montón que está coreografiada cuidadosamente, cuando los bailes romaníes en su origen son más espontáneos. A pesar de todo esto, para quienes nunca hayáis oído esta música ni la hayáis visto bailar, si tenéis presente que es una recreación que no pretende ser "auténtica", no está mal como primer contacto.
lunes, noviembre 27, 2006
Recomendación de CD
Si te interesa la música, la cultura y los bailes de los Romaníes, también llamados gitanos, la primera recomendación que puedo haceros es de un recopilatorio muy interesante, The Rough Guide to the Music of the Gypsies. Los recopilatorios de la colección The Rough Guide me gustan mucho, y éste en concreto me encanta. Tiene desde uno de los clásicos fundacionales del nuevo flamenco (Yo me quedo en Sevilla, de Pata Negra, veinte años y fresquita como el primer día) a canciones de la India, pasando por todo lo que queda en medio.
Tengo un recuerdo maravilloso de bailar este CD en casa de mi primera profesora de baile, después de mi primera actuación en público fuera de la clase, nostálgica perdida de volver a España, haciendo pasos tontos de flamenqueo de broma. Ay, qué tiempos aquellos.
Tengo un recuerdo maravilloso de bailar este CD en casa de mi primera profesora de baile, después de mi primera actuación en público fuera de la clase, nostálgica perdida de volver a España, haciendo pasos tontos de flamenqueo de broma. Ay, qué tiempos aquellos.
Reseña de intensivo: Danzas Rom centreuropeas con Simona Jovic
A este intensivo asistió algo menos de gente que a los otros dos, y fue de forma unánime, al menos entre con quienes pude hablar, el preferido. Esto se debió al encanto de las danzas, a lo variadísimas que fueron, y a la gracia que les da Simona Jovic, que además las explicó muy bien. Que generalmente enseñe por imitación no quiere decir que no sea capaz de decir "cuando el pie derecho va delante, las manos van de esta manera". Y algo de agradecer en una clase en la que se aprenda imitando es que la profesora no te restriegue por las narices que para bailar como ella enseña, es necesario tener una personalidad especial, un estilo, un duende o como queramos llamarlo. Simona naturalmente dice que en los pueblos romaníes estas danzas se practican desde la cuna y por eso no se habla de "técnica", sino que hay naturalidad y más actitud que virtuosismo, pero no utiliza eso para dar a entender que las alumnas no puedan aprender a bailar bien y divertirse de paso. Es mucho menos diva que algunas bailarinas de gimnasio que no nombraré. Toda una lección.
Bueno, ya me he pasado con el cotilleo del día. En este curso, que duró tres horas, nos enseñó una variedad de danzas populares que no tienen casi nada que ver con la danza oriental y que se bailan en Europa Central y del Este. Explicó teoría, dando datos sobre diferencias regionales, y bailamos una cantidad asombrosa de movimientos diferentes. Fue muy divertido bailar moviendo faldas de vuelo, y los pasos con chal (más pequeño que un mantón de manila y más grande que un mantoncillo de traje de flamenca) me parecieron fáciles de adaptar al velo, así que el curso también era práctico para las fans del Oriental.
Fue agotador porque casi todos los bailes eran rápidos, y sostener el chal de lana, o el vuelo de la falda, puede llegar a cansar mucho. Pero aprendimos mucho, y sobre todo, nos reímos, que también viene estupendamente.
Bueno, ya me he pasado con el cotilleo del día. En este curso, que duró tres horas, nos enseñó una variedad de danzas populares que no tienen casi nada que ver con la danza oriental y que se bailan en Europa Central y del Este. Explicó teoría, dando datos sobre diferencias regionales, y bailamos una cantidad asombrosa de movimientos diferentes. Fue muy divertido bailar moviendo faldas de vuelo, y los pasos con chal (más pequeño que un mantón de manila y más grande que un mantoncillo de traje de flamenca) me parecieron fáciles de adaptar al velo, así que el curso también era práctico para las fans del Oriental.
Fue agotador porque casi todos los bailes eran rápidos, y sostener el chal de lana, o el vuelo de la falda, puede llegar a cansar mucho. Pero aprendimos mucho, y sobre todo, nos reímos, que también viene estupendamente.
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Reseña de intensivo: Danzas Rom turcas con Simona Jovic
El segundo intensivo del fin de semana con Simona Jovic fue el más flojo de los tres y me parece que esa fue la opinión generalizada de las participantes que asistieron a los tres y pudieron comparar.
El plan incluía dos tipos de baile muy diferentes en dos horas: Chiftetelli, que tiene un ritmo 8/8, y Karsilama, que es uno de los ritmos más difíciles de la danza oriental porque es irregular: hay nueve tiempos en un compás de ocho, o lo que es lo mismo, en un compás de ocho tiempos,uno de ellos es más largo que los demás. El plan original era usar crótalos, pero como las presentes apenas conocían el Karsilama, bailamos sin crótalos y luego pasamos unos veinte minutos aprendiendo lo más básico sobre crótalos en el Karsilama. es decir: Calentamiento, chifteteli, Karsilama y crótalos en dos horas. Demasiado ambicioso, por lo que apenas hubo tiempo de nada. Si la memoria no me falla, de Karsilama por ejemplo vimos solamente tres movimientos.
Aquí creo que el problema fue la falta de tiempo. Se podrían haber dedicado tres o cuatro horas al Karsilama, o al plan completo, o se podría haber enseñado sólo Chifteteli en dos horas. La forma de enseñar de Simona era sencilla y práctica, y los movimientos que escogió eran realmente básicos (pero no por ello menos bonitos). El problema, como digo, es que casi nadie había practicado nunca Karsilama y dos horas para una introducción no resultó.
La sección de la clase dedicada a crótalos habría sido una estupenda idea en un curso de más horas, pero creo que aprovechamos el tiempo bastante bien en los veinte minutos o así que le dedicamos. Lo que no me gustó, mejor dicho, lo que me escandalizó, es que algunas participantes no respetaban a sus compañeras ni a la profesora, toqueteando los crótalos mientras Simona daba explicaciones. Si quieres practicar, ¡no lo hagas mientras la profesora está hablando! Parece mentira que haya que decir esto sobre mujeres adultas (lo siento, cuando no bailo soy profesora y esto me tocó la fibra sensible).
A pesar de los problemillas, me gustó volver a mis tiempos de bailar karsilama y ver que es difícil pero no imposible, sobre todo si los pasos son sencillos.
El plan incluía dos tipos de baile muy diferentes en dos horas: Chiftetelli, que tiene un ritmo 8/8, y Karsilama, que es uno de los ritmos más difíciles de la danza oriental porque es irregular: hay nueve tiempos en un compás de ocho, o lo que es lo mismo, en un compás de ocho tiempos,uno de ellos es más largo que los demás. El plan original era usar crótalos, pero como las presentes apenas conocían el Karsilama, bailamos sin crótalos y luego pasamos unos veinte minutos aprendiendo lo más básico sobre crótalos en el Karsilama. es decir: Calentamiento, chifteteli, Karsilama y crótalos en dos horas. Demasiado ambicioso, por lo que apenas hubo tiempo de nada. Si la memoria no me falla, de Karsilama por ejemplo vimos solamente tres movimientos.
Aquí creo que el problema fue la falta de tiempo. Se podrían haber dedicado tres o cuatro horas al Karsilama, o al plan completo, o se podría haber enseñado sólo Chifteteli en dos horas. La forma de enseñar de Simona era sencilla y práctica, y los movimientos que escogió eran realmente básicos (pero no por ello menos bonitos). El problema, como digo, es que casi nadie había practicado nunca Karsilama y dos horas para una introducción no resultó.
La sección de la clase dedicada a crótalos habría sido una estupenda idea en un curso de más horas, pero creo que aprovechamos el tiempo bastante bien en los veinte minutos o así que le dedicamos. Lo que no me gustó, mejor dicho, lo que me escandalizó, es que algunas participantes no respetaban a sus compañeras ni a la profesora, toqueteando los crótalos mientras Simona daba explicaciones. Si quieres practicar, ¡no lo hagas mientras la profesora está hablando! Parece mentira que haya que decir esto sobre mujeres adultas (lo siento, cuando no bailo soy profesora y esto me tocó la fibra sensible).
A pesar de los problemillas, me gustó volver a mis tiempos de bailar karsilama y ver que es difícil pero no imposible, sobre todo si los pasos son sencillos.
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Reseña de intensivo: Danzas Rom del Rajastán con Simona Jovic
En realidad no fue un intensivo sino tres, porque cada uno de ellos trataba de danzas de una parte distinta del mundo, tanto que apenas había relación, y la profesora no dio por hecho que las alumnas habíamos ido a los tres.
Cosas comunes a todos los intensivos fueron la buena organización, porque todo se hizo con razonable puntualida y el local estaba bien elegido al ser lo bastante grande para la cantidad de participantes. Simona Jovic no habla español, pero sí francés e inglés, y había suficiente gente que la entendiera para que las propias alumnas pudieran traducir sus instrucciones a quienes no entendieran estos idiomas. Pero claro, yo entiendo los dos y hablo inglés, así que a lo mejor otras asistentes no estarán de acuerdo en que fuera todo tan sencillo.
El intensivo de danza Kalbelya del Rajastán probablemente fue de más interés para las personas que bailan otras danzas de la India, como Bollywood o danzas clásicas hindúes. Naturalmente, al ser una danza popular romaní que se baila en familia, improvisada, no tiene la disciplina de las otras, pero las posiciones y movimientos de las manos eran similares (pero más fáciles). Desplazarse a pasitos laterales era algo que yo también conocía de los intensivos de Bollywood. Es normal, porque el baile Bollywood roba de todo lo que le pille a mano.
Simona Jovic enseña principalmente por imitación, aunque separa el baile en movimientos y explica uno antes de pasar al siguiente. Es cierto que los bailes folklóricos siempre son más una cuestión de actitud que de pasos concretos, y en este caso la imitación era el mejor sistema, aunque a mí me habría gustado una explicación más dtenida de algún paso concreto que no era tan fácil como los demás; la manera de hacer acentos con los hombros, por ejemplo, que al contrario que en danza oriental se daban hacia atrás y no dando toquecitos adelante.
Era difícil organizar a tanta gente de forma que todas viéramos a la profesora, pero al alternarse bailar en círculo con bailar de cara al espejo nos apañamos bien. Fue un acierto la selección de este baile, porque tenía encanto y no era muy difícil copiar los movimientos. Como primera aproximación a bailes populares de la India, fue buena idea.
Cosas comunes a todos los intensivos fueron la buena organización, porque todo se hizo con razonable puntualida y el local estaba bien elegido al ser lo bastante grande para la cantidad de participantes. Simona Jovic no habla español, pero sí francés e inglés, y había suficiente gente que la entendiera para que las propias alumnas pudieran traducir sus instrucciones a quienes no entendieran estos idiomas. Pero claro, yo entiendo los dos y hablo inglés, así que a lo mejor otras asistentes no estarán de acuerdo en que fuera todo tan sencillo.
El intensivo de danza Kalbelya del Rajastán probablemente fue de más interés para las personas que bailan otras danzas de la India, como Bollywood o danzas clásicas hindúes. Naturalmente, al ser una danza popular romaní que se baila en familia, improvisada, no tiene la disciplina de las otras, pero las posiciones y movimientos de las manos eran similares (pero más fáciles). Desplazarse a pasitos laterales era algo que yo también conocía de los intensivos de Bollywood. Es normal, porque el baile Bollywood roba de todo lo que le pille a mano.
Simona Jovic enseña principalmente por imitación, aunque separa el baile en movimientos y explica uno antes de pasar al siguiente. Es cierto que los bailes folklóricos siempre son más una cuestión de actitud que de pasos concretos, y en este caso la imitación era el mejor sistema, aunque a mí me habría gustado una explicación más dtenida de algún paso concreto que no era tan fácil como los demás; la manera de hacer acentos con los hombros, por ejemplo, que al contrario que en danza oriental se daban hacia atrás y no dando toquecitos adelante.
Era difícil organizar a tanta gente de forma que todas viéramos a la profesora, pero al alternarse bailar en círculo con bailar de cara al espejo nos apañamos bien. Fue un acierto la selección de este baile, porque tenía encanto y no era muy difícil copiar los movimientos. Como primera aproximación a bailes populares de la India, fue buena idea.
sábado, noviembre 25, 2006
Tener técnica
La reseña de verdad de los talleres de este fin de semana, la tendréis en unos cuantos días. Hoy sólo una frasecita, oída de boca de Simona Jovic en el intensivo de hoy, y traduzco, así que muy literal no es:
"Alguien puede tener mucha técnica, pero la técnica no es baile".
Una bailarina no es un diplomático de la ONU, y no tiene por qué medir demasiado las palabras. Aún así, si la frase se queda en esos términos absolutos, estoy en desacuerdo (es decir, la técnica es parte del baile).
¿Opiniones?
"Alguien puede tener mucha técnica, pero la técnica no es baile".
Una bailarina no es un diplomático de la ONU, y no tiene por qué medir demasiado las palabras. Aún así, si la frase se queda en esos términos absolutos, estoy en desacuerdo (es decir, la técnica es parte del baile).
¿Opiniones?
viernes, noviembre 24, 2006
Respiración
Sobre cómo respirar correctamente se podrían escribir libros, y esta opinión de hoy es casi un recordatorio para mí, para que os escriba algo más detallado otro día. Allá va:
Lo más importante de la respiración es echar el aire fuera. Fuera. Fuera.
Pedile a cualquier persona que respire hondo. ¿Qué harán? Coger aire hasta que ya no puedan más, y entonces soltar una parte, o nada en absoluto. Parece que nos lo fueran a quitar. Respirar hondo es justo lo contrario: permitir que el aire que lleva acumulado ahí dentro desde ni sabes cuándo, pueda salir.
Así que si crees que hace ejercicios de respiración para relajarte te puede ayudar a no llevar el cuello tenso mientras bailas, y a perderle un poco de ese pánico al público, procura empezar por soplar antes de coger aire. El cuerpo inspira solo, sin que lo ayudes. Es exhalando cuando hace falta un empujoncito.
Lo más importante de la respiración es echar el aire fuera. Fuera. Fuera.
Pedile a cualquier persona que respire hondo. ¿Qué harán? Coger aire hasta que ya no puedan más, y entonces soltar una parte, o nada en absoluto. Parece que nos lo fueran a quitar. Respirar hondo es justo lo contrario: permitir que el aire que lleva acumulado ahí dentro desde ni sabes cuándo, pueda salir.
Así que si crees que hace ejercicios de respiración para relajarte te puede ayudar a no llevar el cuello tenso mientras bailas, y a perderle un poco de ese pánico al público, procura empezar por soplar antes de coger aire. El cuerpo inspira solo, sin que lo ayudes. Es exhalando cuando hace falta un empujoncito.
jueves, noviembre 23, 2006
200 visitas!
Muchísimas gracias a todos. El martes superamos por primera vez las doscientas visitas, con 205. Ayer llegamos a 197.
Ahora, a seguir bailando.
Ahora, a seguir bailando.
martes, noviembre 21, 2006
Natacha Atlas: Mon Amie la Rose
Hoy toca vídeo. Igual cojo costumbre y pongo uno semanal o así, si veo fácil encontrar vídeos que me gusten. Esta es la versión de Natacha Atlas de Mon Amie La Rose, una canción de Francoise Hardy, y esta es una traducción que he encontrado de la letra:
Somos muy poca cosa
y mi amiga la rosa
me lo ha dicho esta mañana:
"en la aurora he nacido,
bautizada de rocío,
me he abierto
feliz y enamorada
a los rayos del sol.
Me he cerrado por la noche,
me he despertado vieja,
y sin embargo yo era muy bella.
Sí, yo era la más bella
de las flores de tu jardín".
Somos muy poca cosa
y mi amiga la rosa
me lo ha dicho esta mañana:
"Mira, el dios que me ha creado
me hace agachar la cabeza
y siento que caigo
y siento que caigo
mi corazón está casi desnudo
tengo un pie en la tumba
ya no se más
tú me admirabas ayer
y mañana,
seré polvo para siempre"
Somos muy poca cosa
y mi amiga la rosa
ha muerto esta mañana
la luna esta noche
ha velado a mi amiga.
En mi sueño he visto,
radiante y desnuda,
su alma, que bailaba
más allá de las nubes
y sonreía.
Cree el que puede creer
yo necesito tener esperanza
pues de otra forma no soy nada
es mi amiga la rosa
la que me lo dijo, ayer por la mañana.
lunes, noviembre 20, 2006
Tags
La nueva versión de Blogger me permite etiquetar los posts para crear un número infinito de categorías, y además cada post puede pertenecer a más de una. Estoy en proceso de etiquetar las opiniones de los archivos para hacer la información más fácil de buscar. Las categorías de momento son:
complementos
consejos
danzayerotismo
General
Historia (del baile, no historias en el sentido de narraciones)
humor
personal
profesionales (yo no lo soy, y esta etiqueta es para cuando hablo sobre profesoras)
velo
video
¿hay alguna categoría que pensáis que debería crear?
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Historia (del baile, no historias en el sentido de narraciones)
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miércoles, noviembre 15, 2006
La única vez...
viernes, noviembre 03, 2006
Apúntalo
Este es el consejo que me habría encantado que me dieran hace dos años (llevo bailando dos años y dos meses). Así que por favor, tomad nota porque puede seros muy útil.
En estos dos años, sin contar intensivos, he tenido cinco profes de cuatro estilos muy diferentes. Muy pero que muy diferentes. Cuando los estilos cambian, eso supone no solamente la actitud general de la bailarina y su manera de dar clase, sino que también varía el repertorio de movimientos, y las posiciones estáticas de la parte superior del cuerpo, que normalmente no se mueve tanto como la inferior.
Mi consejo es: apuntadlo todo. Llevad un diario de las clases, o un catálogo de los diversos movimientos y posturas. Haced dibujos, fotos, o vídeos breves. Os recomiendo esto porque si os veis obligadas, como yo, a cambiar de profesora, cada cambio es en algunos aspectos una vuelta a empezar: habrá movimientos que para vuestra nueva profe sean básicos y tú no los sepas o los consideres avanzados. Habrá otros que las dos hacéis pero tú los haces un poco diferentes (y ella podría pensar que tu método es un error), y lo peor, habrá pasos que tú sabes y ella no usa. Puede que los conozca, puede que no, el caso es que no los usa con frecuencia. Esos pasos se te olvidarán si no los tienes apuntados. Y el cambio de profesora, en lugar de ser enriquecedor, te hará perder repertorio de movimientos.
Hace un minuto estaba bailando y me salió solo, porque iba bien con la música, un movimiento que hacían Isa y Shakti que no he visto en ninguna otra clase de baile, y soy incapaz de recordar dónde ponían ellas los brazos. Que no tengáis esos olvidos las demás.
En estos dos años, sin contar intensivos, he tenido cinco profes de cuatro estilos muy diferentes. Muy pero que muy diferentes. Cuando los estilos cambian, eso supone no solamente la actitud general de la bailarina y su manera de dar clase, sino que también varía el repertorio de movimientos, y las posiciones estáticas de la parte superior del cuerpo, que normalmente no se mueve tanto como la inferior.
Mi consejo es: apuntadlo todo. Llevad un diario de las clases, o un catálogo de los diversos movimientos y posturas. Haced dibujos, fotos, o vídeos breves. Os recomiendo esto porque si os veis obligadas, como yo, a cambiar de profesora, cada cambio es en algunos aspectos una vuelta a empezar: habrá movimientos que para vuestra nueva profe sean básicos y tú no los sepas o los consideres avanzados. Habrá otros que las dos hacéis pero tú los haces un poco diferentes (y ella podría pensar que tu método es un error), y lo peor, habrá pasos que tú sabes y ella no usa. Puede que los conozca, puede que no, el caso es que no los usa con frecuencia. Esos pasos se te olvidarán si no los tienes apuntados. Y el cambio de profesora, en lugar de ser enriquecedor, te hará perder repertorio de movimientos.
Hace un minuto estaba bailando y me salió solo, porque iba bien con la música, un movimiento que hacían Isa y Shakti que no he visto en ninguna otra clase de baile, y soy incapaz de recordar dónde ponían ellas los brazos. Que no tengáis esos olvidos las demás.
jueves, noviembre 02, 2006
Raks a la americana: Bellydance Superstars

A raíz de un comentario de Yasmina, voy a hablar de un grupo de bailarinas que tienen una enorme influencia en la percepción de muchas bailarinas, especialmente americanas, sobre qué es la danza oriental y sobre todo, cuál es el ideal al que podemos aspirar. Se trata de las Bellydance Superstars, un grupo americano que baila fundamentalmente el estilo Cabaret, aunque ese nombre puede ser un poco controvertido. Para mí, "Cabaret" no es más que un nombre más corto para el estilo de Danza Oriental Norteamericana que no pretende parecer folklórico y no es tribal. Vamos, el de los sujetadores de pedrería.
Las Bellydance Superstars son un grupo que están intentando convertir la danza oriental en un espectáculo de masas. Como todo lo que que pasa por ese proceso (pensad en las novelas de calidad que se convierten en pelis de Hollywood), es inevitable la frivolización, la simplificación, la lentejuela, y extra de azúcar, colorantes y conservantes. Ese proceso, naturalmente, también supone llegar a mayor cantidad de gente, exactamente igual que cuando después de ver la peli vamos y nos compramos el libro.
Estas bailarinas son: Jillina, que tiene varios DVDs y muchos fans, y baila un excelente estilo cabaret americano; y muchas bailarinas más de las que no sé mucho. Todas están delgadas, todas son guapas de cara en un estilo muy estereotipado. Me parece que por ejemplo Rania está operadísima de la cara. Os hacéis una idea.
Digamos que esta agrupación es la máxima expresión de la americanización de la danza oriental. ¿Fusión? Toda, porque las bailarinas suelen venir del mundo del jazz, la danza contemporánea, y disciplinas similares. ¿Lentejuela? Hasta cegar. Por otra parte, el espectáculo tiene que ser necesariamente apto para todas las edades así que por mucho que enseñe el traje cabaret, todo es demasiado sofisticado para resultar sexy. Repito la comparación con el cine de Hollywood: pensad lo que pasa cuando Disney coge una obra maestra de la cultura universal y la convierte en 100 minutos de colorines. Pues lo mismo. Raqs Disney.
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